Un grupo de jóvenes charlan al salir de una clase extraescolar en la puerta del edficio del Casino de El Palmar, que acoge en la actualidad el centro cultural, donde se llevan a cabo todo tipo de actividades. Nacho García / AGM

Así es El Palmar, el pueblo de Carlos Alcaraz

Esta pedanía de Murcia estaría entre los 15 municipios más habitados de la Región si fuese independiente de la capital

Domingo, 15 de mayo 2022, 07:24

La vida de la mayoría de los murcianos empieza en El Palmar, el hogar del tenista Carlos Alcaraz. En el Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia nacen cada día una media de 19 habitantes de la Región. Y es que la historia reciente de la pedanía murciana va de la mano del desarrollo del complejo hospitalario de referencia de la geografía murciana, que lleva abierto desde el año 1975. Allí trabajan más de 6.000 profesionales que tienen esta localidad como su segunda casa.

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Además de ser la ciudad sanitaria de la Región, El Palmar se ha convertido en los últimos años en un polo de atracción universitaria tras la creación del Campus de Ciencias de la Salud de la Universidad de Murcia junto a La Arrixaca. Un nuevo impulso en el devenir de esta zona del oeste del municipio de Murcia, en el que actualmente estudian unos 2.000 alumnos. Una cifra que rozará los 3.000 cuando se complete el traslado de todos los cursos de Medicina, Enfermería, Fisioterapia y Odontología.

Aspiración de segregación

A pesar de ser ciudad sanitaria y universitaria, en El Palmar conservan el sentimiento de pueblo. En la pedanía más poblada de Murcia hay censados 24.173 habitantes -12.262 hombres y 11.911 mujeres-, según datos del último padrón municipal. Si tuviese su propio ayuntamiento, El Palmar estaría entre los 15 municipios con más habitantes de la Región de Murcia.

Aunque los palmareños se sienten «muy murcianos», sigue latente una inquietud de segregación del Ayuntamiento de Murcia que surgió hace más de veinte años. Para lograr este objetivo, se creó la Asociación Pro Ayuntamiento de El Palmar. El movimiento ciudadano consiguió recoger 8.259 firmas de vecinos que apoyaban la iniciativa, pero el Ayuntamiento no las dio todas por válidas y, tras presentar dos recursos al Tribunal Superior de Justicia de Murcia, el juez avaló con su sentencia la decisión del Pleno.

Así fue como las pretensiones de independencia se esfumaron en 2017, pero esto no quiere decir que la reivindicación se haya desactivado, aseguran desde la asociación. Si el periplo de la segregación tuviera éxito finalmente, no sería la primera vez que El Palmar es un municipio independiente. Ya ocurrió en dos periodos históricos: 1821-1823 y 1836 -1854, según cuenta Antonio Botías, cronista oficial de Murcia.

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Partida de dominó en el Centro de Mayores de El Palmar. Nacho García / AGM

El transporte es otra de las asignaturas pendientes del pueblo, donde los vecinos se definen como «gente sencilla, simpática y acogedora». Seis kilómetros le separan del centro de la capital del Segura, lo que ha atraído a muchos habitantes de la ciudad y de otras poblaciones cercanas a establecer su residencia en El Palmar, convirtiéndose en una ciudad dormitorio y demostrando el carácter afable de los palmareños. Hoy en día no llega el tranvía, pero en el año 1907 la localidad fue objeto de uno de los primeros trazados del antiguo medio de transporte, que a su llegada a territorio palmareño protagonizó el gran avance tecnológico del siglo, ya que pasó de ser tirado con animales a funcionar con electricidad, según publicó Botías.

Dos estrellas Michelin

El Palmar es tierra de contrastes. Mientras Los Rosales es el barrio más pobre del municipio de Murcia -tiene la renta per cápita más baja- según el INE, a unos metros de distancia se puede degustar un menú con 2 estrellas Michelin. Cabaña Buenavista, del chef Pablo González, fue el primer restaurante de la Región de Murcia en obtener este reconocimiento que premia la excelencia gastronómica a nivel mundial.

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Lo mismo pasa con su condición de huerta, que compatibiliza con la gran superficie montañosa de su término municipal, donde está el pico más alto de Murcia: la cumbre de Carrascoy, a 1.065 metros sobre el nivel del mar. En la zona también está La Asomada, una fortaleza islámica que corona el puerto de la Cadena.

