Eva Libertad: «Ya existe una industria, incipiente, del cine en la Región de Murcia»

El largometraje, que refleja los miedos frente a la maternidad de Ángela, una mujer sorda, quien se plantea cómo podrá comunicarse con su hija y afrontar la crianza, se basa en el cortometraje homónimo nominado a un Goya y competirá por la Biznaga de Oro en la sección oficial del 28 Festival de Cine de Málaga, que se celebra en marzo. Unos días más tarde, el 4 de abril, la película se estrenará en cines de toda España.

'Sorda' es una película que nace de la unión fraternal y que ahora está recogiendo los frutos de un largo trabajo.

–¿Cómo están viviendo el éxito de 'Sorda' en la Berlinale?

–Con toda la entrega, la calma y la serenidad posible y con mucha alegría. Lo de Berlín ha sido increíble. Era la primera vez que se veía la película y no teníamos ni idea de cómo iba a responder el público. Para nosotras esto era inimaginable, nos hemos llevado el primer premio del público, lo máximo a lo que aspiraba la película.

–¿Qué destacó el público en su primer visionado?

–En la premier estuvimos Álvaro Cervantes, Miriam Garlo y yo, así como las productoras. Primero hicimos la presentación de la película y después de la proyección hubo un coloquio con el público. Ver la película con público fue muy bonito, un subidón increíble porque, de repente, escuchas reacciones con las que no contabas. Hubo momentos en los que el público se reía de cosas que cuando yo escribí sí me parecían graciosas, pero luego te olvidas y cuando de repente ves que, con la frescura de verla por primera vez, la gente se ríe, o, por el contrario, hay momentos de silencio total, es muy emocionante. En el coloquio nos compartieron cómo lo habían vivido. Fue también un subidón ver la sala llena de personas sordas y oyentes y el 'feedback' que nos dieron las personas sordas fue precioso. Todavía estamos digiriéndolo.

–¿Cree que la película podría haber competido en la sección oficial del festival?

–Eso nos han dicho algunos periodistas que ya han visto la película pero nosotras estamos superfelices de estar en la sección Panorama, que es una sección de cine social, político y 'queer'. Siempre me ha gustado esta sección.

–¿Tuvieron tiempo para ver alguna película más del festival?

–Nada, cero. De hecho, hemos estado dos veces en Berlín. Estuvimos de viernes a martes, para la proyección, y el siguiente viernes me llamaron de la productora y me dijeron: 'Acaban de avisar de Berlín, tenéis que salir pitando porque va a caer uno de los premios del público'. No nos dijeron cuál pero sabíamos que estábamos entre las tres finalistas. Además ganamos ese premio tan bonito de la Confederación Internacional de Cines de Arte y Ensayo. Así que nos fuimos a Madrid en coche, dormimos cerca de Barajas y salimos al día siguiente para Berlín, para llegar a la ceremonia de entrega.

–¿Cuál ha sido el mayor desafío a la hora de rodar la película?

–Rodar con bebés ha sido lo más complicado del rodaje. Tuvimos siete bebés para hacer un solo personaje. Necesitábamos un bebé de tres meses, luego otro de seis meses, de nueve meses, de un año... y también sus 'covers' por si se ponían enfermos. Y además en los rodajes obviamente el bebé hacía lo que quería. Ellos marcaban los tiempos.

–¿Ha sido complicado separar el rol de hermanas y la experiencia personal de ambas del trabajo como actriz y directora?

–Esta ficción no está en absoluto basada en la vida de mi hermana. Lo único en común es que Miriam es una persona sorda, pero yo, para crear la película, hice entrevistas a madres sordas para que me contasen sus experiencias durante el embarazo, el parto y la crianza. También les pregunté por cómo cambiaba su relación con su pareja y familia, qué miedos tenían y cuáles eran sus inseguridades, pero de la vida de Miriam no hay nada. Miriam y Ángela, el personaje que interpeta, no tienen nada que ver, de entrada porque tienen un nivel de sordera diferente. Pero sí que hemos tenido que trabajar el vínculo como hermanas y como directora y actriz. En el rodaje intentamos que el vínculo familiar estuviese guardado y envuelto por el vínculo profesional.

–En sus entrevistas habrá encontrado múltiples formas de vivir la maternidad.

–Por supuesto, las personas sordas son tan heterogéneas como las personas oyentes. La sordera es una condición importante que atraviesa la vida de esas personas, pero ellas están atravesadas por mil condiciones más. Cada mujer sorda tenía unos miedos. Lo que comparten todas las personas sordas es que se tienen que enfrentar a barreras comunicativas, pero, dentro de la sordera, hay personas con sordera profunda, personas con hipoacusia, personas que saben leer labios, que no, que usan el lenguaje de signos, que no...

–En definitiva, ¿cuál es el mensaje que quiere lanzar con 'Sorda'?

–Es muy difícil contestar a esta pregunta. La película la resignifica el público. Yo, más que en el mensaje, pensé en unos personajes y fui viendo cómo se sentían y cómo se desarrollaban. A mí lo que me gustaría es que el público oyente se asomase a una parte de la realidad que a lo mejor no es muy cercana a él.

–¿Cree que en los últimos años se ha avanzado a la hora de dar facilidades al acceso a la cultura de las personas sordas?

–Yo creo que se están viendo avances, pero todavía queda mucho por recorrer. Intérpretes de signos, por ejemplo, hay muchísimos, pero no tienen trabajo. Y no porque las personas no los necesiten, sino porque no se les contrata [desde la administración pública]. En cuanto a los subtítulos, también se ha avanzado, pero en Murcia, en concreto, solo hay determinadas sesiones de cine con subtítulos y en televisión los subtítulos son un poco desastre. Y hay que avanzar más en teatro, charlas, cursos de formación...

–¿Qué expectativas tienen ante la llegada de la película a la gran pantalla?

–La idea es realizar un preestreno en Murcia antes del 4 de abril, y también otro en Madrid y en Barcelona. Ojalá que al público le apetezca ir a verla.

–¿Sienten que con 'Sorda' están contribuyendo a poner en el mapa audiovisual nacional a la Región de Murcia?

–Sí. Para nosotras era una condición innegociable rodar en Murcia. Cuando entró la coproductora catalana, Distinto Films, nos dijeron que sería más económico rodar en Cataluña ya que una parte del equipo era de allí, pero lo teníamos clarísimo, queríamos contar nuestra tierra, que apareciesen estos paisajes. Me gustaría remarcar que ya existe una industria, incipiente, del cine en la Región de Murcia. Ya es una realidad y hay ayudas que permiten que esta industria se desarrolle. En Murcia hay mucho talento y grandes profesionales y poco a poco, de aquí a unos años, creo que va a haber una industria rica en la Región de Murcia.