Eduardo Garcia Sandoval en el papel de Calaf de la ópera Turandot Eduardo García Sandoval

«Los dramas de Puccini reflejan lo mejor y lo peor del ser humano»

Música inesperada ·

Eduardo García Sandoval en el centenario del maestro italiano

Viernes, 29 de noviembre 2024, 09:26

Hoy se cumplen cien años de la muerte de Giacomo Puccini. El gran compositor italiano no logró superar un carcinoma de laringe que el doctor Ledoux le trató en Bélgica con radiaciones, que era la terapia de elección en en ese momento para los pacientes diabéticos con esta patología. Una de las voces que mejor conocen el repertorio del maestro de la Toscana es Eduardo García Sandoval, tenor nacido en la Región y que vive actualmente en Valencia, desde que cursó la carrera de canto en el Conservatorio Superior.

Publicidad

Para este cantante, la música de Puccini es el sueño de cualquier tenor joven al comenzar los estudios o la vida profesional.

«Esto se debe en primer lugar a la belleza de la música de Puccini, cuyas arias son las más conocidas y amadas por el público e intérpretes. Por otro lado, a medida que la voz del tenor se hace resistente y poderosa, éste logra el squillo (entendido como resonancia de la voz) necesario para sobrepasar a la orquesta y llenar el teatro, cumpliendo el sueño de interpretar la música del genio di Lucca».

En el género operístico se tiende a hablar más de los personajes femeninos de Puccini que de los masculinos. Eduardo reconoce que la admiración e idealización del compositor por las mujeres es bien conocida tanto en su vida privada como en las óperas que escribió.

«La voz de soprano era la preferida para el maestro, por tanto era la que más debía brillar y la que mayor carga psicológica tenía en sus dramas. Pero también creó protagonistas masculinos cargados de heroicidad y nobleza, aunque a mi juicio, el único personaje con esa fuerza de impronta y carácter es Scarpia de la ópera Tosca, aunque sea un ejemplo de maldad».

En referencia al instinto neroniano con el que Puccini delineó las historias de amor y pasión, García Sandoval lo etiqueta como uno de los puntos clave de sus dramas.

«Las historias paralelas entre la heroína y su enamorado destacan por la pasión y la entrega desinteresada en contraposición a la maldad, la lujuria, la debilidad, la cobardía y la trama siniestra y oscura de los villanos. Estos dramas de Puccini reflejan lo mejor y lo peor del ser humano, de manera que los extremos, perfectamente definidos por la música, nunca se tocan».

Publicidad

Este tenor murciano goza de proyección internacional tras el reconocimiento de crítica y público en escenarios de Porto-Alegre (Brasil), Lima (Perú), Calabria y Sicilia (Italia), Oporto, Lisboa y Estoril (Portugal) y Massy y París (Francia) entre otros. Aunque su repertorio incluye óperas de Mozart, Verdi, Falla, Bizet, Leoncavallo y las más relevantes zarzuelas, en este centenario de Puccini nos cuenta cómo se comportan en escena tenores tan significativos en las óperas del compositor italiano como Pinkerton (Madama Butterfly), Cavaradossi (Tosca) y Rodolfo (La Boheme).

«Si, he tenido la suerte de interpretar gran parte del repertorio tenorio pucciniano. Los tres son personajes muy diferentes. Pinkerton tiene un carácter indolente, inmaduro y egoísta. Es un hedonista que sólo quiere vivir el momento sin pensar en las consecuencias, comportándose de forma vil y cobarde. No se puede ser peor persona. Sólo se da cuenta de lo que ha provocado cuando ve a Butterfly muerta. Tiene una escritura vocal, musical y escénica perfectamente escrita por Puccini.»

Publicidad

En cuanto a Mario Cavaradossi, Sandoval lo etiqueta como el personaje más noble, verdadero y seguro de todos los tenores puccinianos y con el que más de identifica.

«Él ama con pasión a Tosca y cree en sus ideales políticos de libertad. Sabe que se juega la vida salvando a Angelotti y ni si quiera la tortura más vil le va a hacer renunciar a sus ideales. En sus arias y dúos se produce una simbiosis perfecta entre el drama y el momento musical».

Y a Rodolfo de la Boheme, ¿cómo lo definiría?

«Es un joven bohemio, soñador, enamoradizo e irresponsable que se comportan de manera cobarde con su amada. Tiene un carácter de tenor lírico y la música describe magistralmente su personalidad.»

Publicidad

En muchas ocasiones, los cantantes que forman parte del elenco de la representación operística tienen que aceptar los personales criterios artísticos del director musical o de escena. ¿Se puede humanizar a los tenores de Puccini?

«Es una pregunta complicada, que entiendo por el lado de la bondad humana. A Pinkerton es imposible humanizarlo ya que tras casarse con una niña de 16 años, luego la abandonarla a su suerte y más tarde vuelve para quitarle al hijo común sin tener valor para explicárselo… Es imposible humanizar a un tipo así. Lo único que se me ocurre es cambiar el fatal desenlace y, antes de que se quite la vida Butterfly, hacer que Pinkerton se adelante para pedirle perdón y se funda con ella en un abrazo. O cambiar el final para que él se suicide por sentirse culpable al verla muerta».

Publicidad

¿Qué diferencia a Rodolfo de Cavaradossi en su manera de comportarse?

«Rodolfo es un personaje sensiblero y cobarde y no se me ocurre otra cosa para humanizarlo que recomendarle que en el segundo acto, cuando explica a Marcello por qué abandona a Mimí, no diga de ella que es una frívola que coquetea con todos. En cuanto al pintor Cavaradossi, es imposible encontrar un personaje más valiente y de mejores sentimientos».

El enlazar la música de Puccini con el arte de Eduardo García Sandoval, tenor que ha interpretado regularmente los papeles de Calaf, Cavaradossi, Rodolfo y Pinkerton, entre otros, nos permite recordar a este gran compositor en el centenario de su fallecimiento. Es difícil disimular una sonrisa de complicidad hacia un jovenzuelo que tocaba el órgano de la iglesia de Lucca sin que nadie descubriese que vendía los tubos del instrumento para comprar cigarrillos de la marca 'Abdulla' y que más tarde se convirtió en un afamado compositor apasionado por los coches y los trajes elegantes que, a diferencia del príncipe Calaf, el 29 de noviembre de 1924, no pudo entonar 'All´alba vincerò!'.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Infórmate con LA VERDAD: 1 año x 29,95€

Publicidad