La danza contemporánea, a diferencia de la clásica, española o flamenco, posee una característica propia y es la de libertad absoluta a la hora de ... creaciones coreográficas, mezclando todo tipo de recursos, música, escenografía, argumento y estilos. Eso no quiere decir que ese «todo» sea válido y que «todo» lo calificado como contemporáneo sea la justificación para acceder a la programación de espacios escénicos. Por lo tanto, los circuitos como el de Danza a Escena son una perfecta ocasión de conocer, observar y comparar compañías, intérpretes y creaciones cuyo resultado suponga el merecido aval. Una de las compañías que ya ha ganado esa confianza es La Intrusa, formada en 1996 por Damián Muñoz y Virginia García, premios Nacional de Danza. Derivada de Damián Muñoz Danza, cuyos comienzos como bailarín se remontan a Puertas Abiertas en Bilbao, la Intrusa, premio Nacional de Danza 2015 en modalidad de creación, supone un tándem perfecto de dos buenos cimientos que dan buenos edificios. Como ejemplo tenemos IT'S A WRAP, que partiendo de seis personajes icónicos de la filmografía de Stanley Kubrick, infiltrados en la obra seis personajes en busca de una autor de Pirandello, son el hilo conductor del instante entre el final de una cosa y principio de otra. Un plató de cine, focos, letras de 'The end' iluminadas, el final para empezar. A partir de entonces, si lo que puede ser escrito o pensado puede ser filmado, según Kubrick, pues también puede ser bailado. En una hora y treinta y cinco minutos la coreografía es una amalgama de escenas, sonidos, música, frases, en una atmósfera fuerte, intensa y perturbadora. La técnica de danza es muy física. Hay calidad de movimiento y dominio de pasos bien enlazados intercalando teatro-danza, arrastrando al público de forma inquietante. En los trabajos de La Intrusa la iluminación es uno de los puntos clave y aquí el buen montaje es fundamental. Es el mundo de Kubrick fuera de la pantalla. El inconveniente que tiene esta propuesta es que tienes que ir sabiendo algo de los personajes, Lolita, Jack, Wendy, el triciclo del pequeño Danny de 'El resplandor', y reconocer los guiños a otras historias del cine como 'Lo que el viento se llevó', 'Desayunos con diamantes', 'Los pájaros', bandas sonoras como la de '2001. Odisea en el espacio'. La música intercala lo nuevo con lo más clásico y reconocible a nivel popular sin que falten rancheras. De la atmosfera inquietante hay momentos de relax. Se agradece. Sin ellos sería demasiado dura la obra cuyo resultado es francamente bueno.

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