Alejandro Sanz continúa emocionando en Murcia

Fue ese uno de los pocos instantes en los que Alejandro Sanz, vestido completamente de negro, se desprendió de las gafas de sol que le acompañaron durante toda la velada. Una noche musical que comenzó con 'No es lo mismo'. «Vale / que a lo mejor me lo merezco, / bueno / pero mi voz no te la vendo / puerta» fue el primer estribillo coreado en esta cita con el madrileño, dentro del ciclo Murcia ON, en la que no faltaron los clásicos imprescindibles que hace más de veinte años le lanzaron al estrellato. 'Amiga mía' y 'El alma al aire', entre ellos.

Con el movimiento de abanico, o abanico improvisado en algunos casos, se marcó el ritmo de una noche cálida en exceso en la que el viento brilló por su ausencia. 31 grados y una sensación térmica de 35 que llevó incluso a Sanz a parar el concierto durante un instante para preocuparse por el estado de salud de una persona que tuvo que abandonar la pista para recibir asistencia médica. No obstante, las temperaturas más altas las sufrieron aquellas seguidoras, en su mayoría mujeres, que a la hora de comer ya esperaban en los aledaños de la plaza para, en cuanto se abrieran las puertas, conseguir un sitio en primera fila.

Hubo espacios íntimos con Alejandro Sanz al piano y minutos en los que se rebajó la intensidad con temas como 'Looking for paradise', un respiro durante una noche de emociones en la que no faltó el esperado 'Corazón partío'. Ahí comenzó ese tradicional juego de entradas y salidas a escena con el que el artista aprovechó para darle el reconocimiento merecido a sus brillantes coristas e instrumentistas. Tras '¿Y si fuera ella?', otra de las indispensables, llegó el adiós definitivo con una larga ovación con la que el público de nuevo demostró su compromiso con el artista tras más de dos horas de regalos, de canciones que enamoran, duelen y remueven. Ya seas fan incondicional o espectador circunstancial. Porque no sabes cuánto te gusta Alejandro Sanz hasta que vas a un concierto de Alejandro Sanz.