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El fotógrafo murciano Néstor Lisón, en el jardín Floridablanca de Murcia. Guillermo Carrión / AGM
Néstor Lisón, un ojo extraordinario que revela lo mundano
La semana de...

Néstor Lisón, un ojo extraordinario que revela lo mundano

Irónico y honesto, retro y contemporáneo, el fotógrafo murciano del feísmo playero con 'Sun and Sand' se halla inmerso en el proyecto 'Recinto ferial' y en una muestra colectiva por el 25 aniversario del Museo de la Ciudad

Domingo, 10 de marzo 2024, 08:05

Entre el disparo pirotécnico y la fotografía conceptual transita, empapada de cultura visual y talento contemporáneo, su trayectoria como relator gráfico de la extrañeza en lo cotidiano, de la desinhibición descubierta entre rutinas, de la autenticidad de lo sensorial en contraposición al escaparatismo vano. De contagioso sentido del humor y honestidad extrema, Néstor Lisón baraja proyectos diversos como simultanea lecturas de mesilla de noche: aparentemente disperso y genuinamente concentrado.

Fotógrafo, cofundador del blog de crítica especializada Cienojetes, licenciado en Geografía e Historia y operador de sala ya jubilado del centro de coordinación de emergencias 112, ha hecho de su proyecto 'Sun and Sand' ('Sol y Arena') y sus seis series de 'antipostales', las dos últimas aún en proceso de edición, un canto retro y analógico al fascinante feísmo de las playas españolas. Embarcado ahora en su próxima aventura, el proyecto en digital 'Recinto ferial', cuajado de tómbolas y atracciones, ha sido uno de los 25 fotógrafos seleccionados para conmemorar este año el cuarto de siglo de andadura del Museo de la Ciudad.

Pasa de un tema a otro en la conversación como un saltimbanqui juguetón, aunque nunca pierde el hilo y repele a los tibios y equidistantes como el aceite al agua. Un diagnóstico de mieloma múltiple agravado con enfermedad renal cambió las reglas de su contrato de vida en la antesala de los 50 años. Aparcados los largos viajes, jubilado del 112 por imperativo y retirado del mundo de la noche por su doble paternidad, exprime la niñez de sus dos hijas entre películas de animación y marionetas. Apasionado del café y las charlas cotidianas con el tendero de la esquina, ha conseguido con 'Sun and Sand' el segundo premio en el VII Festival Nacional de Fotografía On Photo Soria de 2023, iniciativa por la que también ha sido seleccionado como finalista en el Open Call del Festival Getxo Photo 2024.

Recuerda de forma nítida cómo en 2013 finalizó el Curso de Especialización en Fotografía Contemporánea organizado por el Museo de Bellas Artes de Murcia e impartido, entre otros, por José M. Navia, Jesús Micó y Paco Salinas. Su mirada única y su proverbial humor le llevaron a ser autor, junto a Óscar Cánovas, de 'Cienojetes. El gatillazo de la fotografía española', obra imprescindible de Fracaso Books, y durante años ha sido miembro activo del colectivo Cienojos para el fomento de la cultura fotográfica.

Lunes

9.30 horas. El blog de Cienojetes coincidió con un 'boom' de la fotografía española que se basó en escuelas de fotografía privadas y que no se había producido desde la generación de Ramón Masats y Pérez Siquier. Aquello se desinfló rápido, quizá por falta de apoyo institucional a la cultura. Este país no forma en fotografía y, aunque estamos en una generación súper visual, donde el selfi es el 'summum', la cultura visual no tiene mucho espacio en la enseñanza reglada.

17.00 horas. Cuando puedo, me gusta escaparme y ver alguna exposición. La última ha sido sobre la imagen de la mujer en la fotografía antigua ['Realidades y fantasías. Modelo de lo femenino (1860-1930)'], en el Museo de la Ciudad, y la siguiente que tengo en mente es 'Vulnerables', de Silvia Marte, sobre mujeres que han sufrido violencia obstétrica y que está en Los Molinos del Río. Afortunadamente tengo muchos referentes profesionales: Bernard Plossu, Atget, Robert Adams, Martin Parr, Navia, Juan Valbuena, Cristóbal Hara o Juan Manuel Díaz Burgos, futuro Premio Nacional de Fotografía.

