La búsqueda de mundos más allá del nuestro ha sido una constante en la historia de la humanidad. La idea de que podrían existir otras tierras más allá de nuestro sistema solar no es nueva. En el siglo XVI, Giordano Bruno, un filósofo y monje ... italiano, presentó una idea revolucionaria que desafiaba la concepción cosmológica de su tiempo. Bruno propuso un universo infinito en el que las estrellas eran soles rodeados por sus propios planetas, sugiriendo la posibilidad de mundos habitados más allá de la Tierra. Esta visión no solo desafió la cosmovisión geocéntrica dominante en su tiempo sino también las doctrinas vigentesde la Iglesia. Para su desgracia, sus ideas contribuyeron a una condena por herejía. Murió ejecutado en la hoguera, en el Campo de' Fiori, el 17 de febrero de 1600. Al contrario de la creencia popular, la acusación de Bruno no se centró exclusivamente en sus teorías cosmológicas, sino en un conjunto más amplio de posturas teológicas consideradas heréticas por la Inquisición romana.
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El primer descubrimiento confirmado de un objeto orbitando una estrella distinta a nuestro Sol ocurrió en 1995. Los astrónomos Michel Mayor y Didier Queloz identificaron un planeta alrededor de Helvetios (anteriormente denominado como 51 Pegasi), una estrella situada a unos 50 años luz de la Tierra, en la constelación de Pegaso. Este hallazgo marcó un hito en la astronomía moderna y demostró que existen otros sistemas solares rodeados de planetas en el universo conocido. Giordano Bruno tenía razón.
Existen varios métodos para detectar estos exoplanetas, pero los más utilizados son el método de tránsito y el de velocidad radial. El método de tránsito observa la luz de una estrella y registra diminutas disminuciones en su brillo cuando un planeta pasa delante de ella, bloqueando parte de su emisión lumínica. Este método no solo ha permitido descubrir miles de exoplanetas, sino que también ofrece información sobre el tamaño y la órbita del planeta. Por otro lado, el método de velocidad radial se basa en la detección de pequeñas variaciones en el movimiento de una estrella causadas por la influencia gravitacional de un planeta en órbita. Estas variaciones se detectan como cambios en la longitud deonda de la luz de la estrella, debido al efecto Doppler. Cuando un planeta orbita una estrella, su gravedad puede hacer que la estrella se mueva ligeramente en una pequeña órbita alrededor del centro de masa común del sistema estrella-planeta. Si la estrella se mueve hacia nosotros, su luz se desplaza hacia el azul (es decir, hacia longitudes de onda más cortas), y si se aleja, su luz se desplaza hacia el rojo (hacia longitudes de onda más largas). Los astrónomos pueden medir estas variaciones muy sutiles en el espectro de la estrella para inferir la presencia de uno o más planetas. Este método ha sido particularmente útil para detectar gigantes gaseosos similares a Júpiter en órbitas cercanas a sus estrellas, aunque la mejora en la precisión de las mediciones también ha permitido descubrir objetos de menor masa.
Hasta la fecha, se han descubierto más de cinco mil exoplanetas, con una variedad asombrosa de tamaños, composiciones, y órbitas. Proyectos como la misión Kepler de la NASA y los satélites TESS y CHEOPS han sido fundamentales en este esfuerzo, ampliando nuestro conocimiento sobre estos mundos lejanos y la diversidad del cosmos.
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El proceso de nombrar a los exoplanetas no tiene el romanticismo que uno podría esperar. Generalmente, se les asigna un nombre que deriva de la designación de su estrella anfitriona o de la misión que lo descubre, seguido de una letra minúscula. Por ejemplo, el primer planeta descubierto alrededor de la estrella 51 Pegasi se denomina 51 Pegasi b. El método refleja el orden de descubrimiento más que cualquier otra característica, siendo «b» el primer planeta descubierto en el sistema, «c» el segundo, y así sucesivamente. Así, tenemos exoplanetas como Proxima Centauri b, el más cercano a nuestro sistema solar; o Kepler 443 b, con un índice de similitud con la Tierra del 85%.
En la fabulosa canción 'Exoplaneta', de los siempre geniales Arde Bogotá, se menciona a 571-/9A como un destino de colonización, un lugar para olvidar los problemas del futuro y la ansiedad. Lejos de creer que tras esas coordenadas hay un error en la denominación planetaria, me inclino por pensar que existe otro sistema solar en donde la dirección indicada apuntaría exactamente al lugar en el que ustedes, queridos lectores, se encuentran en este preciso instante.
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Imaginen la decepción, tras atravesar océanos de espacio y tiempo, para encontrarse con los mismos problemas, ansiedades y miserias.
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