'Godzilla y Kong: El nuevo imperio', los dueños de la cartelera

Mi penitencia de esta Semana Santa es hablar de una película de Godzilla, un bicho tan japonés como comprar braguitas usadas y que ha protagonizado más de cuarenta films. Pero me ponga como me ponga (aparquemos esnobismos y oscuros traumas infantiles) llega a las salas el blockbuster 'Godzilla y Kong: El nuevo imperio', en el que veremos cómo ese gigantesco monstruo colabora con el gigantesco simio para salvar a la humanidad.

Habría estado bien que alguien se leyera en serio el guion antes de autorizar rodarla, pero mucho me temo que con esos dos nombres estaba preautorizado (como un préstamo al consumo de interés abusivo). Es una secuela de las anteriores, tributo a los fans, que pone a prueba nuestra vergüenza ajena, con una narración más simple que el mecanismo de un botijo. Su director dice que es la película que le hubiera gustado ver con diez años (no sabía que era un niño maltratado). En fin, uno de los protagonistas es el británico Dan Stevens, que estoy seguro que cuando dejó su exitoso papel en la elegante 'Downton Abbey' no lo hizo para protagonizar esto.

Ahora llega una película para los que sabemos el nombre del perro de Heidi en el Trivial, es decir, para los que vivimos en los ochenta. Esos que flipamos con un par de músicos que arrasaban en las tiendas de discos (niños, buscad qué es eso en la Wikipedia), cuyo grupo se llamaba 'Milli Vanilli', casualmente como el largometraje que narra su auge y caída. Una boy band que ganó hasta un Grammy antes de que se descubriera que sus voces eran dobladas. Un relato no muy benevolente con la inteligencia de la pareja (no todos los guapos somos listos), con una rutinaria realización de una historia que tiene interés únicamente si formas parte de la última generación que robó revistas porno de los kioscos.

Desde Francia nos llega un extraño drama romántico de ciencia ficción que transcurre en tres espacios temporales distintos, un relato inspirado en un cuento corto de Henry James. En un futuro distópico en que la IA se impone y los sentimientos se proscriben, una mujer se reencuentra con un amor perdido en otras vidas. 'The beast' usa la excusa de las nuevas tecnologías para ahondar en las implicaciones de las viejas emociones con componentes de thriller.

Los seguidores del peculiar profesor de filosofía de la serie 'Merlí', disfrutarán el doble con 'Puan', donde dos profesores universitarios de esa disciplina compiten por quedarse con una cátedra vacante (ambos más pertinaces que la sequía o un independentista catalán). La comedia funciona y es más inteligente de lo habitual, aunque en ella se habla tanto como un guía de free tour. Tiene un evidente maniqueísmo ideológico, refleja muy bien la endogamia de esos ambientes, pero mantiene un buen ritmo de comedia.

Si juntáramos 'Misery' (1990) con 'Un buen año' (2005) obtendríamos 'Las cosas sencillas', una de esas películas francesas de exaltación del buen salvaje y castigo del urbanita. Un arrogante e insoportable empresario («¿existen de otro tipo?», preguntaría Yolanda Díaz), tiene un accidente en un recóndito paraje y es atendido por un lugareño. El choque es inevitable, incluidas las gracias a cuenta de ello, pero también es ineludible la conversión del accidentado en esta feel good movie de libro.

Director´s Cut. Durante décadas no había estrenos en Semana Santa, sustituidos por películas religiosas y pías. Las grandes novedades llegaban con el Sábado de Gloria. Así, nuestros mayores, pudieron ver en esa fecha los estrenos de la obra maestra 'Arsénico por compasión'; la magna 'Psicosis' (1961); la inquietante 'El espía que surgió del frío' (1966)'; la simpática 'La vuelta al mundo en 80 días' (1956) y el gran mega éxito de Sara Montiel, 'La violetera' (1958). Todas útiles para quitarse el luto por la muerte de Jesús de Nazaret.

Que tengáis una semana de cine.