Warm Up, cuando todos los problemas son elegir a qué grupo perderse

Muchas siestas se quedaron cortas este sábado por dos buenas causas: Jimena Amarillo y Veintiuno -que tocaban por primera vez en Murcia después de cinco años-, los dos primeros grupos en actuar durante la segunda jornada del Warm Up, que consiguieron que hasta los más amantes de la cabezadita vespertina se desperezaran pronto para llegar a La Fica. Y es que «ayer nos recogimos a las...», es una frase común entre los que se encuentran y, con ganas de dar explicaciones, a veces de manera heroica y otras veces simplemente como forma de justificación, comparten a qué hora abandonaron el viernes el recinto.

Y allí se despejaron, con tragos de cerveza al inicio, la mayoría, aunque hubo quien experimentó, según las preferencias, con una refrescante copa de margarita servida en granizado porque, en las primeras horas del sábado, el sol no daba tregua. Ya lo canta Veintiuno en 'La vida moderna', «larguémonos hasta el sur, para que el sol nos caliente». Y así ha sido. Para evitar el sofoco, muchos se sentaron en la codiciada sombra, en diferentes partes del recinto. Algunas aprovecharon para hacerse trenzas mientras otros se recuperaban con una cadena de masajes en la espalda.

Son los primeros momentos del festival los que se emplean también para hacer la foto bonita. Como si fuera un trabajo, dos chicas ejercían de modelo y fotógrafa, a turnos, para lograr el retrato perfecto. Plano contrapicado, ráfaga y fondo semivacío. Y a cambiarse los roles.

«Hay que calentar, somos como motores diésel», decía Iván con una cerveza en mano. El Alicantino fue el responsable de que todos sus amigos vistieran la misma llamativa camisa: «Así nos tenemos controlados». «Para el FIB -de Benicasim-nos vamos a comprar una falda», comentaba uno de sus colegas cuando veía, con envidia sana, a un par de hombres luciendo la prenda.

También presumía orgulloso como diseñador Francisco, que transformó a sus amigos en pseudoperegrinos scouts. «No somos creyentes», aclaraba uno de ellos, portador de una camiseta que parecía sacada de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y llevaba escrito 'Peregrinos Vicentinos'. «Es por Vicente, que se casa», explicaba. Desde luego, este grupo de amiguetes procedente de Denia -Alicante- no son la juventud del Papa. Y nunca cantaron aquello de «Benedicto, equis, uve, palito». Ellos prefieren otros himnos, como 'La voz del Presidente', de Viva Suecia, o cualquiera de María Escarmiento y Ladilla Rusa. Su propósito era claro, seguir «hasta que el cuerpo aguante», como decía Tere, acompañada de su marido y sus compañeros de trabajo, valencianos. Fascinada con el cartel, no le sacó ni un pero a la organización del festival.

De festivales sabe bastante Fran, que se aventuraba a decir que lleva «400, por poner una cifra» a sus espaldas. Entre ellos, varios SOS 4.8 y algún que otro Warm Up. Con su experiencia, se permitía ser crítico: «El cartel va bajando y el precio va subiendo», decía. No obstante, el joven ha querido seguir disfrutando del festival de su ciudad, que tampoco se lo ha puesto fácil con los horarios: «Hoy quiero ver a The Blaze y Perro, que son de la tierra -ambos tocaron prácticamente en el mismo horario en escenarios diferentes- y no sé cómo lo voy a hacer. Tendré que dividirme». ¡Que esos sean todos sus problemas!

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