![Judas Priest: «El metal ha evolucionado a lo largo de los años y el público es más abierto»](https://s2.ppllstatics.com/laverdad/www/multimedia/2024/05/30/Judas_Priest_concierto-kxME-U220299669370ZYE-1200x840@La%20Verdad.jpg)
![Judas Priest: «El metal ha evolucionado a lo largo de los años y el público es más abierto»](https://s2.ppllstatics.com/laverdad/www/multimedia/2024/05/30/Judas_Priest_concierto-kxME-U220299669370ZYE-1200x840@La%20Verdad.jpg)
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Durante la edad de oro del heavy metal en los 80, la sana rivalidad entre Iron Maiden y Judas Priest se vivió entre parte del público como ser del Real Madrid o del Barcelona. Uno podía disfrutar con ambos, pero siempre había un favorito. Y es que los dos indiscutibles líderes del género se han caracterizado por predicar dos maneras muy diferentes de entenderlo. Mientras que los primeros, basados en Londres, optaron por buscar la sofisticación explorando unas inquietudes progresivas cada vez más marcadas, los chicos de Judas Priest, con un trasfondo de clase obrera en el industrializado Birmingham, apostaron por endurecer su sonido progresivamente, en busca de cotas cada vez mayores de intensidad y contundencia.
Esa divergencia entre las dos escuelas del heavy metal más clásico se vivirá también en la Región. Tras el triunfal concierto de Iron Maiden en Murcia el verano pasado, Judas Priest ofrecerá su réplica en Cartagena liderando la tercera edición del festival Rock Imperium, presentando su reciente nuevo disco, 'Invincible Shield'. Antes de la cita, que tendrá lugar el miércoles 19 de junio, LA VERDAD pudo charlar con el guitarrista Richie Faulkner (Londres, 1980) a través de videoconferencia.
A pesar de que solo lleva en Judas Priest desde 2011, el papel del 'hacha' rubio a la hora de revitalizar una formación que lleva más de medio siglo en activo es indiscutible y ha convencido incluso a los más reacios al cambio. Resulta difícil no sentir asombro hacia un guitarrista tan entregado que, tras sufrir un gravísimo accidente cardiovascular en pleno concierto, logró terminar de tocar 'Painkiller' con la aorta reventada antes de ingresar de urgencia en un hospital para someterse a una complicada operación a corazón abierto. ¿Puede haber algo más 'heavy' que eso?
-El año pasado actuó en el Rock Imperium con su banda paralela, Elegant Weapons, ¿fue un factor a la hora de elegir el festival como parte de la gira de Judas Priest?
-Siempre es genial tocar en España en general. El público español es realmente apasionado y cuando se presentan las oportunidades nos acordamos de otras veces en las que hemos tocado anteriormente para él, así que definitivamente tiene algo que ver. Estamos deseando que llegue, va a ser una gran noche de heavy metal.
-Debido a varios factores, como la pandemia o los problemas de salud de Ozzy Osbourne, que obligaron a posponer varias veces los conciertos conjuntos que finalmente no pudieron celebrarse, esta es la primera gira completa de Judas Priest en Europa desde hace varios años, ¿cómo se siente ante este retorno tan largamente pospuesto?
-Es fantástico. El año pasado no hicimos conciertos, solo una fecha en California en octubre, pero aparte de eso estuvimos acabando el disco. Estuvimos en el Reino Unido a principios de año, ahora mismo estamos terminando en Estados Unidos -la entrevista se realizó a finales de mayo- y cuando volvamos a Europa dentro de unas semanas será la temporada de festivales, un bonito momento del año para girar por el continente. No podemos estar más emocionados.
-En la jornada del miércoles del Rock Imperium también actuará Ronnie Romero, su compañero en Elegant Weapons, con su proyecto en solitario. ¿Existe la posibilidad de que usted haga alguna aparición especial durante su concierto?
-Sí, si llegamos temprano hay una posibilidad. No estoy seguro de cuál es nuestro horario, pero hablé con Ronnie y creo que Davey Rimmer, de Uriah Heep, estará también allí ese mismo día. Con suerte nos reuniremos y tomaremos una cerveza o dos, y ya veremos qué dice Ronnie. Puede ser que me vean en el escenario con él.
-Tradicionalmente el heavy metal ha recurrido a las armas ofensivas como inspiración para su imaginario visual o elaborar metáforas, pero el nombre de su último lanzamiento, 'Invincible Shield' (escudo invencible), alude a un arma defensiva. ¿Cuáles son las amenazas de las que se debe defender su escena?
-Creo que el metal tiene la tendencia de vivir, evolucionar y crecer a su propia manera, como ha venido haciendo durante 50 años. El escudo es algo que mantenemos levantado cuando nuestro género es atacado, lo mantenemos alzado para defender la música que nos encanta y nuestra comunidad, porque es también una insignia, una bandera, una declaración de dónde estamos. Y es invencible. Es la música que conocemos y amamos, y nunca desaparecerá. Cambiará y evolucionará, como ya ha hecho, pero no creo que vaya a desaparecer. Tomará diferentes formas y surgirán diferentes estilos, diferentes subgéneros, pero seguirá siendo heavy metal y siempre estará ahí.
-'Firepower' me pareció una actualización del sonido de Judas Priest de los 90. Del mismo modo, me da la sensación de que 'Invincible Shield' es una revisión de su era de los 80 desde una perspectiva más moderna. ¿Está de acuerdo?
