Rafaelillo sufre una cornada en la axila en Francia

Toreaba Rafaelillo su tercera corrida de la temporada el día nacional de Francia en la plaza de Céret, plaza torista del país vecino, muy cerca de la frontera con España, por la Junquera. Feria a la que asisten muchos aficionados catalanes, y que se caracteriza por su marcado acento torista. En esta primera corrida del abono se lidiaban toros de Peñajara de Casta Jijona y en la misma se anunciaba Rafaelillo junto a Alberto Lamelas y Javier Cortés.

El diestro murciano sorteó en primer lugar un toro muy complicado de la ganadería extremeña, al que recibió con un buen manojo de verónicas, sobreponiéndose a la fiereza del animal, que derrotaba en cada encuentro con las telas. Recibió el bovino tres puyazos y en la muleta, Rafaelillo se impuso en el principio de faena, con doblones por abajo, para después llegar a conseguir algunas series diestras de buena factura. Fue desarrollando sentido el cornúpeta conforme se desarrolló la faena, que culminó Rafaelillo con una estocada entera.

El cuarto de la tarde fue un toro ante el que Rafaelillo se lució con el capote. Prometía la faena del murciano, que se llevó al astado a los medios, con torería, para continuar con una tanda a media altura. Cambió el comportamiento del astado, hasta revolverse en un palmo de terreno tirando cornadas al final de cada muletazo, hasta que en uno de los derrotes alcanzó al torero murciano, cogiéndole por la axila izquierda. Cornada en una zona muy delicada. Pasó a la enfermería, donde fue intervenido.

Del animal se hizo cargo Alberto Lamelas. El de Cortijos Nuevos había saludado una ovación en el segundo de la tarde. Al quinto lo recibió con largas cambiadas, firmó una faena de oficio y disposición, pero pinchó con la espada.

Cerró la terna Javier Cortés que saludó una ovación en el tercero tras una faena en la que hubo buenos momentos con la zurda ante un toro que se paró pronto. El sexto fue el mejor toro del encierro. El madrileño cortó la única oreja de la corrida por una faena meritoria por ambas manos, bien rematada de estocada.

Rafaelillo será finalmente operado en Murcia tras haber sido trasladado en ambulancia al Hospital de Perpiñán desde Céret, donde toreó la tarde de este viernes siendo corneado por el cuarto toro de la tarde.

En el Hospital de Perpiñán le realizaron unas curas y tras comprobar el estado de la herida, se decidió al filo de la medianoche su traslado a Murcia, donde finalmente será operado por el doctor Ricardo Robles, jefe del equipo médico de la plaza de toros de Murcia, a primera hora de este sábado.

LA VERDAD pudo hablar con Ramón Rubio, mozo de espadas y hermano de Rafaelillo, y con el propio torero. El diestro del Barrio del Carmen se encontraba bastante bien, tras haber recibido las primeras curas de la herida en la axila izquierda en la enfermería de la propia plaza de toros y. posteriormente, en el Hospital. El diestro viajaba tranquilo tras haber recibido medicación para calmar el dolor, aunque sentía las molestias derivadas del escozor de la cornada e iba moviendo los dedos para mantener un buen riego sanguíneo en la extremidad herida.

Tras las curas se consiguió frenar la hemorragia, y según el torero parecía "una herida limpia, sin grandes destrozos" de la que esperaba que "la recuperación pueda ser rápida".

Rafaelillo analizaba la actuación en Céret, en una tarde en la que se encontró a gusto con su primer toro, que se acabó pronto, lo que achacó el diestro a la obligación que hay en esta plaza de poner a los toros tres veces al caballo. Su faena no pudo alargarse, sin embargo calificó de muy buenos los inicios, con toreo ligado y bonitos cambios de mano. En cuanto al toro que lo cogió, el torero del Barrio del Carmen pronto comprobó su peligro: "Fue un toro listo, que sabía donde estaba, y echaba la cara arriba buscando al torero". Pese a estar rápido, no pudo huir de uno de los certeros derrotes en el que el toro consiguió empitonar al bravo torero murciano por la axila izquierda.

A partir de ahí comenzó una odisea de visitas e idas y venidas a hospitales en el sur de Francia, en el día de la fiesta nacional del país galo. Tras ser atendido y realizada la primera cura en la enfermería del coso, fue trasladado al cercano hospital de Céret, donde nos contaba Ramón que, al ser el gran día festivo de Francia, el hospital contaba con recursos limitados y no había cirujano de urgencias, por lo que el torero tuvo que emprender ruta en ambulancia hasta el hospital de Perpiñán, localidad a 30 Km. de Céret, un hospital más grande, pero que en día festivo también planteó problemas para que la intervención quirúrgica fuera inmediata.

El médico de urgencias que atendió a Rafaelillo, parecía cansado, según el mozo de espadas, y las condiciones no parecían las más adecuadas, por lo que los médicos dejaban la operación para el día siguiente.

En esas circunstancias el equipo del diestro se puso en contacto con el jefe de los servicios médicos de la plaza de toros de Murcia, el prestigioso cirujano Ricardo Robles, decidiendo emprender viaje para ser operado en Murcia la mañana de este sábado, bien por el propio Dr. Robles o por miembros de su equipo. En un principio en el hospital francés no querían dar el alta al diestro, que tuvo que pedir el alta voluntaria para viajar directo desde el sur de Francia al Hospital de Arrixaca, donde será atendido a primeras horas de la mañana de este sábado.

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