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Escribía el compañero David Saavedra que «no hay ningún grupo en el mundo que suene como Crudo Pimento», mientras que el también crítico musical Rafa Cervera aseguraba que su música «no es de este mundo». Ambos tienen razón y bien que por aquí lo sabemos: ... sus '7 acúfenos populares' –lo de popular debidamente tachado– es ya su quinta referencia, sin contar sus habituales trabajos de descartes de estudio. Un disco surgido de sus siempre activas ganas de molestar, pero también de la imposibilidad de viajar a Nueva York para registrar la que debía ser su segunda colaboración con Marco Buccelli, productor de su álbum previo, 'Pantame'.
Siete nuevas (per)versiones adaptadas en las que el dúo murciano formado por Raúl Frutos e Inma Gómez igual corrompe a Tom Waits que deprava a Little Richards, Rocío Jurado, Einstürzende Neubauten o el mento de los jamaicanos The Jolly Boys. Dadaísmo sonoro con un grado de mala leche inigualado hasta la fecha.
–Siempre he considerado a Crudo Pimento un grupo bastante dadaísta y este disco me lo ratifica: por su surrealismo, por reflejar aspectos decadentes de la sociedad, por su carácter subversivo. El punk antes del punk.
–Bueno, nunca fue algo premeditado. Nunca hemos considerado el estar adscritos a ningún movimiento artístico aglutinante ni al margen de nada establecido; solo hacer, sin pensar en encajar o desencajar en el puzzle artístico. ¿Se puede ser dadaísta –o neodadaísta– siendo de la Carretera de Patiño? Seguramente no, mejor que no, y menos en pleno siglo XXI, que no es mejor ni peor que ningún otro siglo; es más, los siglos no existen. La Carretera de Patiño seguramente tampoco.
–«La búsqueda de la libertad y el placer ocupa todo mi arte». ¿Se identifican con esta frase de Man Ray?
–¿Quién no se identificaría con ella? ¿A quién no le agrada el vino? ¿Quién no se deleita en el verano con la luz de las rendijas de las persianas reflejada en la pared en la que hay un mosquito aplastado sobre una mancha de sangre oscura de más de cien personas seguramente conocidas de vista? ¿Quién no se deleita en el placer mayor aun de la culpa, que dura poco y gracias a Dios siempre pierde en la balanza? Sí, admiramos a Man Ray, pero también a Pepe el Tornero generando arte industrial no pretendido en acero inoxidable, que servirá para conformar las máquinas embotelladoras del vino que después disfrutaremos.
Dadaísmo: «Admiramos a Man Ray pero también a Pepe el Tornero y su arte industrial no pretendido»
Perversión: «Mejor no mentarla, preferimos pensar que simplemente es el estado natural de las cosas»
–¿El arte debe tener un algo de perversión?
–Como dice Cascales [diseñador de la totalidad de sus trabajos discográficos], «el arte os matará a todos» [y añaden un insulto poco reproducible]. No se trata de buscar la perversión por considerarla necesaria, eso es una mentira que sirve actualmente para vender perfumes en Navidad y coches a la gente joven. Mejor no mentarla, preferimos pensar que la perversión simplemente es el estado natural de las cosas.
–A menudo suelen rodearse de una cierta parafernalia satanista. ¿No es esto, en el fondo, lo mismo que el rock cristiano pero desde el otro lado?
–Esta postura satanista también es mentira. Como bien dices, es parafernalia, siempre ha sido una pieza del engranaje del rock'n'roll. Otra cosa es el interés real, histórico y literario que podamos sentir por el estudio de las religiones a lo largo de la civilización humana; pero sobre eso preferimos no dar la brasa a nadie con lo equivocada y terrible que es su educación judeocristiana. Podríamos hablar por horas sobre Aleister Crowley, Anton Szandor Lavey, escribir letras en enoquiano... pero eso preferimos hacerlo con amigos comiendo parmesano con almendras recién fritas, en ese punto justo en el que casi se queman.
–¿Es la provocación una actitud premeditada de Crudo Pimento?
–La verdad es que no, aunque esto podría ser completamente falso también y que en realidad nuestra única intención sea epatar; pero, ojo, entonces volvemos otra vez a lo mismo: a ponernos en los zapatos de una agencia de marketing vendiendo con mensajes ágiles coches con ultraconectividad y Spotify a la juventud que se escapa al Cabo de Gata con su carro nuevo a sentirse libre y único.
–Cascales vuelve a ilustrar el arte de sus discos. Supongo que forma ya de algún modo parte de la familia Pimento.
–Es nuestro hermano, nuestro amigo, nuestro padre y el creador de cosas más fascinante que hayamos podido conocer en nuestras vidas. El día en que no podamos contar con su visión certera del mundo, no registraremos más música como Crudo Pimento, no tendría sentido y sería todo mentira.
–Tom Waits, Rocío Jurado, Einstürzende Neubauten, Little Richards... Un criterio de lo más variado. ¿La personalidad propia es el único estilo válido?
–La elección fue fruto de un estado etílico continuado en este grandioso año que hemos vivido, sin mucho pensar, resultado de lo que solemos canturrear o tararear con voz de niños pequeños en casa. Nada sesudo, todo en pijama, poca poesía detrás.
–En cualquier caso, ¿por qué estas adaptaciones y no otras?
–Bueno, la realidad es que hay muchas otras que han quedado descartadas, de Iron Maiden a Michael Chapman pasando por Robbie Basho. Quizá vean la luz algún día. O no.
–Después de este catastrófico 2020 que se marcha, ¿conviene mantener la esperanza con respecto a un futuro próximo?
–Nos fiamos más de un misántropo que de un filántropo, la vida nos ha enseñado esto a base de hostias de gente sonriente con buenos deseos y energía para repartir entre sus congéneres. Reiteramos, la esperanza es una basura que reactiva la economía y lleva a la gente en coches nuevos de viaje hacia ningún lugar. Pero esto es ya demasiada poesía barata.
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