Óscar Martínez propone un viaje por la historia y el arte con las gemas «como excusa»
El autor almanseño presenta hoy, a las 19 horas, su último libro, un «lapidario», en el Teatro Romano de Cartagena
Óscar Martínez (Almansa, Albacete, 1977), escritor, artista plástico y profesor de la Escuela Superior de Diseño de Valencia (EASD), convierte una de sus pasiones, la ... que siente por los minerales, en el hilo conductor de su tercer libro: 'El Jardín Mineral. Gemas y piedras preciosas en el arte y la cultura' (Ed. Siruela, 2025). Esta atracción irresistible por las piedras enraíza en su infancia gracias a sus padres, Francis y Sebastián, «quienes, al regalarme aquel primer mineral, sembraron, sin saberlo, la semilla de este jardín», escribe en la dedicatoria.
Será el Teatro Romano de Cartagena –hoy, viernes 16, a las 19 horas– el escenario en el que Óscar Martínez presente, acompañado por Laura Susmozas, su última publicación. Un pequeño librillo que atesora, como un diminuto joyero, una grandiosa propuesta: recorrer el mundo, repasar la historia del arte, acercarse a la fantasía de las leyendas y conocer los secretos de las piedras preciosas y la simbología de sus colores.
LAS CITAS
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Presentación 'El Jardín Mineral. Gemas y piedras preciosas en el arte y la cultura' (Ed. Siruela, 2025), de Óscar Martínez. Hoy, viernes 16, a las 19 h, en el Teatro Romano de Cartagena.
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Charla Bajo el título 'La simbología de los colores y las piedras preciosas', Óscar Martínez charlará este sábado 17 con Anna Isabel Galindo, en Trébol Joyeros (Juan Fernández, 8, Cartagena), a las 19 h. Aforo limitado.
A modo de lapidario –«como se conocen desde antiguo algunos tratados medievales dedicados a la mineralogía», lo define el propio autor–, en este alhajero reúne algunas de sus principales pasiones para dar forma a «una idea que llevaba rondándome desde hace 4 años».
Graduado en Bellas Artes e Historia del Arte, Óscar Martínez mezcla, como si de una fórmula alquímica se tratara, todos esos intereses, usando «como excusa» la presencia de las gemas y piedras preciosas en distintas culturas y civilizaciones y el tratamiento y la simbología que se les ha dado desde tiempo inmemorial. «Lo que me interesa de ellas es que son símbolo de un momento cultural, artístico, de una idea. Nada que tenga que ver con cuestiones mágicas y esotéricas», aclara para despejar cualquier duda.
Este 'Jardín Mineral', cuajado de perlas excepcionales, melíferos ámbares, bellísimos corales, dionisiacas amatistas, estratificadas ágatas, celestiales zafiros, selváticas esmeraldas, grandiosos rubíes y descomunales diamantes, recupera mitos y leyendas que ligan el origen de estas gemas, orgánicas o minerales, a dioses y reyes; y repasa obras plásticas y arquitectónicas de todos los tiempos para dejar constancia de la trascendencia de su posesión y de las redes que, «desde la Prehistoria», gestaron su intercambio y comercio.
Fascinación por la esmeralda
La portada del libro, «de un naranja ambarino y un azul verdoso que remite a la esmeralda y el zafiro», refleja sus preferencias en lo que a gemas se refiere: «La esmeralda me parece fascinante, por su color casi artificial; ese verde impresionante me remite a lo selvático y lo exótico. Y el color azul del zafiro siempre me ha maravillado. Y el ámbar, un material que, con el paso del tiempo y la escritura del libro, ha ido tomando importancia», explica sobre sus piedras favoritas. Y, aclara, «de aquí a dos meses, quizá diría la amatista, porque el violeta es un color que me encanta, o el rubí. Los minerales me maravillan. Y también los colores».
–Explica que son las impurezas y las mezclas de minerales las que hacen particulares y más valiosas las piedras preciosas. ¿Es eso una metáfora de la vida, de las personas, donde la perfección no existe y la mezcla enriquece?
–Ojalá lo entendiéramos así. La perfección, la transparencia, puede ser valiosa en un momento determinado, ahí está el diamante, pero ojalá entendiéramos que la impureza, la mezcla, la hibridación son síntomas y signos de enriquecimiento cultural, personal, social,... Sería un muy buen aprendizaje. Si yo me tuviera que quedar con un mensaje a transmitir con 'El Jardín Mineral' sería precisamente ese. Me encantaría que fuera una metáfora que pudiéramos extraer. Y la de la perla, fruto de la entrada de un 'enemigo', de cuya agresión se defiende creando belleza. Hay muchas cosas que aprender de la naturaleza e, incluso, de un mundo tan aparentemente estable como el de los minerales.
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