Joaquín Riquelme, con el Casino de Murcia al fondo. Nacho García / AGM
Música inesperada

Escenas italianas con Joaquín Riquelme, violista murciano titular de la Filarmónica de Berlín

Su vida profesional discurre por escenarios de todo el mundo, pero actuá en Murcia este sábado junto a la Orquesta Sinfónica de la Región

Viernes, 19 de enero 2024, 22:04

Joaquín Riquelme se convirtió hace catorce años en el segundo músico español miembro titular de la Orquesta Filarmónica de Berlín desde que es una formación profesional: «Parece que ha pasado tan sólo un año. Sigo con las mismas ganas con las que entré para no ... perderme ningún programas Esta orquesta engancha mucho y todos sus integrantes tocan con pasión».

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En la Filarmónica de Berlín todavía hay músicos de la época de Karajan que transmiten esa forma de tocar tan propia y tradicional. Joaquín asegura que los veteranos siguen en forma y los demás músicos aprenden de ellos: «En los próximos años habrá un cambio generacional con muchas jubilaciones. Las nuevas incorporaciones tienen mucho nivel, entre ellos dos violinistas españoles».

Concierto de la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia

  • Sábado 20 de enero, 20 horas. Charla preconcierto a las 19:15h.

  • Joaquín Riquelme (viola), Perry So (dirección). 'Harold en Italia' de Berlioz y 'Séptima sinfonía' de Beethoven.

El director titular de la prestigiosa orquesta alemana es Kirill Petrenko que fue elegido por los propios músicos en junio de 2015 para tomar la batuta tres años más tarde. Riquelme lo define como: «Trabajo y perfección. No descansa hasta que considera que está todo perfectamente en su sitio. Con Petrenko la exigencia es máxima y en cada ensayo hay que estar a la altura. En el trato personal es algo reservado, tímido y con gran sentido del humor, aunque a veces saca su carácter».

Harold en Italia es una obra compuesta por Héctor Berlioz en el mes de noviembre de 1834 por encargo del célebre violinista Niccolò Paganini, que finalmente no la llega a estrenarla por considerar que no le daba suficiente protagonismo. El violista opina que «es una obra que no se suele programar en conciertos aunque tiene un nivel similar a la Sinfonía Fantástica del mismo compositor. Contiene rasgos de la sinfonía concertante y del poema sinfónico con frecuentes referencias a lo que Berlioz consideraba que era Italia».

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La viola Domenico Busan fabricada en 1780 que toca Riquelme representará a Harold, un juglar inspirado en el personaje de Lord Byron que relata las vivencias personales del compositor en tierras italianas. El primer movimiento, titulado 'Harold en las montañas', «empieza de la nada en un modo menor y con el carácter oscuro que dan los chelos y contrabajos, a los que se van incorporando progresivamente el resto de instrumentos hasta que la orquesta imita la grandeza de las montañas. La voz natural del registro medio de la viola se aproxima a la de un juglar con un sonido dulce y profundo que transmite sensación de paz».

La segunda parte de este fragmento es un Allegro que evoca el ambiente de una fiesta campesina. El siguiente movimiento 'Marcha de los peregrinos cantando la canción de la tarde' es comparado por Joaquín a «estar sentado en una plaza de una villa y escuchar cómo las trompas anuncian la llegada de los peregrinos desde lejos hasta alcanzar el climax orquestal. Luego hay un canto religioso de rezo al santo de la iglesia del pueblo y finalmente los peregrinos se alejan».

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El tercer movimiento en una escena rústica donde destaca la serenata de un montañero de la región de los Abruzzi dirigida a su amada. El canto popular medieval es entonado por el corno inglés, mientras Harold expresa su tema con la viola. Berlioz idea en la partitura que los instrumentos intercambien sus papeles y Riquelme lo explica así: «La flauta pasa a interpretar el tema de Harold y el solista de viola recoge el del corno inglés, mientras que la sección de violas de la orquesta se hace cargo del tema de la danza».

Harold en Italia finaliza con la 'Orgía de los bandidos' donde el protagonismo lo tiene la orquesta: «El movimiento comienza con los recuerdos de lo que ha vivido Harold representados por temas musicales ya escuchados en las partes anteriores, hasta que estalla la fiesta del vino. Al final, baja la excitación y la viola toca mientras suenan dos violines y un chelo dispuestos fuera del escenario, lo que evoca las reminiscencias del pasado».

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La vida profesional de Joaquín Riquelme discurre por escenarios de todo el mundo, pero vuelve a España en un futuro inmediato. A finales de enero presentará las obras de su último disco 'Encounters' en el Palacio del Marqués de Salamanca de la Fundación BBVA de Madrid y en mayo interpretará el Concierto para viola y orquesta de Bartok junto a la Orquesta Sinfónica de Galicia dirigida por Juanjo Mena.

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