María José Solano: «Grecia es de esos lugares donde el espectáculo no es más que aridez y espacio para tu imaginación y conocimiento»
La autora de 'Una aventura griega' estará el martes en el Aula de Cultura de LA VERDAD para hablar del viajero Patrick Leigh Fermor
El próximo libro de María José Solano (Sevilla, 1975) también será de viajes y tendrá Venecia como ciudad protagonista. Esta entrevista, de hecho, se desarrolla ... con la autora de 'Una aventura griega' (Debate) y 'Jerez' (Tinta Blanca) en un lugar apacible del Museo Correr, con la plaza de San Marcos de telón de fondo. Solano disfruta de unos días en la ciudad de Marco Polo, Tiziano, Canova, Vivaldi y Casanova. Pero el próximo martes 6 de febrero, a las 19.30 horas, estará en el Aula de Cultura de LA VERDAD en Murcia, en el salón de actos de la Fundación Cajamurcia en Gran Vía, 23, con entrada libre, para hablar de Grecia y del intrépido escritor sir Patrick Leigh Fermor, amigo de Lawrence y Gerald Durrell. La escritora e historiadora del arte, cofundadora del portal literario 'Zenda', corresponsable de la editorial Zenda-Edhasa y articulista y colaboradora del diario 'ABC' viene a Murcia cargada de sabiduría y con deseos de reencontrarse con un batallón de amigos y lectores.
-Teniendo mil opciones, ¿qué propone para cuatro días en Venecia?
-Lo que he hecho esta vez es sacarme un tique de la mayor parte de las iglesias [por ejemplo, el Chorus Pass, que ofrece un circuito por 15], un montón en las que yo no había estado, incluso en barrios alejados. Me he decidido esta vez a hacerlo así, y está siendo una Venecia totalmente desconocida para mí. Crees que vienes a una ciudad que ya conoces, pero es mentira. Te encuentras siempre con otro mundo. En invierno, Venecia es muy fría, pero hoy el sol nos compensa. Y, además, están de carnaval, y no es un carnaval invasivo, sino algo muy elegante.
-En la narrativa de viajes, que en su caso aúna la biografía, la crónica sentimental y la historia, usted se desenvuelve de manera muy natural. Por ahí ha encontrado también su camino como escritora.
-Sí, absolutamente. Es que yo siempre he sido lectora del género de viajes. Soy lectora de novelas, pero, en realidad, mis afinidades electivas, por decantación, cuando has leído mucho y te haces mayor, te quedas con los libros que te llegan. De alguna forma, son libros que hablan un mismo lenguaje, que te otorgan un lenguaje más personal. Esos libros, para mí, los que siempre tengo a mano y releo, son los libros de viajes. Es un género total porque abarca la biografía, la novela, la poesía... Frente a un mundo tan visual como el que conocemos hoy, donde los viajes son una colección de fotografías que inundan las redes sociales, la narrativa de viajes propone una nueva manera de mirar las cosas que no se pueden ver en las imágenes. Esta apela a lo sensorial, a lo sensitivo, para descubrir lo que no se ve.
«Según Artemis Cooper, su biógrafa, era una cascada de risas y anécdotas, un gran vividor»
-Arturo Pérez-Reverte (Cartagena, 1951), autor del que el catedrático de Literatura Española Contemporánea en la Universidad de Edimburgo Alexis Grohmann sostiene que ha inventado novelas y géneros que no existían en España, fue una persona clave para que usted se animara a publicar 'Una aventura griega'. Ambos comparten cierto encandilamiento por el viajero Patrick Leigh Fermor (1915-2011).
