Una noche de amor

Como una metáfora de su propio amor por este arte, las cinco parejas invitadas presentaron un programa donde primó el amor en todas sus vertientes: bodas, celos, reconciliaciones y amistades. Cristina Casa e Ion Agirretxe, acompañados del pianista Marcos Madrigal, levantaron al auditorio mientras sobrevolaban el escenario con portés de vértigo y una energía sin igual en 'Loss'. Roxane Stojanov y Antonio Conforti fueron bienvenida y despedida de la gala con una simbiosis de emotividad y elegancia técnica en la que mostraron la joya más custodiada del Ballet de la Ópera de París, con el 'Don Quijote' de Nureyev. Anna Ishii y Ricardo Bravo, del Ballet de Barcelona, detuvieron la atmósfera con 'Chronos'. La danza española tuvo su especial hueco con Iván Delgado del Río y Macarena López, que con 'Reverso' recrearon esa esencia mágica que atrapa y no suelta.

El brindis final fue para Filipa de Castro y Carlos Pinillos, principales de la CNB de Portugal. Pinillos colmó al público de su explosividad y entrega única en escena con los pasos a dos del ballet más viejo y nuevo, 'La Sylphide' y 'Cantata', como un retrato de su propia trayectoria que tras dos décadas siendo principal se despide de su compañía.

Habrá quien entienda la Gala como un concurso de talentos. Personalmente, me gusta compararla con una cata para degustar aquellos sabores inaccesibles en los menús diarios. Una fuente de intercambio cultural, de convergencia de corrientes coreográficas, y confluencia de nuevas promesas y talentos de largo recorrido, que, en última instancia, es un reencuentro entre amigos que se abrazan y celebran juntos otro año más al abrigo de su pasión compartida.