Familiares y amigos de Sánchez Bautista, este domingo, en el Tanatorio de Jesús de Murcia. Javier Carrión / AGM

Despedida musical a Sánchez Bautista, el poeta del paisaje y la naturaleza

Familiares y amigos recuerdan al autor de 'Elegía del Sureste' y 'Memoria de una arcadia' en un funeral sin autoridades en el que sonó 'Nuestro amor', un poema musicalizado dedicado al amor de su vida, su esposa Teresa

Domingo, 3 de octubre 2021, 14:07

Francisco Sánchez Bautista («porque han visto mis ojos/ mucha tristeza humana y han odiado/ y sufrido lo injusto de esta tierra,/ dicen que soy amargo») fue despedido este domingo en el Tanatorio de Jesús de Murcia por una familia agradecida (sus hijas Teresa y ... María Antonia, y sus hermanas Verónica, Magdalena y Lola) y un puñado de amigos con el corazón encogido. No acudieron autoridades.

Publicidad

Fue un oficio sencillo, con música interpretada en vivo por los músicos Iñaki Verástegui, profesor en el IES Poeta Sánchez Bautista de Llano de Brujas, y Margarita Muñoz Escolar, una despedida musical a un poeta que estudió e interpretó música de los mejores clásicos desde los 14 a los 25 años, con el maestro Cámaras, como recordaba en su último libro, 'Rondó caprichoso' (Real Academia Alfonso X El Sabio, 2017), dedicado a su esposa, Teresa: «Entre poesía y música también ocupan un alto y bello lugar los caprichos». Entre los temas escogidos para honrar al más original de los rapsodas murcianos sonaron 'Largo' del 'Invierno', de Vivaldi; 'El oboe de Gabriel', de Ennio Morricone, de la película 'La misión'; 'Yo tuve una granja en África', de John Barry, de la banda sonora de 'Memorias de África', y un tema compuesto por el propio Sánchez Bautista basado en uno de sus poemas, 'Nuestro amor', dedicado al amor de su vida, su esposa, Teresa, fallecida hace unos años.

«Para todos escribo»

«Albañil, pescador, hombre del pueblo, el que labora y calla, para todos escribo», decía el escritor nacido en Llano de Brujas e Hijo Predilecto de Murcia, tras 96 años andando «a vueltas con la vida para librarse de su viva garra». El poeta que desde la huerta de Murcia y el más desértico yermo de Fortuna alzaba su voz («mi voz de tierra, mi canto desde la ceniza más humilde») seguirá vivo en su obra, enriqueciendo el alma de nuevos lectores con su «larga y venturosa lucidez», como decía el catedrático emérito de la Universidad de Murcia Francisco Javier Díez de Revenga.

Noticia Relacionada

La muerte del escritor murciano que mejor ha descrito estas tierras de sed y angustia y sus frutos («melocotón velludo, explosiva naranja, limón agrio, la boca me hacéis agua. Vuestros jugos aplacaron mi sed cuando el verano me escocía en la espalda») abrió este fin de semana los baúles de muchas memorias, a las que volvieron, de su mano, vivos recuerdos de tantas infancias que olían a vegetal, «a flor, a fruto, a tierra sorregada». El poeta que se sentía conducido «a un onírico reino de sabores», también trovero, etnógrafo y cartero de versos, dedicó una 'Trova de cumpleaños' a su madre, María de los Ángeles Bautista, al cumplir los 100 allá por el año 2000, pues había visto tres siglos, «madre mía»: «Yo te recuerdo en todas tus edades», decía, «mas no quiero acordarme -aunque me acuerdo- de los aciagos días, de las penas y desgracias que un tiempo te acosaron».

«Encina que aguanta vendavales»

Eso habrá que hacer, asentían este domingo sus allegados, recordarlo como él tenía presente a su madre, «siempre fuerte y enraizada, como encina que aguanta vendavales». Los presentes en esta despedida alabaron la sencillez y la categoría del académico más veterano de la Real Academia Alfonso X el Sabio, un hombre de alturas éticas y morales. José Luis Martínez Valero, Caty García Cerdán, Santiago Delgado, Aurora Gil Bohórquez, Salvador García Jiménez, María Manzanera, Adolfo Fernández Aguilar, Isabel Martínez Llorente, Pedro López Martínez, Francisco Calvo, Alfonso Pacheco, Inma Martín, Francisco Costa, Pepe Conesa, Isabel Hernández Monllor, Mariola Monllor (viuda de Pepe 'El Largo', el escultor Hernández Cano) y José Antonio Postigo, un hermano como pocos, entre otros, recordaron elogiosamente a un hombre inolvidable, el poeta del paisaje y de la naturaleza con un lenguaje propio, como valoró el insigne Azorín.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Infórmate con LA VERDAD: 1 año x 29,95€

Publicidad