-Es verdad que Leigh Fermor es muy poco conocido en España, y Pérez-Reverte no es solo uno de los más grandes autores, sino un grandísimo lector. Conocía la vida y la obra de Fermor. Cuando yo fui a Grecia publiqué por entregas la experiencia en 'Zenda' [la revista literaria digital en lengua española que edita el Grupo Vocento, al que pertenece LA VERDAD, impulsada por Pérez-Reverte en 2016 con el apoyo de una veintena de escritores y actualmente dirigida por el burgalés Leandro Pérez]. Arturo me dijo que estas entregas tenía que reunirlas, porque Fermor es un tipo interesantísimo. Y así surgió esta mirada un poco fragmentada, que duró unos tres meses en 'Zenda', y a partir de ahí, al año o así, me contactó la editorial para comentarme que en esas entregas estaba el germen de un libro. Así fue. Le di forma, estructura y potencia, y este es el resultado final. Grecia es la excusa para hacer un viaje hacia él.
-Leigh Fermor estuvo a punto de cumplir la centuria, y vivió ciertamente el siglo XX casi por entero y el comienzo de otra era. 'El tiempo de los regalos' (1977), 'Entre los bosques y el agua' (1986) y 'El último tramo' (2014) reúnen sus aventuras griegas.
-Murió en 2011, y tuvo una vida apasionante, con una última etapa muy productiva, escribiendo y estudiando. Dolores Payás, su gran traductora al español, [autora de 'Drink Time! (En compañía de Patrick Leigh Fermor)' (Acantilado, 2011)] es muy amiga mía, nos intercambiamos cosas y hablamos de 'Paddy', como le apodaban, y de sus libros llenos de belleza, inteligencia, humanidad y humor. La mejor manera de conocerle, me dijo Dolores, era traducirlo con cercanía. 'Drink Time!', el tiempo de la bebida, era el grito de guerra de 'Paddy', y es así como titula Dolores ese libro tan fantástico y que cuenta, mejor que nadie, cómo era ese Fermor nonagenario todavía con un insaciable sentido del humor y viviendo en Grecia.
Aula de Cultura de LA VERDAD

-
Qué La escritora María José Solano presentará 'Una aventura griega'.
-
Cuándo El martes 6 de febrero a las 19.30 horas
-
Dónde En el salón de actos de Fundación Cajamurcia. Gran Vía, 23, Murcia. Entrada libre (240 plazas)
-¿Qué le habría gustado a usted preguntarle a Leigh Fermor? Siempre hay dudas pendientes.
-Es interesante eso porque yo, además de hablar mucho con Dolores Payás, para quien Patrick Leigh Fermor es el último ejemplar en su especie [«autodidacta, cultísimo, aventurero y vividor, su biografía es tan novelesca que en sí misma bastaría para convertirlo en figura de extraordinario atractivo», dice Payás], yo fui a Londres para entrevistar a la biógrafa de Fermor, Artemis Cooper (1953), historiadora y editora británica. Lo que quería es que ella me contara; darle pie, como dicen en el teatro, para que ella me contara. Ellos eran amigos. 'Paddy' era amigo de la abuela de Artemis, a la que estimaba mucho, y de sus padres. Aún teniendo en común amigos y familia, cuando te sentabas con él, me dijo, a escribir su biografía te contaba millones de anécdotas, se reía, y, sobre todo, lo que ella me dijo era que Fermor le pedía que ella le contara cosas. A Artemis le costó muchísimo esa obra, 'Patrick Leigh Fermor: un aventurero' (2012), ella lo compara con una cascada de agua que hay que atravesar porque sabes que al otro lado están los tesoros. 'Paddy' era una cascada de risas y anécdotas, un gran vividor. Te hacía sentir tan a gusto y tan interesante, como la protagonista de una cita. Si hubiera tenido la suerte de sentarme a su lado, no le habría preguntado nada, solo me habría dedicado a escuchar, y que contase lo que quisiera. Habría bebido vino con él y le habría escuchado.
«El Mediterráneo es el lugar natural para la aventura, la poesía, el conocimiento, la arqueología»
-Autores como Thomas Edward Lawrence, Robert Graves, Henry Miller, Lawrence Durrell... también se dejaron fascinar por ese Mediterráneo emparentado con el mundo clásico y hoy quizás en decadencia. Fermor parece sucumbir al mismo encanto.
