Alfonso García-Villalba: «Aunque escriba narrativa, intento tener presente la musicalidad de la poesía»

–¿Qué le llevó a escribir 'La nueva subjetividad'?

–Hay diferentes momentos en los que emprendo la escritura del libro y cada uno de esos momentos, en realidad, son diferentes en cuanto a las emociones o las experiencias que pudiera estar sintiendo. Es un libro que empecé en 2021 y terminé en otoño de 2024. En ese periodo de tiempo van surgiendo cosas diferentes, intereses que van mutando y también se van dejando cosas por el camino. Mis propias experiencias aparecen en el libro, maquilladas. Hay un interés por el territorio, el paisaje en el que vivo o frecuento. Soy de Murcia y suelo estar bastante por la zona más allá del Puerto de la Cadena, los alrededores de Corvera, por esas zonas de páramos, entre la carretera que va a Cartagena y el Mar Menor, que antes eran tierras de secano y ahora son regadíos prácticamente artificiales.

–¿Por qué es inspirador el sureste español?

–Para mí porque es el territorio que he visto desde pequeño, cuando me desplazaba con mis padres a la playa a pasar los fines de semana. También porque parece que leemos libros que están ambientados en otras latitudes, ya sea en los Estados Unidos o en alguna ciudad europea y nos parecen lugares mágicos. Luego leemos una obra clásica griega y Tebas, por ejemplo, resulta un espacio mítico. Por ello considero que podemos conseguir que los espacios sobre los que escribimos tengan ese carácter mítico también, es decir, ¿por qué me va a interesar más un libro ambientado en California que uno ambientado entre Murcia y Cartagena o en Corvera? Son igual de interesantes ambos espacios, la cuestión es saber utilizar los ingredientes que tienes a la hora de escribir.

–Presentó su libro hace unos días en El Rancho Rosa, espacio que acogió también un homenaje al fallecido David Lynch.

–Sí, presenté el libro hace tres semanas y también hubo un homenaje a David Lynch en el que participé a través de la grabación de un pódcast con el mismo nombre que el libro, 'La nueva subjetividad'. Barajé una serie de elementos, como diálogos y música de sus películas. Por otra parte, la presentación del libro en Rancho Rosa iba acompañada de una exploración tanto sonora como visual. Yo intervine una serie de mapas de los lugares en los cuales se desarrolla parte de la trama. A través de esos mapas topográficos he intentado ilustrar algunas de las cosas que sucedían dentro del libro. Todo eso iba acompañado también de una serie de cuartillas en las que yo había escrito fragmentos del libro que se relacionaban con cada uno de estos mapas topográficos. Todo ello estructurado en virtud de una serie de cuadros muy sencillos pintados con espray, con negro y dorado.

–Un pódcast, una intervención artística... ¿'La nueva subjetividad' es más que un libro?

–El pódcast lo llevo haciendo desde hace dos o tres años. Y a la hora de hacer la presentación siempre procuro llevar a cabo un acto especial para que la persona que se acerque allí se quede con un recuerdo diferente, más allá de la tradicional conversación entre un autor y quien lo presenta. En esta ocasión me las he apañado yo mismo y, aunque no soy nada experto en artes plásticas, me lancé. Quería intentar crear una atmósfera que pudiera, en cierto modo, evocar o recordar lo que es el texto en sí. También me acompañé del escritor Javier Tortosa, el pintor Javier García Herrero, la escritora Beatriz Miralles y Lujo Berner, que combina su trabajo como ingeniero con la pintura y la escritura. Los tres primeros realizaron lecturas y Lujo pintó en directo inspirado por los mapas que habíamos preparado. Intenté que el libro cobrara vida más allá de las páginas.

–Incluye también en el libro la discografía con las canciones que le han acompañado en la escritura y corrección del texto. ¿Por qué las comparte con los lectores?

–El origen de la literatura tiene que ver con la música y con el canto. Normalmente esto solamente queda ya reducido a la sección poética. Se ha perdido ese componente musical. Un sinónimo de poesía es lírica y la palabra 'lírica' viene de la palabra 'lira', un instrumento de cuerdas que se utilizaba para acompañar las secciones poéticas que se cantaban, por ejemplo, en Grecia. Aunque yo escriba narrativa, el componente rítmico y musical propio de la poesía procuro tenerlo siempre presente y que el texto fluya casi como si fuera un poema, aunque no es una cosa poética en absoluto. Por ello, a la hora de escribir yo siempre escucho música que, indudablemente, termina por influir y modelar el texto que escribo o corrijo, por ello, consideraba que podía ser interesante tener esa discografía a través de una lista de Spotify y referenciar todas las canciones que estuve escuchando mientras escribía, de modo que quien leyera el libro pudiera sumergirse aún más dentro del texto, acompañado de esta música que, además, normalmente se mueve dentro de la experimentación sonora, el 'ambient' electrónico, y tiene texturas envolventes.