-Creo que sí. Judas Priest siempre ha hecho su mejor esfuerzo por avanzar en lugar de hacer algo retroactivo. Desde el primer disco, a lo largo de todo el catálogo, siempre ha intentado avanzar en términos de sonido, tratar de hacer algo diferente. Con 'Firepower' formamos un nuevo equipo de producción junto a Andy Sneap y al trabajar en 'Invincible Shield' dijimos: «¿Qué podemos hacer para mejorarlo? ¿Qué podemos hacer para sonar mejor y ofrecer mejores actuaciones y melodías?». La producción fue parte de eso también. Se trató de intentar hacer que sonara tan fresco y vibrante como pudiera ser.
-Un detalle del disco que me parece brillante es la apertura, esa introducción de sintetizadores de 'Panic Attack' que de alguna manera recuerda a 'Turbo', un disco tan incomprendido en su momento. ¿Cree que la audiencia actual está mejor preparada para aceptar arreglos electrónicos en el heavy metal?
-Sí, diría que sí. Como hablamos antes, creo que el metal ha evolucionado y crecido a lo largo de los años y el público está más abierto a esas experiencias. Hay muchas bandas que utilizan sintetizadores, cuerdas, orquestaciones y cosas así. También creo que es así en el caso de Judas Priest gracias a cosas como 'Turbo' y 'Nostradamus', donde se usaron sintetizadores. Es parte de la historia del sonido de Priest, así que cuando entran esos sintetizadores de algún modo los vinculas con el sonido que todos conocemos. Creo que debido al trabajo previo que el grupo hizo en los 80 resulta relevante hacerlo hoy.
-A pesar de los problemas de salud del guitarrista Glenn Tipton, semiretirado de los directos de la banda debido al párkinson que padece, participó en el proceso creativo del disco. Usted, particularmente, trabajó estrechamente con él, ¿cómo fue?
-Conocemos los desafíos de Glenn y queríamos involucrarlo. Era importante para él estar involucrado. Ha sido parte del equipo creativo de Priest durante los últimos 50 años y es una parte vital del sonido de la banda. Obviamente, había limitaciones sobre lo que podía hacer ciertos días Si no podía tocar una parte, o si no se sentía con ánimos, él estaba con nosotros pero me ocupaba yo. Además, él tenía algunas ideas que había grabado previamente por su cuenta y las escuchábamos. Si él podía tocarlas lo hacía. Y si no podía tocar ese día lo traducía a través de mí y yo lo hacía en su lugar.
-Según tengo entendido, Tipton viajará con la banda durante la gira, ¿es posible que lo veamos en el escenario del Rock Imperium?
-Si Glenn está lo bastante bien y le apetece, saldrá para unirse a nosotros. Pero si no se siente lo bastante bien, no hay ninguna presión para que lo haga. Conocemos sus razones y lo hemos aceptado en los últimos años, al igual que los fans. Si no puede hacerlo, sabemos por qué, y si puede será una celebración asombrosa de su fortaleza. Cuando Glenn sube al escenario y toca las canciones es un testimonio de su carácter, así que si puede lo hará.
-Estuve en el último concierto de Judas Priest en Barcelona, hace unos años, y su salida durante las tres últimas canciones fue recibida por el público como un momento especial.
-Los fans que han crecido con él saben lo que le supone pasar por lo que está pasando y aún así sigue luchando por salir adelante lo mejor que puede para tocar música, no solo para ellos sino también por él mismo. Creo que es terapéutico. Es parte de su vida. Es parte de quién es como persona. Significa mucho, tanto para los fans como para él.
-A la hora de interpretar en directo los clásicos de Judas Priest, ¿cómo mantiene usted el equilibrio entre replicar la grabación original y aportar su propia personalidad como guitarrista?
-Creo que tiene que ser natural. Soy ese tipo de guitarrista, de todas formas, siempre he tocado versiones. Interpretas la canción, pero hay pequeños detalles que sientes que pueden ir hacia otro lugar. Obviamente, esas canciones han estado ahí durante medio siglo y la gente ha crecido con ellas, así que no puedes cambiarlas demasiado. En los solos y esas cosas, estilísticamente son todos diferentes, así que añades tus propios detalles aquí y allá. Pero creo que surge de forma natural, sale como lo sientes. A 'Hell Bent for Leather' le añadimos otra sección se solo, 'Another Thing Comig' la hemos cambiado un par de veces con respecto a la versión del disco y 'The Ripper' también la tocamos diferente. Siempre estamos buscando nuevas formas de cambiar las canciones para hacer que sean una experiencia distinta, pero manteniendo su personalidad. Es un equilibrio cuidadoso, y esperamos hacerlo bien.
-Después de sobrevivir al grave problema cardíaco que sufrió en pleno concierto mientras tocaba 'Painkiller', ¿ha adquirido esta canción un significado especial para usted?
-De algún modo sí, tiene un significado diferente para mí. Suena en la parte final del concierto y es un reto tocarla, de modo que siempre hay una sensación de triunfo cuando llegas al final y logras hacerla bien, pero ahora incluso más debido a la historia que tiene para mí. Ahora estoy bien y no creo que me vuelva a pasar lo mismo tocando 'Painkiller', pero sigue siendo una canción monumental. El público enloquece y es un desafío, no solo por las partes de solos sino también por el ritmo y lograr que todo encaje.
-Parece realmente complicada para todos los miembros del grupo...
-Sí, es una canción muy exigente en todos los sentidos. He escuchado a mucha gente decir que encarna el heavy metal. Suele sonar al final del repertorio y realmente ya no puedes llegar más alto. Es el verdadero 'crescendo', todo el mundo se vuelve loco. La batería, el bajo, la voz, la guitarra… Todo tiene que estar al mil por ciento, de lo contrario no funciona. Cuando acabas la canción es como un suspiro de alivio porque conseguiste llegar vivo hasta el final, sobre todo en mi caso (risas).
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Fernando López Hernández y Rubén García Bastida
David S. Olabarri y Lidia Carvajal
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