Ángel Salcedo: «La mejor red social es el cuerpo a cuerpo»

«Llevo 27 años trabajando en clubes de lectura y leyendo como un cosaco. Aunque seleccionar me cuesta horrores, este año me ha tambaleado mucho leer, y me ha gustado por la estructura, lo novedoso y el contenido, 'Pequeñas mujeres rojas', de Marta Sanz. Me parece una brutalidad, la autora ha asumido un riesgo muy importante, porque es uno de esos libros que le exige al lector. En otra línea totalmente diferente, recomiendo una obra alucinante de los años 50 del siglo pasado, 'El país de las sombras largas', de Hans Ruesch».

«Me hace bailar cualquier canción de La casa azul, como 'La revolución sexual' o 'Vamos a olvidar', con Soleá Morente. En cuanto a sentimiento, me quedo con 'Bella figlia dell'amore', del 'Rigoletto' de Verdi, o 'En el río', de Vicente Navarro. Son dos canciones que me ponen las pilas en otro sentido».

«Casi todos los años la veo una vez. Tiene una energía impresionante y fue una adelantada a su época, con una familia que acoge a gente rocambolesca y un empresario que quiere 'barrer' un barrio porque quiere urbanizar. Qué cosa tan curiosa, ¿verdad? Hace una crítica a la estructura capitalista desternillante y llena de momentos sensibles, y muestra cómo vivir a tu manera, incluso siendo un insumiso fiscal».

«No veo muchas series, prefiero leer, pero me lo he pasado muy bien con 'Sex education', me parece una serie muy necesaria. Recientemente he descubierto una de muy bajo presupuesto, 'Autodefensa', una de esas historias que cuestiona todo de un modo muy irreverente».

«La red social que más me gusta, la mejor para mí, es mi grupo reducido de amigos, cocinando juntos en mi campo una paella o un gazpacho manchego, cara a cara y cuerpo a cuerpo».

«Tengo un par de amigos que me regalan a veces el gusto de pasar unos días en un apartamento que tienen cerca de Cabo de Gata. Hay un sitio al que se llega después de una caminata, el castillo de Macenas. Es una maravilla tomarme ahí, en un quiosco cercano, un vermú delante del mar. Es uno de esos sitios a los que vuelves porque en él has sido feliz, como dice la canción».

«Me encanta tomar queso frito con tomate en el Barrabás, en mi pueblo, o en cualquier bar de tapas de los que hay cerquita de casa de mis padres. Y si no, un buen tomate con bonito, en Cartagena, frente al mar, en cualquier lugar al que me lleve mi amigo Alberto».