«¿Que Izal se separa? gracias por el 'spoiler'. Con más motivo queremos verlos hoy». La que escribe estas líneas pide perdón por los daños emocionales causados a Miriam. Otros como Jane y David, nada más abrir el recinto ya ocupaban la primera fila para escuchar y observar de cerca a la banda liderada por Mikel Izal, deseosos de escuchar 'La mujer de verde', todo un himno. Aunque antes, para no perder su sitio, se dejarán llevar por las melodías de Miles Kane. El concierto de Murcia es la única fecha que, por el momento, ha confirmado el músico inglés en España. «Por los temas bailables» del artista, que recientemente ha publicado el álbum 'Change the show' se compró la entrada Romina, que viene desde Alicante. Y por él intenta la joven protegerse del sol con su cazadora vaquera sobre la cabeza.
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En las primeras horas del sábado, el público va a varias velocidades. Están los que salieron anoche, lo dieron todo y hoy no se arrepienten de estar aquí a primera hora. Otros el cansancio no lo notan. Las ganas de música en directo y el ambiente festivalero puede con todo y la adrenalina no ha bajado. La cerveza es la gasolina bien para reponer fuerzas o bien para continuar animándose. Las mesas de la terraza, junto a los 'food trucks' son un buen espacio para recargar las pilas mientras de fondo suena la banda cartagenera Nunatak, que ha repasado sus grandes temas e incluso ha estrenado una nueva canción en directo, para sorpresa de los asistentes.
Los que sí tienen energía son los más pequeños, que comparten las primeras horas de festival, algunos por primera vez, en familia. «Ayer me los tuve que llevar a rastras», cuenta Maria, que hoy llega temprano para disfrutar con Mía, de 2 años y Dani, de 5. «Veremos a Pájara Rey y nos encantaría escuchar a La la love you, porque todos en casa somos fans pero es demasiado tarde». Lo mismo piensan Ana y Fran, padres de Alba, de 8 años y de Fran, de 6, que no creen que puedan aguantar hasta medianoche. Seguro que no comparten espacio con los muchos fans de Ojete Calor. «'Mocatriz', siempre 'Mocatriz', que es un estilo de vida», dice Alejandro, de Pilar de la Horadada, acompañado de unos quince amigos. Quizá hoy se cruce con Dani, de Albacete, que no se va a la cama sin escuchar 'Viejoven'.
Los que este sábado han validado su entrada no han tenido que esperar apenas. Todo un gusto y un punto a favor de la organización pero, como no todo va a ser color de rosa, también algunos asistentes han encontrado fallos. «Se les llena la boca al festival y al Gobierno Regional al hablar de sostenibilidad y, sin embargo, en algún momento del viernes decidieron cerrar los aparcamientos para bicis y tuvimos que sacar nuestra bici de allí como si fuésemos ladrones», indica Marcos, albaceteño durmiendo en Casillas que hoy se mueve en coche para evitar estos problemas.
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Entre canción y canción, encontrar a los amigos y perderlos o descansar un rato, hay espacio también para el debate. El Punto Violeta consigue captar la atención de los asistentes a través de «un juego de preguntas con el que comprobamos, por ejemplo, si saben distinguir entre abuso o agresión», cuenta Cecilia, trabajadora de Cruz Roja Juventud que comparte espacio con otras voluntarias. Por suerte, su trabajo hasta el momento se ha centrado en la parte lúdica pues no se han denunciado en el puesto agresiones sexuales. «Se han acercado muchos grupos del colectivo LGTBI y nos han comentado que los espacios de ocio, y más si se consume alcohol u otro tipo de droga, son peligrosos tanto para mujeres como para miembros del colectivo». Desde el 'stand' se alegran de comprobar que «la mayor parte de la gente está concienciada con el feminismo» en un espacio que pretende estar «libre de violencia machista».
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En este paseo por los puestos, muchos se paran en puestos de moda como el de Tía Calavera. «Hago ropa alternativa con un toque canalla y femenino», cuenta Laura Garcia, el alma de esta marca con taller en Beniel que por primera vez vende en el Warm Up y se muestra «encantada» de la experiencia. «Aunque el público es tímido, poco a poco se van acercando y conocen la marca», comenta Cristina Fructuoso, de Alcantarilla, que realiza bolsos, carteras y riñoneras con materiales reciclados. En otro de los puestos, Miriam ha encontrado unos bonitos pendientes de arcoíris en colores pastel, ideales para superar el reciente disgusto de la despedida de Izal.
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