El debut en el 'thriller' del autor alcantarillero Pedro J. Martínez

«El cáncer es una enfermedad que se cura. Las organizaciones de la salud dicen que el 25% de las personas lo sufriremos alguna vez. Antes yo tenía una imagen muy errónea de los que sufren esta enfermedad. Mi madre tuvo el mismo cáncer que yo, y recuerdo que les dije a mis hermanos: 'La herencia de mamá me la he llevado yo'. Siempre quise tomármelo con humor. A mis hijos se lo conté y acto seguido les puse música para que bailáramos», recuerda emocionado.

Su vena de escritor resurge justo en este periodo. «Después de sentirme desubicado durante seis meses tras el diagnóstico, decido pedir ayuda. El psiquiatra me dijo que necesitaba acostumbrarme a mi nueva vida. Después de un año y medio sin hacer nada útil, me puse a escribir el primer capítulo, soltando ideas. Recuerdo que empezaba con lluvia, todos mis libros empiezan con ella, no sé por qué, tal vez porque es algo que limpia...», sugiere.

Lo primero que hizo al completar el manuscrito fue ponerlo a prueba con su familia. «Les di los primeros siete capítulos a mis hijos. Después, los invité a cenar y les hice una especie de cuestionario. Me sorprendió que las que más leen son las chicas. De hecho, el 'target' de lectura en España está dominado por mujeres. La protagonista tiene un trastorno de hipersensualidad compulsiva y, pues es normal, a ellas les dio un poco de estupor. Pero se dieron cuenta de que esta novela va mucho más allá de eso», afirma el narrador, un apasionado de la geopolítica: «Creo que a todos nos gusta, aunque digamos que la odiamos. Hoy abunda la insensatez. Un psicólogo que escuché hace poco decía que votamos desde la ira y la rabia. Además, solo hay que mirar a nuestro alrededor. Ya no se manejan las ideas sino el horror de lo que los demás están haciendo. Hay que votar con la razón y la estamos perdiendo».