El escultor Blas Miras, de blanco, junto al comisario de la exposición, Juan García Sandoval. NACHO RUIZ

Blas Miras esculpe para «los diferentes» con objetos reutilizados en Mazarrón

El artista y escritor presenta en su muestra 'La nube roja' una treintena de obras donde «la emoción supera a la razón»

ANTONIO RIVERA

MURCIA.

Viernes, 17 de agosto 2018, 09:12

La conciencia social es un tema perenne en la obra de Blas Miras Lorente (Mazarrón, 1957). Ya en los 80, el escultor dio vida a unos 'hombres de barro', figuras de casi dos metros de altura hechas de ladrillo manipulado, para recordar la fragilidad del ser humano en una época «superficial y de prisas». Con el mismo propósito de remover conciencias compone un relato abstracto en 'La nube roja', muestra que podrá visitarse en las Casas Consistoriales de Mazarrón hasta el 15 de septiembre.

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En esta ocasión, los retratados son «los diferentes», los individuos que no se amoldan a lo que dicta el sistema y se ven apartados por ello. Miras los representa mediante la figura de un pez palmípedo, bautizado como 'pez-pato'. Este personaje nació en otra muestra suya, 'Como pez fuera del agua', cuyo imaginario amplía ahora con el mismo objetivo: «Siempre intento reivindicar algo con mi obra. En este caso son las segundas oportunidades para aquellos a quienes el sistema da por perdidos. Si queremos cambiar la sociedad, tenemos que ir plantando semillas como esas». El artista, que también escribe relatos infantiles, ensalza esas figuras rechazadas en sus obras a través de materiales desechados y objetos cotidianos, llenos de cicatrices por el uso. Miras prefiere «una madera desgastada por el tiempo, con sus cicatrices y sus heridas, que una impoluta».

Las construcciones del escultor deslocalizan, desvirtúan y enrarecen los elementos mundanos que las forman, despojándolos de identidad y asemejándolos a las víctimas de la homofobia o el racismo creciente en Europa. Este proceso no obedece a la razón, sino a los sentimientos evocados en el público. El artista asegura que no quiere hacer «una obra racional ni bonita», y da prioridad a la historia que quiere contar. «Si el arte no transmite emociones es un poco frío», remata.

«No intento hacer una obra racional ni bonita. Lo que prima es la historia que quiero contar»

En la exposición, abierta al público de lunes a sábado de 10.00 a 14.00 horas y de miércoles a viernes de 17.30 a 20.30, no es difícil encontrar las formas usuales en la obra de Miras. Además de los peces-pato, encontramos la luna o las escaleras, herramientas alegóricas típicas del artista. A estos iconos se une en esta ocasión la nube roja, como representación del mundo de los soñadores. Una nube también distinta por su color, del que Miras entresaca connotaciones vitalistas y pasionales.

El escultor juega con las relaciones entre estos elementos para engordar la carga discursiva de su obra. 'El pez grande ayuda al chico', una de las esculturas de la muestra, trata la solidaridad. «Siempre se hacen homenajes a grandes figuras, pero yo quería hacer un monumento a esa gente anónima que ha arrimado el hombro en ONGs, bancos de alimentos, etc. El 'pez grande' representa a los que intentan construir un mundo distinto, más justo y solidario», apunta. Esa voluntad humanitaria se hace mastodóntica en la forma de un pez-pato que coquetea con los tres metros de altura.

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El uso de materiales desechados, a los que da una «segunda vida», dota a la creación de Miras de un compromiso ecológico que se añade a su reseñable carga social. «Estoy paseando por mi urbanización y encuentro figuras sugerentes en los objetos que me cruzo», relata el escultor.

Uno de los elementos que salieron al paso al artista fue una silla de jardín, rota sobre la calzada. Después de ser desmontada y reconstruida, se ha convertido en una escultura de dos metros y medio. Estropajos y tuberías de cobre también tienen papeles protagonistas en la muestra.

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Visita guiada, hoy

Los objetos está tan camuflados en esa deconstrucción que incluso el propio Miras se atreve a retar a los visitantes más pequeños a buscar determinados elementos en la muestra que, tras pasar por el filtro del artista, nada tienen que ver con su apariencia original. Estos juegos protagonizarán el taller gratuito que Miras ofrecerá en la propia sala el día 29 de agosto para niños de 4 a 12 años. Es necesaria inscripción previa en casasconsistoriales@mazarron.es o en el 968 590 012. Habrá también una visita guiada abierta al público general, de la que se encargará el propio escultor, y que se celebrará hoy a las 19.30 horas.

Como señala Juan García Sandoval, director de programación del Muram y comisario de esta exposición, cada elección del autor a la hora de confeccionar sus obras está «sujeta al diálogo entre el artista y el objeto, que dota a cada una de las piezas de una historia propia». Esas historias individuales convergen en el relato común de la muestra: un canto a la diversidad, un alegato contra lo homogéneo y una llamada al respeto por los que son o piensan diferente.

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Unos librepensadores muy concretos inspiraron la obra que da nombre a la exposición, 'La nube roja'. En ella aparecen retratados artistas de las vanguardias de principios del siglo pasado, como Picasso o Miró, también en forma de peces palmípedos.

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