Marvel vuelve a lo grande

Damos por terminado el curso en que Biden y Ciudadanos tuvieron 'Endgame', la selección española y Leonor nos llevaron a 'Love Actually' y Rubiales y Ábalos se transformaron en Darth Vader y Sauron.

Mientras este juntaletras reposa inmerecidamente (vosotros os las habéis ganado de sobra si habéis leído estas reseñas todo el año), los superhéroes que toman mi relevo serán 'Deadpool y Lobezno', dos personajes Marvel en las antípodas. Uno es deslenguado y desinhibido y el otro torturado y taciturno. Un cerebrito de Disney ha pensado cruzarlos para conjurar el desgaste de la marca. En ella el onanista de traje rojo (no Spiderman), viaja en el tiempo para hacer equipo con el malas pulgas de las garras afiladas (no Freddy Krueger).

Ryan Reynolds y Hugh Jackman tienen la misión de salvar al soldado Marvel del desastre de haber extenuado a la gallina de los huevos de oro, con sus muchos multiversos, películas y series dirigidas a un mismo público que acaba cansándose. Es arriesgado tratar de conseguir la enésima resurrección de la marca con el más iconoclasta de sus personajes (es a ese mundo como Trump al de la política), pues Deadpool es siempre irreverentemente divertido, logrando descolocar haciendo cosas impropias de un superhéroe. Pero por eso mismo puede funcionar. Recomendable para los disfrutones acomodaticios.

Que una película sobre la identidad de género se quede en un espacio indefinido, o es una paradoja o un acierto. Eso sucede con 'Norberta', una extrañísima película que parece dos desarrolladas en paralelo: una comedia de atracos perpetrados por un matrimonio en edad de jubilación anticipada, y un drama sobre un hombre casado y maduro que descubre que le gusta sentirse mujer. Los fastuosos actores Luis Bermejo y Adriana Ozores sustentan sobre sus hombros este inclasificable film, demasiado serio para reír y demasiado cómico para llorar, demasiado liviano para reflexionar y demasiado trascendente para evadirte. Los trabajos de ellos dos son notables, con ella haciendo de la típica señora que se pone las gafas cuando llega la comida, y él del típico señor que tiene su vida privada pixelada. La ambientación es de casa de la madre de Almodovar (o de nuestros padres), por lo que todo se desarrolla en un lugar familiar para el espectador. Perfecta para los que les gusta probar cosas nuevas.

'Koati' es un loable intento hispanoamericano de hacer cine de animación, pero ya os adelanto que se queda en intento. La tópica historia de animales con atributos humanos que deben cumplir distintas misiones para derrotar a una malvada serpiente (interpretada por Sofía Vergara en la versión original). Los personajes son planos y las aventuras más que predecibles, aunque al menos no cantan, lo que es de agradecer. Siempre es bueno recordar que los niños no son tontos, y no es suficiente con ponerles cualquier dibujo para entretenerles (a pesar del daño perpetrado por el insufrible Bob Esponja). Sólo aconsejable para castigar a hijos y sobrinos.

Director´s Cut. Por la ausencia de agosto no podremos comentar como los cines se han decidido a recuperar toda la saga de películas de Spiderman de este siglo, desde el de Tobey Maguire, pasando por el soso Andrew Garfield, hasta llegar al mejor de todos, Tom Holland. Una buena oportunidad para los más jóvenes de verlas en pantalla grande.

Salas donde también llegará a mediados de mes la nueva del especialista del miedo y el suspense M. Night Shyamalan que traerá la enigmática 'La trampa', con el recuperado Josh Hartnett sufriendo dentro de un mecano que sólo un cerebro perturbado podría crear.

Mente maligna como la del bicho de 'Alien: Romulus', una nueva incursión del monstruo galáctico más famoso, que estará deseoso de degustar las entrañas de los humanos con el mismo deleite que nosotros tomamos un helado de tocino de cielo.

Al infierno iremos con las últimas que no comentaremos (por suerte), dos de esas comedietas estúpidas que suelen caer en estas fechas en que si nos parece buena la ensaladilla y la sangría del chiringuito también nos pueden valer para un cine de verano. Hablo de las españolas 'Odio el verano' y 'Cuerpo escombro', donde Rovira prosigue su camino hacia la excelsa decadencia.

Que tengáis una semana, y unas vacaciones, de cine.

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