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Estamos de barro (que se lo digan a los Reyes) y de Estados Unidos hasta las orejas, por eso debe ser que las novedades cinematográficas han contratado pocos kilovatios. Con deciros que tenemos que empezar con una de mi detestado Michael Keaton...
El ¿actor? se autohomenajea en la segunda película que dirige y en la que muestra en la realización tanta habilidad/torpeza (marcar la que corresponda) cómo actuando. Hace de un asesino profesional que tiene que lidiar con una demencia galopante y con salvar a su hijo antes de que su cerebro pase a modo avión (quitando lo de asesino, parece Biden).
En 'El método Knox' se disfraza de Clint Eastwood pero se queda en Charles Bronson, por mucho que se haya contratado de comparsa a un Al Pacino buscando acrecentar la herencia de sus hijos. Es un film tan predecible como un editorial de Fox News, y puede ser que se redima el personaje, pero el que no lo hace es Keaton, que mantiene la expresividad de un hot dog.
Todo lo contrario que nuestro Eduard Fernández, que en 'Marco, la verdad inventada' clava una soberbia actuación que lo hace irreconocible y que le impulsa al Goya. Se mete en la piel de un atrabiliario personaje que fingió haber estado en un campo de concentración nazi, dirigió asociaciones de reivindicación del colectivo y era referente en cualquier entrevista. Es un trabajo minucioso hecho en quince años, que empezó como documental y acabo en ficción, como la existencia de este caradura sin gracia. Os recordará a 'La vida de nadie' (2002), también sobre un tipo que jamás pidió perdón (como el estratega de la campaña Demócrata).
Los dos luises, Zahera y Tosar, cambian de sus registros dramáticos habituales y se pasan a la comedia de enredo en 'Amanece en Samaná'. Ellos son los maridos en dos matrimonios que van a celebrar los veinte años a un resort caribeño. Pero la cosa se complica tras una noche de revelaciones y una mañana con la resaca más rara del mundo (como la de los europeos tras el martes después del primer lunes del mes de noviembre). Dejarla en un 'Resacón en Las Vegas' con elementos de 'Jacuzzi al pasado' sería engrandecer una historia divertida y simple, lleva de improvisaciones, que funciona por facilona. Por cierto, los fanáticos de 'Juego de tronos' disfrutaran de un cameo.
***
Director's Cut. Nadie es perfecto y por eso Trump va a volver a ser presidente, siendo una mezcla de la inmoralidad del Jordan Belfort de 'El lobo de Wall Street' (2013), del populismo despiadado del Willie Stark de 'El político' (1949), y la falta de escrúpulos del Presidente Richmond en 'Poder absoluto' (1997).
Que tengáis una semana, y una presidencia, de cine.
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