Walls: «Los comentarios negativos no me preocupan mucho»

La combinación de géneros y el marcado estilo personal del artista han hecho que allá donde vaya haga 'sold out', cosa que le hace «muy feliz», comenta el cantante, quien espera con ansias el día 21 de diciembre para hacer vibrar la Plaza de Toros de Murcia.

–'Haz lo que quieras conmigo' se ha convertido en todo un himno.

–Estoy muy agradecido con el recibimiento que ha tenido la canción, sobre todo en los conciertos. Tengo la suerte de tener un público muy fiel y bueno, y no se limitan solo a cantar la parte más viral. Es una canción que va mucho más allá, aunque siempre se agradece que se haya viralizado de esa forma, sobre todo en TikTok.

–Hablando de redes, ¿cómo las gestiona?

–Los comentarios negativos no me preocupan mucho, gracias a Dios. Las utilizo como una herramienta para trabajar. Hay que tener un poco de cabeza con ellas, sobre todo por el cambio que nos están provocando en el cerebro. Queremos las cosas ya; el resultado, en vez de disfrutar del camino. Vivimos en una nueva cultura, marcada por la inmediatez, es la hostia.

–En su caso, ¿ha sido capaz de despegarse del teléfono?

–Cuando estoy haciendo ciertas cosas intento despegarme del teléfono, pero soy una víctima más en ese sentido. Estoy intentando quitarme esa adicción, una vez fue el tabaco y lo conseguí, ahora lo intentaré con las tecnologías.

–Una de las grandes sorpresas ha sido su colaboración con Waor en 'Perro callejero'.

–Sí, lo conozco desde hace un montón, lo he admirado y respetado toda mi vida. Un día me escribió para felicitarme por mi trabajo y fue en ese momento cuando le propuse hacer una canción juntos.

–Con 10 años ya era todo un artista, ¿qué conserva de aquel niño?

–Creo que la ilusión, porque al final, cuando uno crece y deja de dedicarse a la música de manera altruista lo que más rápido se pierde es la ilusión. En mi caso, la perdí, pero la he recuperado, estoy trabajando con ganas, fuerzas. Creo que también conservo el descaro de aquella época.

–El éxito a veces no es muy buen consejero, ¿le ha jugado alguna mala pasada?

–Sí, empecé a tener algo de notoriedad a los 16 o 17 años, y es cierto que he tenido algún que otro arrebato de grandiosidad, pero bueno, creo que me rodeo de gente buena y adecuada. Sobre todo mi familia, que son a los que muestro mi parte más sincera. Por ejemplo, mi madre me ve como un buen artista pero me admira por otras muchas cosas más.