Rayden firma un imponente adiós en el Fortaleza Sound

El Fortaleza Sound de Lorca llegaba a su tercera y última jornada con los deberes hechos, la conciencia tranquila, los músculos todavía dispuestos para otro asalto, la euforia a ras de piel y la aparente paz que otorga saber que gran parte de la misión principal está cumplida. Y es que, casi desde el mismo instante en el que se abrieron sus puertas por primera vez, el festival consiguió algo tan sumamente complicado como transmitir la sensación de llevar toda una vida con nosotros, formar parte de ese amplio y seductor circuito de eventos relacionados con la música en directo que aparecen subrayados en los calendarios y ser un lugar feliz al que regresar cada año en busca de pedazos intransferibles de memoria con forma de canción.

Por eso, antes de entrar de lleno en los conciertos del domingo, conviene resaltar las magníficas vibraciones que transmitió el estreno de una cita cultural que, sin ningún tipo de duda, ha llegado para quedarse. A nivel de organización, infraestructuras, accesibilidad, público, acabado técnico y, por supuesto, cartel, el Fortaleza Sound de Lorca se ha ganado con creces la etiqueta de nuevo gran festival de la Región. Por triunfar, hasta en la coherencia de su libreto interno lo hizo esta edición inaugural que tuvo como plato principal para su conclusión, claro, un adiós.

En nuestra charla para LA VERDAD, Rayden confesó que sentía «una especie de duelo» desde que anunció 'Quiero que nos volvamos a ver por última vez', gira con la que pone punto final a su carrera musical. O a una parte de ella, ya que David Martínez, el nombre detrás del disfraz, no ha dejado de señalar que seguirá unido al oficio ejerciendo de productor, mánager y compositor, además de continuar desarrollando su exitosa faceta como escritor de poesía y novela. Pero eso es adelantarse al futuro, estrategia que no concibe una sola posibilidad de salir bien, así que centremos la mirada y la palabra en el que, salvo giro mayúsculo e inesperado, fue el último concierto de Rayden en la Región de Murcia.

Al igual que otros de los grandes protagonistas del festival, Vetusta Morla, aunque en el caso de Pucho y compañía hablamos de un hasta pronto y no de un hasta siempre, el madrileño también acompañó su nota de despedida con el anuncio de un nuevo disco, 'La victoria imposible', trabajo con el que logró su colección de canciones más redondas y estimulantes. Si otro de los objetivos era marcharse en su momento de máxima inspiración, hay que ir poniendo otra ficha en la casilla de logros conseguidos.

Un espléndido estado de forma que se traslada al escenario y se potencia sobre las palmas de las manos de quien sostiene el adiós en la mirada, inyectando al espectáculo una capa de nostalgia cuya inevitabilidad no está reñida con el mérito.

Así, la actuación en el Fortaleza Sound de Rayden, puro carisma y energía, y su banda, brutal en cada envite, se resolvió con una intensidad esperada, sí, pero no por ello menos imponente. Desde el arrollador comienzo con 'La patria de los ausentes', 'No hago rap' y 'Pólvora mojada' hasta el cierre con 'Multiverso' y 'Matemática de la carne', pasando por momentos destacados como 'A mi yo de ayer', 'Calle de la llorería', 'Finisterre' y 'Haz de luz', el concierto se vivió con el mismo entusiasmo tanto arriba como abajo del escenario, cautivando por la comunión establecida entre ambos mundos.

Los horarios están para cumplirlos, y en los festivales todavía más, pero la sensación general era que nadie quería que llegara esa ovación que cerrara definitivamente el magnífico encuentro. Un formidable brindis de clausura por parte de Rayden.

El resto de la jornada se dividió entre el atardecer y la bienvenida a la madrugada, el sol abrasador y la brisa acogedora, la verbena bulliciosa y la delicadeza de la melodía que acaricia la luna. En primer lugar, Mr. Kilombo, proyecto liderado por Miki Ramírez, abrió la cita con un repertorio sencillo, que no simple, y efectivo, que no efectista. Si escribir canciones bonitas y luminosas como 'El resto puede esperar', 'Reconciliarme con el amor', 'Invencibles' y 'Quédate a mi lado', defendidas con alegría contagiosa y adornadas por unos fabulosos arreglos de viento, fuera tan fácil, todos lo harían, pero no sucede así.

Por eso hay que cuidar y aplaudir con decisión propuestas como la de Mr. Kilombo, quien firmó un más que disfrutable arranque de domingo.

En el lado nocturno de la balanza, Ana Fernández-Villaverde, La Bien Querida, solventó con nota alta el reto de liderar el último concierto de la primera edición del festival. Responsable de una discografía tan personal como intachable, la cantante y compositora bilbaína nos hechizó de inicio a fin con la belleza, elegancia y sensibilidad de joyas de la talla de 'La perra del hortelano', 'No es lo mismo' y 'Un gatito', demostrando una vez más que es una de las artistas más especiales y valiosa que habitan en nuestra escena pop. Maravillosa.

Por último, señalar la fantástica selección de temas realizada por Second DJs, quienes aprovecharon cada paréntesis entre actuaciones para transformar en una enorme pista de baile al Huerto de la Rueda, recinto que ha acogido el debut de un festival de los que crean afición. Y adicción.

Nos preparamos desde ya para volver a decir adiós a junio desde el Fortaleza Sound de Lorca. Por muchos años.

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