Juan Ramón Calero, en el despacho de su domicilio, en la Plaza del Romea de Murcia. MArtínez Bueso
Abogado del Estado jubilado y escritor

Juan Ramón Calero: «López Miras debe procurar no parecerse a Isabel Díaz Ayuso; él está para hacer Región»

«Lo que a esta Comunidad le falta es una buena oposición, y los del PSOE son muy brutos», asegura el abogado del Estado y escritor

Domingo, 19 de mayo 2024, 07:45

Todo el mundo que le conoce sabe de su valía intelectual, de su inteligencia. Puede caer fatal o de dulce, pero no resulta indiferente. Su reino no es el de los tibios. Juan Ramón Calero (Murcia, 1947) ha publicado 'Memoria selectiva (Algunos recuerdos de la ... política, 1982-1997)' en la editorial Gollarín. Un libro que se devora y que ayuda a comprender de forma amena «algunos de los aspectos de los últimos cincuenta años de la política en España», con gran protagonismo de la Región de Murcia. Abogado del Estado, de derechas, ha sido, entre otros cargos, diputado en Cortes, diputado en la Asamblea Regional, portavoz del grupo parlamentario popular en el Congreso de los Diputados (1991-1995) y presidente regional en Murcia de AP-PP. En 1996 se dio de baja en el PP, y un año después participó en la fundación en Madrid del Partido Demócrata Español (PADE), del que fue su presidente nacional. El libro se presenta este jueves, 23 de mayo, a las 19.00 horas, en el salón de actos del Centro Cultural Las Claras de Cajamurcia.

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-¿Se imaginó de presidente del Gobierno de España?

-Pues mire, sí, yo como político no tenía límites. Éramos tres los sucesores de [Manuel] Fraga, a los que nos llamaban sus cachorros: Rodrigo Rato, José María Aznar y yo. Yo hubiese podido perfectamente aguantar en la política; era cuestión de adaptarse, pero mi carácter no me lo permitía. A mí no me han echado nunca de ningún sitio, he dimitido yo de todo. Podría haber aguantado los embates de tus compañeros, que son los peores. Que un tío de la oposición te llame 'hijo de puta', pues bueno, pero que los compañeros de partido te hagan la vida imposible, eso se lleva mal. Podía haber aguantado, pero mi profesión de abogado del Estado me tiraba continuamente.

-Cita en su libro a sus cinco grandes enemigos, todos próximos a usted.

-Sí: Tomás Maestre, Manuel Fraga, José María Aznar, Paco Álvarez Cascos y Arturo García Tizón. Pocos pero muy bien situados, y el perjuicio que me han causado ha sido grande.

-¿Qué tiene usted?

-Tengo un oído muy fino, no lo he perdido todavía. Tengo 76 años y estoy increíble, mucho mejor desde que me quité de la política y del tabaco, porque me quité de ambas cosas a la vez y me quedé en la gloria; de no haberlo hecho, estaría muerto. Fumaba muchísimo, Ducados.

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«Lo que a esta Región le falta es una buena oposición, y los del PSOE son muy brutos»

-Fue amigo de Aznar.

-Fuimos amigos, sí. Los 'tres cachorros' de Fraga nos llevábamos bien. Aznar y yo nos reuníamos muchas veces en su casa a cenar y a conspirar [risas]. Y, ¿cómo olvidarme del estupendo cochinillo que nos comimos juntos una vez en el pueblo de Emilio Romero? Nos ayudamos mucho, pero tuvimos un pequeño enfrentamiento a propósito de una ponencia suya sobre política fiscal a la que yo le hice una enmienda que él, como inspector de Hacienda, no me quiso aceptar en comisión. Así es que yo, con mis cojones, la llevé a pleno. Tuvimos un debate muy encendido que gané yo, porque Aznar es bastante más seco, más frío y menos comunicativo. No le sentó bien. Lo que pienso es que Aznar no era el más adecuado para ser el líder del partido, pero Fraga se dejó convencer por él. Fraga tenía un 90% de genio, de talento, pero otro 10% de persona tirando a tontica, y le tomaban el pelo a base de adularlo y cosas así.

-¿Qué pasó entre ustedes?

-Fraga le dijo, bueno, tú vas a ser candidato, tú vas a ser mi heredero, pero no a beneficio de inventario. Y a partir de ahí, ni agua a Miguel Herrero de Miñón y a mí. A él lo que le gustaba era rodearse de personas que se lo debieran todo, y tanto Miguel como yo teníamos nuestra propia trayectoria profesional y política y no le debíamos nada. Llegó a convertir en diputados y senadores a empleados del partido.

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En tragos cortos:

  • Un viaje pendiente México

  • Un lugar al que volver Granada

  • Un libro de cabecera 'Platero y yo'

  • Un pintor Velázquez

  • Un músico Mozart

  • Un personaje histórico Napoleón

  • Un postre Naranja

  • Una manía El orden

  • Una prenda de vestir Corbata

  • Un sueño cumplido Mis nietos

  • Un consejo Paciencia

  • ¿Qué último regalo ha recibido? Un libro

  • Un político Manuel Fraga

-¿Ha sido un buen presidente de este país?

