Javier de Lucas: «Vox ha sido una enorme sorpresa, pero no se le combate con un cordón sanitario»
El catedrático de Filosofía del Derecho y ensayista hablará hoy en Murcia, invitado por el Foro Ellacuría, la HOAC y las comunidades cristianas de base, del rebrote en Europa de la xenofobia
«Podemos y debemos empeñarnos en intentar mejorar la vida de todos», defiende Javier de Lucas (Murcia, 1952), catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de Valencia y autor de ensayos como 'Mediterráneo: el naufragio de Europa' (Tirant Humanidades). Y lo defiende, por muy turbio que se muestre el horizonte, porque cree lo mismo que Axel Honneth: «El optimismo es una obligación moral». Hoy, invitado por el Foro Ellacuría, la HOAC y las comunidades cristianas de base de Murcia, pronuncia en esta ciudad -Palacio del Almudí, a las 20.15 horas- la conferencia titulada 'De nuevo la xenofobia: ¿algo más que un fantasma recorre Europa?'. Pues así es, y pese a que el aumento significativo de inmigración hacia Europa que se produjo en 2015 ha decrecido considerablemente.
«El fundamentalismo no solo está en el Islam, también lo hay en algunos sectores del propio catolicismo»
-¿Piensa comprarse el 'Manual de resistencia' de Pedro Sánchez?
-La verdad es que no; en estos momentos, entre mis prioridades de lectura no se encuentra este libro...
-... cuya publicación parece inoportuna, ¿no cree?
-Sí, claro, no parece muy oportuno que un presidente de Gobierno en ejercicio publique un libro de este tipo.
-¿Y es oportuno acudir a la figura de un 'relator' para avanzar en el diálogo Gobierno central-Generalitat de Cataluña?
-Pues, mire, dicho con todo el respeto que se debe siempre a las personas y a las actitudes que buscan acercamiento y conciliación, considero que es un sinsentido plantear su necesidad. Por otro lado, lo que nunca debería dejar de estar muy claro es que cuando hablamos de negociaciones del Gobierno de España con el Gobierno de la Generalitat, no se trata en absoluto de negociaciones entre dos iguales; de momento, en nuestro sistema constitucional, el Gobierno de una comunidad autónoma no es el Gobierno del Estado. De igual a igual, nada.
-¿Erra el presidente del Gobierno haciendo todo lo posible por mantenerse en el poder?
-Creo que no es desacertado el intento de sacar adelante unos Presupuestos que mejorarían las condiciones de Gobierno, también de las comunidades autónomas y de los ayuntamientos, y sobre todo las condiciones de vida de los ciudadanos. Hablamos de mayor presupuesto para afrontar los problemas reales de la ciudadanía. Ahora bien, si no se logran aprobar, está clarísimo que tiene que haber una convocatoria electoral.
-¿Qué síntomas demuestran que la xenofobia, nuevamente poniéndose en forma, es hoy algo más que un fantasma que recorre Europa?
-Ahí tenemos la fuerza con la que se ha retomado una visión estigmatizante y de rechazo de la presencia entre nosotros de los migrantes, más que de los refugiados. Y no habría que confundir ese rebrote europeo de la xenofobia únicamente con lo que podríamos llamar endurecimiento de las políticas migratorias, porque ese rebrote va mucho más allá de lo que son las políticas de inmigración y tiene bastante más que ver con la generalización, o al menos el incremento muy notable, de una manifestación de descontento y de indignación antisistema que es capitalizada políticamente por movimientos y partidos que hacen de ese descontento el caballo sobre el que cabalgan para obtener el mayor éxito electoral posible, algo que probablemente veremos en mayo.
-¿Usted se imaginaba, pongamos que hace dos años, que Vox iba a tener una presencia tan destacada en el mapa político español?
-Lo cierto es que creo que quien diga que lo había previsto, se engaña a sí mismo o trata de engañarnos. Creo que no era previsible, entre otras razones porque, para mí sorprendentemente bien, el contexto social había aguantado durante la crisis una situación enorme de dificultad recurriendo a las estructuras familiares y a redes de solidaridad que daban aquello que los poderes públicos, el Estado, en la gestión de esa crisis no proporcionaba. Vox ha sido una enorme sorpresa, lo cual no quiere decir que no existiera un caldo de cultivo que, hasta ahora, se había canalizado por otras vías.
-¿Es partidario de un cordón sanitario en torno a este partido?
-No se combate a Vox con un cordón sanitario, con técnicas de cerco; no me parece la manera más eficaz de responder, porque creo que a sus propuestas hay que responder con argumentos, no con descalificaciones más o menos fundadas, porque creo que hay propuestas de Vox que son de difícil constitucionalidad. Lo que hay que hacer es ofrecer argumentos y mostrar los errores y los análisis que se basan en prejuicios o incluso en falacias. El privar de la palabra a Vox, en el fondo lo que hace es favorecer que se presente como una alternativa real a un sistema de partidos que no trata los problemas reales de la gente. Nadie, por ejemplo, niega la dificultad de la gestión de los movimientos migratorios; pero, claro, pensar que esto se puede solucionar con recetas simplistas es completamente infantil y no soluciona nada. Además, con respecto al análisis que realiza Vox sobre los migrantes, es bastante fácil demostrar que sus datos son absolutamente falsos; y no hace falta acudir a propuestas morales o a razones de ética, sino a argumentos de sostenibilidad demográfica y de prestaciones, que si no hay un incremento de población activa se encuentran absolutamente en riesgo. Y eso lo han dicho desde el Fondo Monetario Internacional (FMI) hasta análisis de bancos como el BBVA.
Iglesia católica española
-¿Qué papel desempeña la Iglesia católica española en esta tema tan sensible de las migraciones?
-Yo diría que, en general, en cuanto a dar una respuesta a esta realidad, el mensaje de fondo es positivo porque positivo es el mensaje del Evangelio; el papel que están realizando organizaciones como Cáritas, o de forma más centrada en el tema de las migraciones la Asociación Comisión Católica de Migrantes (ACCEM), son auténticos ejemplos de organizaciones solidarias, de prestaciones positivas y de, incluso, ocupar el lugar del que el Estado deserta. Pero, desgraciadamente, también está la respuesta de un sector de la jerarquía eclesiástica [española] que sigue la línea de brochazo gordo a la hora de defender la supuesta identidad católica y nacional católica; y, en ese sentido, propicia mensajes que ayudan a la xenofobia, mensajes como el del obispo [cardenal arzobispo] de mi ciudad, el señor [Antonio] Cañizares, que hace tres o cuatro años se ponía del lado de los que situaban en condición de sospecha a una parte de los refugiados por sus supuestas conexiones con el terrorismo o el fundamentalismo islámico. El fundamentalismo no solo está en el Islam, también lo hay en el cristianismo, por ejemplo, en las sectas evangélicas, y también en algunos sectores del propio catolicismo.
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