Javier Calvo rememora los veranos de su infancia para anunciar el Carnaval de Águilas

La plaza de España de Águilas volvió a convertirse este sábado en el escenario de la algarabía que va ligada a la fiesta por excelencia de la ciudad costera. Disfrazados para la ocasión, cientos de vecinos y visitantes llegados de todos los puntos de la geografía murciana y de fuera de ella se dieron cita frente al Ayuntamiento para disfrutar de una de las citas más señaladas del Carnaval más importante de la Región, ya que es el único que cuenta con la declaración de Interés Turístico Internacional. Los encargados de romper el hielo fueron Don Carnal y Doña Cuaresma, representados en esta edición por Rosana Gris, de la peña Masako, y Juan Andrés García, de El Tangay.

Con la tradicional batalla en la que se lanzaron unos 5.000 cascarones (huevos rellenos de confeti), llenaron de color el centro de Águilas, además de protagonizar la guerra dialéctica para la que se habían preparado a conciencia, ya que durante los días previos recibieron clases de interpretación con las que aplacaron un poco los nervios que les mantenían alerta antes del esperado momento. En el caso de la Musa, la venezolana Marian San Blas, del Briseyda, nerviosa poco antes de su discurso.

«Estoy deseando que llegue, tengo muchas ganas de fiesta», decía esta carnavalera de 29 años que regenta una juguetería en Águilas.

Antes del estallido final del público motivado por la lectura del pregón, la alcaldesa, Mari Carmen Moreno, tomó la palabra. «Águilas brilla esta noche / con piedras y lentejuelas / con plumas y brillantina / con brillos y purpurina. / Todo lleno de color / de carrozas y disfraces / nuestras peñas que desfilan / llenan las calles estos días / de elegancia y fantasía. / Qué orgullo ser aguileña / qué orgullo poder estar en este insigne lugar / y dirigirme a mi pueblo / una noche como esta. / Y compartir el balcón / con la musa y su elegancia / con nuestro gran pregonero / que tanto quiere a este pueblo, / que disfruta de sus playas como cualquier aguileño». A lo que la primera edil añadió que «hoy no hay penas ni tristezas / hoy hay fiesta y alegría / hoy nos toca disfrutar, beber cuerva y brindar. / Y brindemos por la vida / por todos los que no están y disfrutan de esta fiesta allá desde donde están». Tras las palabras de la regidora, todas las miradas se dirigieron a Javier Calvo.

El director, guionista, actor y productor con raíces murcianas quiso hacer «un homenaje a Águilas», localidad en la que ha veraneado durante toda su vida. Para ello, decidió disfrazarse de Azarías, el personaje al que dio vida Paco Rabal en 'Los santos inocentes', algo que verbalizó «para quien no haya pillado la referencia». Así fue como el pregonero dio el pistoletazo de salida oficial al Carnaval 2025, a pesar de que la Mussona, Julia Parra (El Tangay), lleva suelta desde el pasado jueves por la noche, cuando fue liberada de las mazmorras del Castillo San Juan de las Águilas, tal y como marca la tradición.

El mediático pregonero se ganó al público al rememorar las vacaciones familiares de su infancia en la casa «pequeña» de sus abuelos maternos, originales de Puerto Lumbreras. Tiempos de los que guarda «muy buenos recuerdos». «Águilas es para mí familia, primeros amores, subir al castillo en bici con mi primo, salir de fiesta y volver al amanecer». Recuerdos con los que emocionó a los asistentes que abarrotaron un año más la plaza de España de Águilas –«un secreto bien guardado»– para disfrutar de uno de los platos fuertes de la celebración pagana «porque si algo sabemos hacer murcianos y aguileños es una buena fiesta». Así comenzó la fantasía que pone a Águilas en el mapa mundial de la diversión sin medida.

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