-Yo creo que durante su primer mandato sí, porque Jordi Pujol, que era un zorro viejo y tenía un equipo de gente con mucho talento, le aconsejó mucho. Pero en su segundo mandato, cuando sacó mayoría absoluta, se le vieron todas sus vergüenzas. Y lo que hizo con el atentando del 11-M, intentando vendernos la 'bacalá' de que había sido ETA, fue una vergüenza. Sabía que si decía eso, y se le creía, el PP barrería en las elecciones. Mintió incluso a la ONU, pero la gente se dio cuenta de la mentira y se perdieron las elecciones. Pero, vamos, que yo la última vez que lo vi lo saludé cariñosamente y le pregunté por Ana y tal. No tengo nada en contra de él.

«Siempre eché de menos de [Ramón Luis] Valcárcel que se enfrentara a Madrid cuando era necesario»

-¿No?

-No, lo que he visto es que se mete mucho en las cosas del partido y que al pobre [Mariano] Rajoy le hizo la vida imposible. Creo que Aznar se fue de la Presidencia del Gobierno convencido de que lo llamaríamos otra y vez y volvería a Moncloa. No sé cómo no cayó en la cuenta de que en política nunca hay delfines, lo que hay son pirañas o tiburones. Pirañas dispuestas a comerte los ojos. Además, Rajoy es un político que vale más que él. Ahora da la impresión de que con [Núñez] Feijóo, que parece un gallego fino, se está portando bien, pero Feijóo tendría que tener cuidado. Los expresidentes en general no lo están haciendo bien. Mire Felipe González, atacando siempre a Pedro Sánchez, y a [Rodríguez] Zapatero apoyando a Sánchez para joder a Felipe. El único que lo está haciendo bien es Rajoy.

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-Y Ramón Luis Valcárcel, que lo sustituyó a usted como líder regional, ¿cómo pasará a la historia de esta Región?

-[Silencio...] Pues, mire, yo no lo sé. A lo mejor no tengo suficiente perspectiva... Le conozco bien, ha sido mucho tiempo mi compañero de partido y mi vicepresidente, y a su familia yo la quería mucho. A él lo aprecio... Vamos a ver, a mí no me traicionaron ni Ramón Luis Valcárcel ni [el exalcalde de Murcia] Miguel Ángel Cámara. Ellos me apoyaron en el Congreso de los años 90, el llamado 'congreso de los abanicos' porque hacía un puto calor ese día como para no olvidarlo. Ganamos el congreso, pero ya en el 91 les dijeron [desde Génova] que si seguían apoyándome se acabarían sus carreras políticas. Y, claro, se decidieron por sus carreras políticas [sonríe]. Lo veo y lo saludo, teniendo en cuenta que lo del PADE, yo comprendo que le jodiera. En alguna ocasión me puso verde, que si 'los hijos de puta del PADE' [ríe], pero bueno.

-¿Me responde a lo de qué valoración hace de su gestión?

-Hay que reconocerle que ha sabido mantenerse durante muchos años, algo que no es fácil, y que ha sabido gestionar, digamos, los asuntos ordinarios; pero lo que siempre eché de menos de Valcárcel es que se enfrentara a Madrid cuando era necesario. No tenía que haber aceptado el pacto con [José] Bono para el agua, no tenía que haber aceptado que para ir a Madrid en AVE tengamos que pasar por Cuenca [ironiza], no tenía que haber aceptado muchas cosas. Vale que Murcia es sólo el 3% del censo, del PIB..., pero ese 3% lo puedes hacer valer y conseguir cosas. Valcárcel no se ha hecho valer en Madrid porque ha cuidado demasiado su carrera política. Ya se sabe que si te enfrentas a Madrid, ¡cuidado! Uno de mis errores fue que yo sí lo hacía cuando lo creía necesario. Yo pensaba que dependes del apoyo de las bases, pero no es verdad, dependes del apoyo de las alturas. Y Ramón Luis ha cuidado mucho siempre las alturas. Yo no lo hice.

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«Que los compañeros de partido te hagan la vida imposible, eso se lleva mal»

-¿Rodrigo Rato le ha decepcionado? Pudo haber gobernado España.

-Bueno, está ya condenado después de haber soportado la pena de banquillo. La justicia penal debería de ser mucho más rápida, y la culpa de que no sea así la tienen los que están en política. No se ha logrado sacar una ley de enjuiciamiento criminal nueva, dado que la que tenemos es de 1881. Al final, lo que tiene Rato es una trayectoria llena de sombras. Su padre ya estuvo en la cárcel en la época de Franco por corrupción.

-¿Sigue relacionándose con él?

-Ya no, pero no tengo en contra suya. Recuerdo que alguna novia suya despechada vino a verme y que yo hablase con él, como si yo fuese una alcahueta [ríe]. Su padre me regaló un libro suyo sobre el erotismo en tiempos de Roma, y Rodrigo me decía: '¡No leas las cosas de mi padre que son muy verdes!'.

