Javier Mariscal estará este viernes en Murcia. JAVIER COTERA
Diseñador y artista plástico

Javier Mariscal: «Estamos evolucionando como especie, aunque todavía somos unos adolescentes tontos»

El creador valenciano, un histórico de la Marca España, participa este viernes en la Biblioteca Regional en la celebración del Día del Cómic

Viernes, 15 de marzo 2024, 01:12

Afirma que el logotipo de una fábrica de armas no lo haría ni por todo el oro del mundo. Y sabe bien que, cuando te ... equivocas, no hay que renunciar ni loco «a volver a empezar de nuevo tantas veces como haga falta». Las obras de Javier Mariscal (Valencia, 1950) son una fiesta. Histórico diseñador y artista plástico, y amigo de nuevas aventuras –tras el éxito de la película de animación para adultos 'Chico y Rita', un trabajo a medias con Fernando Trueba, han repetido experiencia con 'Dispararon al pianista' (2023)–, este viernes, a las 19.30 horas, participa en la celebración del Día del Cómic que tendrá lugar en la Comicteca de la Biblioteca Regional de Murcia (BRMU), que dirige Juanjo Lara. 'Dispararon al pianista', centrada en una trepidante investigación detrás de la misteriosa desaparición del pianista brasileño Tenorio Jr, se quedó este año sin Goya, al contrario que pasó en 2011 con 'Chico y Rita'. Qué delicia ver los dibujos de Mariscal mientras se escucha música de Joao Gilberto, Caetano Veloso, Gilberto Gil, Vinicius de Moraes... Ilusionado con su visita a Murcia.

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–¿Cómo está?

–Muy bien, acabo de llegar de Lisboa y estoy arreglando el huerto. Ahora vivo en el campo.

–¿Haciendo qué?

–Estoy echando compost, para que así las plantas crezcan contentas, y la semana que viene empezaré a plantar. Me gusta comerme las acelgas, las cebollas, los pimientos, las alcachofas, las espinacas, las habas, los guisantes y las berenjenas de mi huerto. Pero, vamos, que todavía voy al supermercado, porque no tengo gallinas, ni una vaca, ni un molino para moler trigo.

–¿Le agobian las grandes urbes?

–No, voy a Barcelona en mi moto, encantado, un día o dos a la semana, pero siempre me ha gustado mucho el campo. El estudio de Barcelona es muy grande, una antigua fábrica, y como ya no llevo sobre mis espaldas la mochila de tener a 30 o 40 personas trabajando conmigo, sino que ya sólo tengo a tres, pues vivo más tranquilo y me dedico a pintar, a hacer esculturas y un poco de todo.

DIALOGAR

«Yo he tenido conversaciones con gente de Vox, sin insultarnos, explicándonos lo que pensamos; así es como se avanza»

–¿Qué está creando ahora?

–Un cómic, pero no puedo hablar apenas de él. Es un relato de cómo se formó la Tierra, de quiénes son nuestros antepasados desde hace millones de años, de la importancia de las plantas, que son muy inteligentes y tienen sus propias estrategias y se comunican, y de los animales...; no creo en esa idea que viene de la Biblia de que el hombre es una creación de Dios. Somos naturaleza, y tenemos exactamente la misma casa para vivir que los animales y las plantas, la Tierra.

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–¿Qué ha cambiado?

–Yo tenía 18 años cuando, en Ibiza, escuché por vez primera a un americano hablar de ecología; ahora, a mi nieto le preguntas por la ecología y te puedes pasar una hora escuchándole. Poco a poco vamos evolucionado a mejor. Recuerde que a las mujeres no las dejaban votar porque se consideraba que su cerebro era peor que el de los hombres, y que existieron los esclavos como si nada, y que a los homosexuales en este país –yo he tenido siempre grandes amigos homosexuales heroicos– los metían en la cárcel. Vamos dejando de hacer burradas, aunque todavía seguimos haciendo muchas. Mire, en la antigua fábrica donde tengo mi estudio, llegaron a trabajar muchos niños.

–¿Qué hace cuándo se acuerda de todo eso?

