Secciones
Servicios
Destacamos
Francisco Ojados
Viernes, 6 de septiembre 2024, 00:50
Pepín Liria (Cehegín, 1970), quien se despidiera con gloria de los ruedos el 12 de octubre de 2008, con alguna aparición esporádica y media posterior –la última en 2017– vuelve a ver colgado su nombre en un cartel de toros. El de la Feria de ... Murcia de este año, en la que el torero de Cehegín volverá a hacer el paseíllo la tarde del lunes 16 de septiembre, en la despedida de Enrique Ponce del coso de La Condomina.
A fe que se lo ha tomado muy en serio. Su palaba es «compromiso», y afirma que regresa por un día «con todo el respeto a su profesión a su público». La corrida del lunes de feria, el mano a mano con Enrique Ponce, se fue fraguando desde febrero. Cuanta Liria que la amistad entre ambos trasciendo los ruedos. Amantes del golf, juegan bastante juntos, un día de invierno Ponce le contó al murciano su propósito de hacer una temporada de despedida en las plazas más señaladas para el valenciano, que puso la muleta al de Cehegín: «¿Me preguntó si estaba preparado para vestirme de torero y acompañarlo en su despedida de Murcia?».
Desde ese día, Liria ya sabía que acabaría toreando en su plaza. Luego vino una reunión con el empresario Ángel Bernal, en la que quedó definido el cómo, y la presentación de la feria, en junio, confirmando la noticia.
Desde entonces la preparación del veterano diestro está siendo como aquellas en las que hacía temporada completa y se enfrentaba a los toros de las ganaderías más imponentes. Quizás, incluso, más exigente, porque los años no pasan en balde y pese a mantenerse en una forma envidiable, sin un gramo de grasa, hay que prepararse a fondo, como lo está haciendo.
A dos semanas vista, Pepín Liria es transparente cuando afirma que se levanta cada día con la pregunta de si habrá acertado. Las mismas dudas que todas las temporadas le surgían en los inviernos, cuando estaba en activo y se cuestionaba interiormente si iba a ser capaz de seguir haciendo aquello que lo llevó a ser un torero de ferias. La ilusión es, sin embargo, más fuerte que la duda, y Pepín, hombre y torero de manías, está siguiendo en este regreso todas las rutinas que le acompañaron en su etapa en activo. El de Cehegín ha montado su cuartel general en Sevilla, en pleno campo, en casa de su gran amigo Espartaco, y desde allí, alterna los madrugones y la preparación física con tentadores, toreando en el campo casi a diario, porque a Liria los ganaderos le siguen abriendo las puertas.
Volverá al patio de cuadrillas de La Condomina el lunes de feria, un día que califica de «muy especial», por dos causa:, la primera es acompañar a un maestro como Ponce en su despedida; y la otra, volver a la plaza que le quitaba el sueño pero que tantas satisfacciones le ha dado en su carrera. No en vano es el torero que más veces ha sido triunfador de la Feria de Murcia.
La amistad con Ponce es íntima, pero sabe que no le va a regalar nada. Han sido 14 años toreando juntos en esta plaza, con hitos como el de la tarde en con dos indultos de los toros de Zalduendo. Liria sabe quién es Ponce y Ponce sabe quién es Liria en esta plaza.
Si medirse con Ponce ya es una responsabilidad, la otra es que el público que saca su entrada querrá ver al mejor Liria, y para eso se está preparando. De hecho, afirma que no le cabe otra cosa en la cabeza que «ser el triunfador de la feria de Murcia», volver a competir con los mejores toreros, y esa es su ilusión y le mueve para hacer un esfuerzo que la preparación que está llevando exige. Tendrá que explicárselo, entre otros, a Roca Rey, triunfador de las dos últimas ferias. Pero Liria, en su plaza, siempre compitió con los mejores.
Es consciente de que se ha organizado la corrida con muchos matices que le dan la categoría de acontecimiento. A la despedida del maestro valencia se une que la corrida será goyesca, con un cartel especial, único para ese día. Y eso es lo que también le ha motivado sobre manera. Será una tarde para volver a disfrutar del toreo. Está encantado con el cartel que ha pintado Diego Ramos, y afirma que muchos coleccionistas lo están llamando para conseguirlo. Liria está cuidando todos los detalles. Continúa coqueteando con la ropa de torear y para solo una corrida se ha hecho dos capotes de paseo, de los que habla con la emoción de ser confeccionados con los trajes de su madre, y que se han bordado con la imagen de la Fuensanta, pero también dos vestidos goyescos, que valen un dinero, para lucir bien en Murcia. De ellos Liria solo desvela que uno de ellos es de un color que nunca ha vestido, porque «no me he atrevido a ponerme» y el otro es un color muy clásico en Liria. Afirma que cuando «elija el que me voy a poner va a llamar mucho la atención, también por el diseño que es de Manzanares». Y es que para Pepín «Murcia siempre ha sido el lugar para estrenar vestidos y capotes de paseo». También tendrá encanto la llegada de los toreros a la plaza, prevista en calesa tirada por caballos. Lo que no se puede negar a Liria es su don de gentes y son muchos los amigos, grandes nombres el deporte, que le han confirmado que estarán con él ese día.
Nos contaban que estaba andando muy bien en el campo y quisimos comprobarlo en un tentadero en la ganadería de Victoriano del Río. Lidió tres vacas. Pudo con la mala, le hizo faena a la regular y lo bordó con otra extraordinaria.
Constatado queda, «el león de Cehegín» está preparado para volver a rugir.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.