Uno de los mayores atractivos de la danza contemporánea de nuestro siglo XXI es la posibilidad de combinación de movimiento, sonido e imágenes audiovisuales. Las ... primeras creaciones coreográficas fueron dando paso a numerosas obras cuyo éxito dependía de que lo concebido como un proyecto llegase al público en formato serio, original, y no como uno más de tantos. Tenemos el lenguaje del cuerpo. Y escribir libremente en el espacio escénico da tantas combinaciones como la propia técnica, con una increíble libertad que en otros estilos no se admite. Bajo la premisa de que la inteligencia artificial, la biología, las matemáticas, la psicología experimental se pueden bailar, el Instituto Stocos ha ido creando un repertorio propio como resultado de la unión del dominio del lenguaje de la danza académica y contemporánea de Muriel Romero y la experiencia internacional de Pablo Palacio.

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La inspiración puede surgir a partir de una obra literaria, como es el caso de 'The Marriage of Heaven and Hell', obra homónima del poeta e ilustrador William Blake (1557-1827), cuyos escritos imitaban la profecía bíblica, o códigos sagrados. Matrimonio del cielo y el infierno. Cuerpos y almas, energía del cuerpo o maldad, energía del alma o el bien. Seis bailarines, cuatro chicas, con la propia Muriel Romero, y dos chicos. Escenario blanco a modo de pantalla sobre el que las imágenes van a marcar la obra. La sonificación interactiva, al igual que la simulación, impacta en el ambiente. Es básico para las sensaciones que cada uno luego va a sentir. Logos, cielo. Mythos, infierno.

  • - 'THE MARRIAGE OF HEAVEN AND HELL'

El trabajo corporal es correcto, dominando las técnicas y llevando al máximo las posibilidades anatómicas. Grupos y solistas se alternan estableciendo relación directa. Pero la solidez de la propuesta se basa en el excelente apoyo audiovisual con el que ha sido creada la coreografía. Aunque también ocurre que las imágenes, letras, palabras proyectadas como arena que se diluye en el agua, derivan la atención de los bailarines. Lo difícil es encontrar la adecuada combinación de energías. Es inevitable que ciertos episodios resulten repetitivos. Pero precisamente los efectos de sonido, oscuro de sala, etc. despiertan la atención.

Desde luego, el trabajo de Muriel Romero es coherente, defendiendo sus ideas sobre la relación entre movimiento, sonido e imágenes, acertando igualmente en la duración del espectáculo: una hora y cuarto aproximadamente.

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