–Doy gracias a nuestros tatarabuelos sindicalistas, a nuestras tatarabuelas feministas, y a toda esa gente que sigue luchando por mejorar las cosas. Y no es fácil, lo sé, mire lo que está pasando en Gaza, los estornudos del mal rollo no cesan. Sólo cuando cooperamos todos evolucionamos, no hay evolución sin cooperación. Lo que está pasando en Gaza es una animalada con la que se responde a otra animalada que hicieron otros, pero con el ojo por ojo no se logra nada; al revés, todo empeora.

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PREMIOS GOYA

«Hemos tenido la mala suerte [risas] de que ha competido también una película maravillosa como 'Robot Dreams'»

–¿Cómo se logra la convivencia?

–Por supuesto, escuchándonos. No hay paz sin diálogo, no hay convivencia si nos negamos a escuchar al otro. Yo he tenido conversaciones con gente de Vox, sin insultarnos, explicándonos lo que pensamos; así es como se avanza. La mayoría estamos haciendo cosas con amor para que el mundo funcione, desde un cruasán a una obra de arte o a operar a corazón abierto.

–¿A qué se apunta?

–Para cuatro días que vamos a vivir, al optimismo, además de que la Historia nos da motivos para serlo. Ahí está la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aunque [Vladímir] Putin se la pase por los huevos. Y hubo un señor como Darwin que nos razonó que no venimos del mono. Una sobrina mía, de pequeña, llegó del colegio y le dijo a su madre que le habían dicho que el hombre venía del mono. Cuando su madre se lo confirmó, ella le matizó: 'El hombre sí, pero nosotras no' [risas]. Ánimo, vamos evolucionando como especie, aunque todavía somos unos adolescentes tontos.

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–¿Contento con el resultado de 'Dispararon al pianista'?

–Sí, sobre todo cuando se ve en versión original. Creo que ha quedado una película muy hermosa. Ya sabíamos Fernando y yo las dificultades de hacer una película animada, porque todavía el público, y no sólo en España, sigue viendo las películas de dibujos animados como un producto para niños, y si me apura para niños y en Navidad. Pero resulta que, cuando los adultos ven una película animada como 'Dispararon al pianista', se emocionan mucho. En Francia ha funcionado muy bien, y en Estados Unidos hemos tenido unas críticas de esas que te cagas. En cuanto a los Goya, este año hemos tenido la mala suerte [risas], de que ha competido también una película maravillosa que se titula 'Robot Dreams' [de Pablo Berger]. El robot lo robó todo [risas]. Pero está bien que haya en un año varias buenas películas españolas de animación, eso es una buena noticia. Y me alegró por 'Robot Dreams' porque es una muy buena película.

–¿Le han llegado propuestas de otros proyectos para cine?

–Sí, tres de diferentes países, pero no me han interesado nada los guiones, unos guiones infumables. A mí no me interesa meter tanta energía en algo que no me convenza, que no me motive. Un amigo me dijo, 'pero con lo que te pagarían te podrías comprar una masía'. ¿Y qué? Yo no quiero hacer nada artístico que no me apetezca.

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Punto de humor

–Usted forma parte de la historia de la Marca España.

–Creo que la gran mayoría de gente que vivimos en este rinconcito al que llamamos España no somos conscientes de lo enchufados que somos por haber nacido aquí. Creo que España es un país maravilloso y con un clima fantástico, y también tenemos este punto de humor y de cachondeo que está muy bien, aunque es cierto que al mismo tiempo se da mucho la chapuza. Se dice que somos muy envidiosos, pero en Japón son mucho más envidiosos que en España, y en China todavía mucho más. Hay muchas cosas que mejorar, por supuesto, como el entender que el hecho de que se hablen distintas lenguas es enriquecedor. Tenemos el castellano, que lo hablan millones y millones de personas en el mundo, lo cual es algo fabuloso. Pero tampoco pasa nada porque se amen otras lenguas maternas y no se puede ir en contra de eso. Las lenguas son una riqueza. Yo me considero más bien europeo y del planeta Tierra.

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