Martes

12.00 horas. Una de las cosas que denunciábamos de manera cariñosa e irónica en Cienojetes es la excesiva endogamia que hay en el mundillo de la fotografía: los fotógrafos hacen en muchas ocasiones exposiciones y fotolibros tendentes a que solo los entiendan y valoren los fotógrafos; rara vez los va a entender el común de los mortales. También veo que en Murcia dependemos mucho de la Administración para dar salida y visibilidad a los trabajos. Hay un arte oficialista nada comprometido y preponderante. En cuanto te sales un poco de la línea, no te seleccionan. Hay algunas instituciones dentro del Ayuntamiento de Murcia, como el Museo de la Ciudad o Los Molinos del Río, que son más contemporáneas. Ya no te digo ni transgresoras ni atrevidas, simplemente contemporáneas. Tenemos que salir de esa tutela peligrosa.

Miércoles

11.00 horas. Soy hombre de café y periódico en el bar. Me preocupa muchísimo el cambio climático y me escandaliza el negacionismo. En unos años, aunque no soy especialista, creo que no se va a poder vivir aquí. Ser padre con este panorama es un acto de valentía. Si añades a los locos que gobiernan el mundo, está la cosa fea.

19.30 horas. Últimamente solo veo películas de dibujos animados. La última serie que vi fue 'Chernobyl', y siempre que puedo prefiero buenas pelis como 'The Ordet', de Carl Theodor Dreyer, o 'Una historia verdadera', de David Lynch. Me conozco todas las pelis de animación por imposición externa, de 'Blancanieves' a 'Wish'. Pero cuidado, porque si te descuidas Disney fabrica mujeres y hombres infelices que creen que la felicidad depende de que aparezca el príncipe de turno y te solucione la vida... Luego hay que contrarrestar ese discurso en casa.

Jueves

9.00 horas. Voy a diálisis los martes, jueves y sábados por la mañana. Me han cambiado el contrato de vida y no hay opción de no firmarlo, esto es lo que hay, estas son las condiciones. La diálisis me la tomo casi con un trabajo, intento leer las dos primeras horas. Siempre estoy leyendo algo. Tengo en la mesilla 'Los lagos de Norteamérica', de José Daniel Espejo; una antología editada por Noelia Illán sobre la obra de José María Álvarez, 'El oro de los tigres', y el ensayo 'La utilidad de lo inútil', de Nuccio Ordine.

Viernes

17.00 horas. Al principio, como ante todo lo desconocido, le tenía cierto respeto a la inteligencia artificial (IA). El premio de Soria incluía un curso en una escuela privada de fotografía de Madrid, y elegí uno de creación de imágenes con IA. Está bien para simplificar procesos de mejora de imagen, pero es un mundo que a priori no me interesa. Qué me vas a decir a mí, que soy de los que aún compra carretes a precios prohibitivos...

Sábado

10.00 horas. Me hace más la puñeta la diálisis que la quimioterapia. Me diagnosticaron el mieloma más cabrón que hay, y si me pasa esto en otro país o en otro tiempo estaría criando malvas. Tengo una experiencia magnífica con la sanidad pública murciana, me tratan estupendamente bien en el Reina Sofía y el Morales Meseguer. Hay que abogar por la sanidad pública.

Domingo

13.00 horas. Con dos niñas pequeñas no puedes escaparte mucho. El mundo de la noche terminó hace años para mí, pero salimos de aperitivo con amigos siempre que podemos. Soy muy social. Mi enfermedad no ha sido una oportunidad para que yo pruebe la lealtad de mis amigos, pero me ha dado alegría ver que a muchos les ha preocupado.

15.00 horas. Mi mujer es de Puerto de Mazarrón, y solemos ir a ver a la familia. Estoy supeditado a viajes cortos y rutas por el monte. Con mi mujer y mis hijas uso una cámara muy sencilla analógica. El móvil es un buen instrumento fotográfico, muy inmediato, y no rechazo, de hecho lo uso, lo digital, pero cuando salimos de excursión prefiero las sensaciones que me transmite la cámara analógica.

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