-Estoy convencida de que esa generación de británicos afincados en el Mediterráneo, no solo por el sol y los precios bajos, que también, porque es una generación que como Fermor nace en la Primera Guerra Mundial y vive la Segunda Guerra Mundial. Estos hombres especiales, y ahí está la clave, vienen de una formación clásica, griega y latina, muy importante. No solo en las grandes universidades prestigiosas como Cambridge y Oxford, porque era un programa educativo. Yo estudié Latín con un programa educativo de Oxford, en vez de uno de la Universidad de Salamanca. Esta formación grecolatina será muy importante para esa generación. Es una orientación erudita. Para los más aventureros, el Mediterráneo es su lugar natural para la aventura, para el conocimiento, la poesía, la arqueología. El Mediterráneo aporta esa formación complementaria 'in situ'.
-Usted estudió Historia del Arte, podía haber sido arqueóloga.
-Todo tiene que ver, pero yo soy menos minuciosa, y más imaginativa. No sería una buena arqueóloga, pero habría sido, si me preguntas por quién me habría gustado ser, Agatha Christie, la mujer del arqueólogo [Max Mallowan, a quien acompañó largas temporadas en sus viajes a Irak y Siria].
-Antonio Lucas, periodista y escritor, muy querido en la Región de Murcia e hijo del añorado pintor y escultor ciezano José Lucas, dice que en 'Una aventura griega' todo suena a novela, a ficción.
-Es verdad, por eso de que yo soy una lectora de novelas. Cuando te pones a escribir, quizás sale el color de la ficción, aunque sea verdad lo que dices. Yo colaboro en 'ABC' como periodista cultural, y mis columnas tienen mucho de literatura, porque quizás sea esta mi forma de mirar también.



-A Fermor, ¿España no le despertó el mismo interés que Grecia?
-Artemis me dijo, y no recuerdo si en 'Mani' (viajes por el sur del Peloponeso) o 'Roumeli' (viajes por el norte de Grecia), que hace referencia a la Semana Santa de Sevilla. En sus cartas también hay referencias a la guerra civil española. En la época de los grandes viajes de Fermor, España está en plena guerra civil y posguerra, y eso a él nunca le interesó. Siempre estuvo atento a la belleza. Para aventureros como Hemingway, 'Paddy' era un héroe mediterráneo, y no le interesa para nada las ruinas de esa España.
-¿Qué se repite en cada viaje?
-Que sin libros no se puede viajar. Que un viajero de verdad lleva la mochila cargada de libros. Grecia es un país recomendable para viajar con un cargamento. Lugares como Grecia son lugares donde el espectáculo no es más que aridez y espacio para tu imaginación y tu conocimiento.
-Sevilla. ¿Cómo influyó en su manera de despertar al mundo?
-La Sevilla que a mí me interesa no existe. Hace dos veranos, Jesús Calero, jefe de Cultura de 'ABC', me encargó escribir sobre Sevilla, y la que me interesa a mí es una Sevilla fundacional, la Sevilla medieval, la de Alfonso X El Sabio, la Sevilla que es llamada «la Florencia del sur», porque éramos todo. Cuando Hernán Cortés llega a América y escribe a Carlos V, la carta dice: 'Majestad, Tenochtitlan es como Sevilla y Córdoba juntas. Y el templo de la plaza es más alto que la Giralda'. Sevilla fue el Nueva York del mundo durante tres siglos. Esa Sevilla es fascinante. Disfruto volviendo, pero me enfada que Sevilla hoy tenga tan poca memoria.
«Donde mejor he comido»
-¿Qué relación tiene con la Región de Murcia y sus pobladores?
-Uno de mis mejores amigos es de Murcia. Yo me saqué el PER, el título de patrón de embarcaciones de recreo, en Cartagena, donde estuve unos meses. He navegado por esas aguas, hice buenos amigos allí. ¡Yo no he comido mejor en mi vida que en la Región de Murcia! Tengo una amiga, Paloma González Rubio, también escritora, que tiene un barco allí y solemos navegar juntas.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.