Producto estrella

En El Palmar se elabora el codiciado brandy Constitución. La destilería que abrió la familia Bernal fue un gran motor económico para toda la Región de Murcia. En los barriles de la pequeña bodega subterránea se guardan licores con más de 130 años de historia.

Juan Bernal

Vecino ilustre

El joven y humilde cantero Juan Bernal empezó abriendo una pequeña tienda en El Palmar tras casarse con Ana María Gallego Luján. Fue el propulsor de la afamada saga Destilerías Bernal.

Historia

El origen de El Palmar se remonta al siglo XV, con don Juan de Verástegui, el que entonces fuera regidor de Murcia. De ahí que también se le conozca como Lugar de Don Juan. En cuanto al nombre, la mayoría de historiadores coinciden en que se llama así por la existencia de muchas palmeras y palmitos. Destacan hitos históricos como los dos periodos en los que la localidad tuvo su propio ayuntamiento -primero entre 1821 y 1823 y después entre 1836 y 1854-, y la llegada del primer tranvía con sistema eléctrico en el año 1907.

Visita obligada

El Teatro Bernal ha marcado durante décadas el ritmo cultural de El Palmar. La inauguración del edificio en 1910 supuso un gran fenómeno social en la época. Tenía un patio al aire libre comunicado con el de butacas que hacía las veces de cafetería cuando había función.

El origen de El Palmar se remonta al siglo XV, con don Juan de Verástegui, quien entonces fuera regidor de Murcia. De ahí que también se le conozca por Lugar de Don Juan, como aparece en la web del Instituto Nacional de Estadística (INE). En cuanto al nombre, la mayoría de historiadores coinciden en que fue por la existencia de muchas palmeras y palmitos.

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La saga Bernal

La historia de El Palmar está ligada a la familia Bernal desde finales del siglo XIX. El cantero Juan Bernal marcó el inicio de una saga de grandes empresarios que contribuyó al desarrollo de toda la Región. Construyó, entre otros, la afamada destilería Bernal, una fábrica de embutidos y el Teatro Bernal, uno de los edificios emblemáticos que quedan en El Palmar, junto al Casino, el inmueble donde está la Alcaldía y el antiguo colegio San Vicente Ferrer.

«Todo el mundo se conoce»

En el pueblo del tenista Carlos Alcaraz los niños siguen corriendo por la calle mientras los mayores juegan a la petanca y al dominó. Conservan la vida de pueblo en el que «todo el mundo se conoce» y eso no impide que tradición e innovación se den la mano. Un ejemplo de ello es la convivencia de las costumbres que mantienen vivas la peña huertana El Lugarico y los auroros con los punteros desarrollos científicos que se llevan a cabo en el Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria o los tatuajes que el artista Ganga impregna por todo el mundo en la piel de famosos futbolistas y estrellas del hip hop. Contrastes que marcan la esencia de El Palmar.

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Alumnos de la escuela de tenis que hay en el Club de Campo de Murcia, conocido como Tiro de Pichón. Nacho García / AGM

Los jóvenes tienen mucha oferta deportiva, pero el ocio está en Murcia

Los jóvenes de El Palmar tienen muchas opciones para practicar actividades extraescolares, deportivas y culturales, pero no encuentran muchas alternativas para hacer planes de ocio los fines de semana. Entre las instalaciones municipales destacan dos polideportivos -uno de ellos con campo de fútbol, piscina municipal y pistas de pádel- y el pabellón de deportes, donde entrenan el club Colibrí de gimnasia rítmica, el equipo de bádminton La Paz y el de fútbol sala. También hay un equipo de tenis de mesa y un ballet joven llamado Dinamur, que llevan a cabo su actividad en el Centro Cultural de la pedanía murciana -ubicado en el antiguo Casino- y en el Espacio Joven conocido como 'los Colorines' por la diversidad de tonalidades de su fachada.

En el ámbito privado destaca el Club de Campo de Murcia -al que llaman Tiro de Pichón-, donde el padre de Carlos Alcaraz tiene su escuela de tenis y su hermano trabaja como monitor. Allí fue donde Carlitos empezó a demostrar que llegaría muy lejos.

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