Yo te lo explico

Y que lo haga no significa que no le duela, que esté fingiendo. Que es menos drama de lo que a ti te cuenta. Que exagera lo que sufre, que no es para tanto. Que solo te llama rota en llanto para recibir tu atención, para darte un poco de lástima. Cuando te dice que no puede olvidar no lo hace para roer tu culpa: olvidar es una acción mental involuntaria. ¿Alguna vez te has planteado que quizá le gustaría olvidar lo que recuerda y recordar lo que ha olvidado, simplemente, por una cuestión de supervivencia?

Por si tampoco te habías dado cuenta, cuando te explica por qué llora no lo hace para hacerse la víctima. ¿Desde cuándo la expresión del dolor ajeno se ha convertido exclusivamente en una muestra de victimismo? ¿Somos más creíbles cuando ocultamos nuestro malestar? ¡Qué insensible resulta negar el mínimo atisbo de compasión a las personas! ¡Qué ingenuo creer que detrás de una máscara sonriente no hay una persona a punto de romperse! Se puede vivir con pena. Se puede reír, brindar y bailar con tristeza. Se puede sufrir mientras buscas engancharte de nuevo a la vida.

Creer que engaña porque no está en la cama, atiborrándose de benzodiacepinas, es una muestra más de tu osadía. No era suficiente con tu particular narcisismo, con autoconvencerte de que nada de esto va contigo. Pero, ¿qué podemos esperar de quien excusa sus acciones en un 'yo es que soy así'? Justificar una conducta en un supuesto rasgo de tu personalidad no hará que tu comportamiento sea lícito, responsable, honesto. Estás encantado de conocerte y tanto es así, que aun desde la más absoluta ignorancia, te atreves a dar lecciones. Porque para ti todo sería más verosímil, más auténtico, si hubiera intentado cortarse las venas, colgarse con una sábana, saltar desde un quinto piso... Dudas de ella porque mientras lidia con su dolor no ha tenido la idea de poner su vida en 'pause'. Va a terapia. Toma sertralina.

Para salir del sufrimiento, de ese pozo húmedo y claustrofóbico, ella necesita hacer lo que le sienta bien. Y puede que a veces no quiera, dude o no le apetezca. Pero sale. Ella ya sabe que la vas a juzgar. Porque tan mal no estará si se va por ahí con los amigos. Porque si de verdad estuviera así de triste no luciría tan atractiva... Porque si lo que tuviera fuera una depresión no saldría de casa. Como si su dolor no fuera ya pesado, como para tener también que hacer frente a esta mierda de comentarios. Qué sabrás tú y todos los otros. ¿Qué pretendes conseguir mientras la juzgas? ¿Acaso crees que una persona no puede vivir sintiéndose mal? Para romper el armario del malestar psicológico hay que erradicar, a su vez, muchos prejuicios y estigmas. El dolor no es un arquetipo sino una mancha indomable de tinta. Tiene un dibujo único, personal, intransferible.

Yo te lo explico: ella vive y lucha contra todos sus monstruos. Porque superar implica no dar la espalda a lo que duele. Porque estar aquí es confiar en que, poco a poco, paso a paso, llegará el día en el que pueda rememorar sin desgarrarse, sin que le tiemblen la voz y las piernas. Ojalá para entonces sigas aquí y ya no seas ni un nombre, ni un desconcierto, ni tan siquiera un olvido.