Espectáculo de calidad en 'Dune: Parte 2'

La ciencia ficción épica de Timothée Chalamet se hace dueña de las pantallas Por fin llegamos a marzo y febrero se pasa al Grupo Mixto. Es el mes en que hay elecciones en Rusia (menuda intriga el ganador), se entregan los Oscar (aquí hay más competencia) y llega la Semana Santa (Pascua marzal….). Pero en su primer día lo que ya tenemos es uno de los últimos fenómenos revienta taquillas que nos ha proporcionado Hollywood.

La primera película de la que hablaremos es la causa de que no haya casi estrenos este viernes. Una superproducción de ciento veinte millones de dólares que pone en loca huida a cualquiera que se quiera enfrentar a ella. 'Dune: parte 2' viene precedida del éxito de crítica y público que fue la primera. Adaptación de una de las grandes sagas literarias de la ciencia ficción que habla de un planeta desértico (la alerta por la sequía la tenían en DEFCON 1) y las luchas a muerte entre las familias Atreides y Harkonnen por «la especia», un producto muy apreciado en ese mundo y tan escaso como el sentido común en el nuestro.

Dennis Villeneuve reseteó esta saga y la convirtió en un mega éxito que navegaba entre la aventura espacial, las intrigas shakesperianas y la mística mainstream. Ha conseguido que nos interesen las tribulaciones de ese universo donde el Mesías improbable lo interpreta el poderoso actor Timothée Chalamet, con la inmejorable escolta de Zendaya y Javier Bardem. Es un largometraje hipnótico, con un innegable virtuosismo visual, una factura inmejorable y una historia fascinante. No desmerece la espera.

'Desconocidos' llegó a nuestras pantallas con sus distribuidores calentando el ambiente con las tórridas secuencias entre Andrew Scott y Paul Mescal (la química entre los dos es magnífica). No es un thriller sexual, la historia se parece más bien al 'El sexto sentido' (1999) que a 'Brokeback Mountain' (2005). Un solitario hombre traumatizado por la muerte temprana de sus padres inicia una difícil relación con su vecino, que no se atreve a llamar amorosa, al tiempo que vuelve a su casa de infancia para reencontrarse con sus progenitores fallecidos. Es un paciente drama intimista que va escalando peldaños hacia el romanticismo, que mezcla el realismo mágico iberoamericano con las historias de fantasmas japonesas. Jamie Bell (ver a 'Billy Elliot' haciendo de padre me hace viejo) y la maravillosa Claire Foy, son los espectros del pasado que buscan sanar las heridas de su hijo.

Un hombre gris, un profesor anodino, un personaje que nunca sale en el radar, un señor de marrón que está en el pasillo de la casa de Gila, aparece de pronto recurrentemente en los sueños de millones de personas. Ese papel lo hace Nicolas Cage (curioso, porque sus trabajos suelen ser pesadillas para el cine). La premisa inicial es más prometedora que lo que acaba dando 'Dream Scenario', una comedia que intenta ser distinta sin conseguirlo. Lo que sí deja, antes de fastidiarse en el último tercio (habría sido un excelente corto), es un buen análisis de la fama instantánea, que recuerda a la más floja de las películas del director Stephen Frears, 'Héroe por accidente' (1992). Sin duda, con nominación al Oscar incluida, una mancha en el inmaculado expediente de películas listas para llevar al Punto Limpio de Cage.

Con un documental religioso cerramos este viernes de Cuaresma. 'Guadalupe: madre de la humanidad' (¿guionizada por Radio María?) intenta transmitir el mensaje y los sentimientos que despierta la Virgen de Guadalupe entre los peregrinos que la visitan. Lo hace a través de voces académicas, de recreaciones históricas y de testimonios religiosos. El proselitismo fílmico tiene el problema que sólo atrae a los ya convencidos, y que no se esfuerza en la forma porque piensa que el fondo es tan importante que sobra el resto.

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