El cómico madrileño Luis Álvaro, que en su currículum cuenta con programas como 'La Resistencia', 'Caramelo', 'Ilustres Ignorantes' (los tres de Movistar+), 'En el aire' (La Sexta) y 'Yu, no te pierdas nada' (Los 40), además de ser habitual de Comedy Central, actuará este sábado, a las 21 horas, en la Cafetería Cooperativa Ítaca ... , dentro de lo que ha bautizado como 'Random Tour'. Durante su 'show', ofrecerá un monólogo en el que mostrará por qué es uno de los grandes maestros del humor negro y absurdo en España, encadenando un chiste tras otro a un ritmo frenético para no dar ni un respiro al espectador, y con canciones en directo sobre las temáticas más inverosímiles.
Publicidad
–Han pasado cinco años desde su última visita a la Región. ¿Qué tal es el público murciano?
–¿Cinco? Juraría que menos. ¡No me acuerdo! Del público murciano no puedo hablar, pero mi público murciano es cojonudo porque, en general, es pura élite.
–¿Cómo definiría su humor y el 'Random Tour'? El público ha llegado a decir que es un género en sí mismo.
–Mis 'shows' son brochazos verbales, algunos más pensados que otros, y si al final te alejas del cuadro, ves que no he pintado nada, pero es la puesta en escena lo que llama la atención, porque soy muy nervioso y me dejo llevar. Entro como en trance y los chistes son mis visiones. Lo de 'Random Tour' es una coña porque son fechas al tuntún. Las giras de verdad se cierran del tirón y eso, en mi caso, es un sueño todavía por cumplir.
–Recorre España de arriba abajo y tiene un 'show' fijo cada semana en Madrid. Usted lo sabe bien, ¿de qué nos reímos ahora?
–Por lo menos ahora la gente cuando elige un plan se fija en quién actúa, que antes iban a lo loco a ver un 'club de la comedia' genérico. El público, en general, sigue prefiriendo lo que ya ha visto antes mil veces, aunque hay propuestas alternativas de éxito como la de 'Pantomima Full'. Y cuando crees que la cosa solo puede mejorar, las redes sociales, con los vídeos virales de cómicos 'improvisando', han despertado a un público nuevo, como la gente que cuando llegó el bakalao descubrió que le gustaba la música. Hay que ser muy nuevo para ver en una charla de ascensor una acrobacia dialéctica que digas: «Joder, tengo que verlo en directo». Eso es algo básico, nivel llevar pañal en el cerebro.
Publicidad
–Su ritmo frenético y lo trabajado de algunas de las ideas que expone hacen que el público continúe masticando Su 'show' mucho después de salir de él. ¿Es una especie de cumplido?
–Creo que soy involuntariamente denso y lo mismo que puede atraer a algunos mi forma de contar chistes, sin momento de descanso, también puede espantar a otros; aunque, honestamente, sé que yendo más despacio daría más tiempo al público para procesar y paladear las ideas y llegaría a más gente. Mi ventaja es que pueden venir a verme varias veces, y hay mucha gente que repite de seguido, porque es casi imposible que retenga nada.
–¿Cree que el humor negro es una forma útil de hacer frente a situaciones difíciles o una forma de trivializarlas?
–En mi caso es una respuesta al sinsentido. Violencia, tragedia, dolor... Hay situaciones que la razón es incapaz de procesar y el humor entra como una fórmula matemática absurda a ordenar aquello.
Publicidad
–La actualidad de esta semana ha girado en torno al 8M, habrá alguna referencia...
–¿Feminismo y humor?
–Una de sus particularidades es que suele intercalar canciones dentro del 'show'. ¿Qué tal casan la música y el humor?
–Creo que el público agradece las canciones porque así descansan la cabeza, y para mí la música es una muleta: gallegos, andaluces o manchegos aprovechan la sonoridad de su acento para hacer más gracia, ¿y hay algo acaso más melódico que un acento? Exacto, una melodía. La música es mi acento gracioso (y mi música es tu voz).
Publicidad
–¿Cómo definiría el mundo de la comedia en España? ¿Solo triunfa el humor blanco o hay espacio para que propuestas alternativas como la suya tengan éxito?
–Mi propuesta es sostenible, pero no considero que tenga éxito todavía. Otras como la de 'Pantomima' o Miguel Noguera sí, pero son excepcionales, y es que no caben más. Nos faltan millones de personas de público para sostener una escena más rica y variada. El humor blanco es el más difícil de hacer y el que más dinero da. No es casualidad. Otros palos más alternativos, con la excusa de la autoría o la experimentación, pueden camuflar mucha autoindulgencia.
Infórmate con LA VERDAD: 1 año x 29,95€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.