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-¿Pensó en regresar a la política activa de manos del PP?

-¡No, no! Lo habrían visto como si la zorra se metiera en el gallinero, cosa que comprendo. Además, tanto Ramón Luis como Miguel Ángel eran conscientes de que yo podía pensar que ellos me habían traicionado, y temían que yo resucitara, que el cadáver de la Laguna Negra fuera a emerger. Y yo no pienso en emerger, yo estoy muerto y enterrado, pero cualquier iniciativa pública que emprendía les ponía nerviosos.

-¿Qué piensa del presidente Fernando López Miras?

-Tengo yo buena relación con él. Creo que está aprendiendo mucho y que está haciéndolo bien. En cuanto a aquella jugada que hizo en la legislatura anterior para salvar su presidencia, desde el punto de vista ético no es admisible, pero desde el punto de vista político sí. Abortó una moción de censura y destrozó a Ciudadanos. Un gobierno de tránsfugas no es ético, y quizá yo no lo hubiera hecho, pero él lo hizo y lo hizo bien. Bueno, lo hicieron bien él y Teodoro García Egea [ex secretario general del PP en la etapa de Pablo Casado]. Teodoro me llamó y me dijo: «Los tengo a todos [los tránsfugas] amarrados y a uno medio pensionista». Yo le pregunté que si hacer eso le parecía ético, y me respondió que se querían cargar al gobierno del PP aquí y en Madrid y que no lo iban a consentir. En Madrid, Isabel Díaz Ayuso se adelantó a la jugada. Ahora estarán disfrutando [García Egea y Pablo Casado] viéndola sufrir.

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-¿Eso cree?

-Lo del novio de Ayuso tiene mala pinta. Yo he llevado desde el año 91, en el que me reincorporé a la Abogacía del Estado, hasta el año 2017 en el que me jubilé, todos los delitos tributarios de esta Región. Estaba especializado en eso, y le digo que lo de este señor tiene mala pinta.

Agricultura

-¿Qué le falta a la Región?

-Lo que a esta Región le falta es una buena oposición, y los del PSOE son muy brutos. Además de que se cargaron de mala manera a [el expresidente] Carlos Collado, y de sus divisiones, no se dan cuenta de que en esta Región vivimos de la agricultura y de la ganadería, y que de ahí deriva todo lo demás. Les ha dado por meterse con los agricultores: que si son los culpables de la contaminación del Mar Menor, que si hay que acostumbrarse a que desaparezca el Trasvase Tajo-Segura... ¿son gilipollas o qué? No levantan cabeza. En cambio, López Miras sabe tratar bien a los agricultores; bueno, aunque los de Vox están muy metidos con los del Campo de Cartagena. El campo lo está cuidando, y, además, ha metido a [José Ángel] Antelo [líder regional de Vox] en el Gobierno. Antelo es un pedazo de pan, un tío que está en la política porque le da la gana, pero que no la necesita para nada. También reconozco que dice barbaridades de vez en cuando. En Vox hay dos almas. Una radical a la que se le pone el uniforme falangista y estamos directamente en el 36, y otra alma que es moderada. A esta alma pertenecen los que proceden del PADE, que fíjese si los conozco bien.

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-Me lo imagino.

-Estos son demócratas y moderados. Los dirigentes que proceden del PADE lo están haciendo bien. A mí me han ofrecido entrar en el partido, pero les he dicho que no, aunque conozco a [Santiago] Abascal -también conocía a su padre- y he colaborado en varias cosas que me han pedido cuando no los conocía nadie. Tengo muy claro que Vox no es mi partido. Una noche de invierno, en Alicante, pagué yo la cena con Abascal y otros cuantos de su círculo porque andaban mal de dinero. Les dije que el objetivo de Vox no podía ser complementar al PP, sino sustituirlo. Si se dedican a complementarlo, desaparecerán. Y eso es lo que va a pasar, que Vox va a desaparecer como partido porque vamos otra vez hacia un bipartidismo cada vez más claro. Tienen que moderarse, eso lo primero, y lo segundo que tienen que hacer es plantear siempre alternativas diferenciándose del PP, y no formando gobiernos con él.

-Antes hablaba de delfines, y a López Miras se le señaló como el delfín de [el dimitido expresidente] Pedro Antonio Sánchez.

-No es el delfín de Pedro Antonio Sánchez, es un político nato. Pedro Antonio Sánchez puede seguir en Miami tranquilamente, porque por aquí no tiene nada que hacer. No tiene mal equipo Miras, ahí está por ejemplo Marcos Ortuño, que es un lince. Y cuida mucho su imagen y hace caso de las cosas que se le dicen. Su padre es mi amigo, y cuando me pregunta por él le digo: 'Debe procurar no parecerse a Isabel Díaz Ayuso'. Él no está para hacerle oposición a Pedro Sánchez, está para hacer Región. Y ha habido momentos en que ha intentado parecerse a Ayuso.

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