ÁLEX

Juego limpio en casa de los Alcaraz

Los padres de Carlos Alcaraz, el sexto mejor tenista del mundo, mantienen un perfil bajo para no entorpecer la meteórica ascensión de su hijo; siempre han querido separar el tema familiar del profesional

Domingo, 15 de mayo 2022, 07:30

«No hay que olvidar de dónde vienes y con quién empezaste», dijo el martes Carlos Alcaraz en el Palacio de San Esteban, en el encuentro que el sexto mejor jugador de tenis del mundo tuvo con el presidente de la Comunidad, López Miras, ... en el que anunció que el joven tenista será distinguido con la Medalla de Oro de la Región. Siguiendo en primerísima fila aquel acto estaba Carlos Alcaraz González, padre del deportista, quien no gana para tantas emociones intensas que le está proporcionando su hijo en los últimos meses con sus triunfos en la pista y el cariño y admiración que ha despertado en todos por su forma de ser.

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Esa sencillez que muestra el tenista no es una pose. No se trata de un guion que está siguiendo a rajatabla. Es algo que ha mamado en su casa desde que nació. Se trata de una forma de ir por la vida que le han enseñado su padre y Virginia Garfia, su madre. En ellos ha tenido Carlos Alcaraz el mejor espejo en el que mirarse.

Carlos y Virginia tienen cuatro hijos: Álvaro, Carlos, Sergio y Jaime. El cabeza de familia fue jugador de tenis y pádel, participó en algún torneo ATP y transmitió a sus hijos su afición por el deporte de la raqueta. Nunca ha querido entrenar al pupilo de Juan Carlos Ferrero porque siempre ha querido «separar el tema familiar del profesional». La madre siempre ha estado un paso atrás. Aunque el pasado domingo se dejó ver en la Caja Mágica en la final que ganó Carlitos al alemán Zverev en el Madrid Mutua Open, esta mujer sevillana ha dicho en alguna ocasión que lo pasa mal cuando ve jugar a su hijo al nivel tan alto al que ha llegado, aunque añade que es algo a lo que tiene que acostumbrarse.

«Sin ellos [sus padres y sus hermanos] no serían posibles los buenos momentos que paso fuera de la pista, ni el nivel que muestro dentro de ella», dice el campeón del Madrid Open

La normalidad que ha vivido siempre en su casa de El Palmar es la misma con la que el tenista se desenvuelve en su tiempo libre. El matrimonio formado por Carlos y Virginia se ha encargado de inculcar a Carlitos lo que hacen la mayoría de los padres que se preocupan por el bien de sus hijos. Cuando sale con sus amigos le piden que no vuelva tarde a casa y, si le tienen que decir que aún no es el momento para comprarse un coche, el ganador del Masters 1000 de Madrid, que tiene el carnet de conducir desde hace poco, obedece.

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Ellos son los que gestionan la boyante economía del tenista, a quien muchos ven, más pronto que tarde, cambiando de domicilio, aunque, eso sí, sin alejarse mucho de El Palmar y acompañado de su familia: «Sin ellos [sus padres y sus hermanos] no serían posibles los buenos momentos que paso fuera de la pista, ni el nivel que muestro dentro de ella. Soy muy afortunado de tener el entorno que tengo», ha dicho en más de una ocasión el tenista de moda, quien con su triunfo en Madrid se ha embolsado 1.041.570 euros.

Carlos Alcaraz padre fue tenista (963 fue su mejor 'ranking' ATP) y llegó a ser subcampeón de España. De adolescente, le ofrecieron estudiar y entrenar en la Academia de Tenis Bruguera en Barcelona, pero entonces costaba 80.000 pesetas mensuales (500 euros), cantidad que alteraba la economía familiar. El padre de Carlitos no pudo cumplir su sueño deportivo, pero siguió jugando torneos. Cuando su hijo Carlos despuntó, no quiso entrenarle, pero se ocupó de que tuviera buenos maestros desde muy pequeño. Carlos Santos fue el primero, Kiko Navarro, el segundo y Antonio González Palencia, el tercero. En la actualidad, lo dirige Juan Carlos Ferrero.

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Carlos padre es el director del Club de Campo de El Palmar, centro que el abuelo, también Carlos, ayudó a transformar de club de caza a club de tenis y piscina, y que se convirtió en la cuna tenística de los Alcaraz. Carlos empezó a pelotear con Carlitos cuando el segundo tenía tres años. El actual 6 del mundo perdía contra su padre con 13 o 14 años, pero ya no.

La 'pringá' que le prepara su madre, natural de Sevilla, es una de las debilidades del deportista de moda

En el programa de televisión 'El Hormiguero' dijo que por la noche suele cenar pescado y arroz, pero que antes de un partido suele tomar pasta con ambrosía. Cuando vuelve a casa, el menú es diferente. Su madre, que lo conoce mejor que nadie, sabe lo que tiene que preparar ese día y en la mesa suele tener un puchero con 'pringá', un plato típico andaluz y de los favoritos de Carlitos.

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Carlos y Virginia ya preparan las maletas para viajar a París. Quieren estar cerca de su hijo en Roland Garros, pero como siempre, viendo los toros desde la barrera.

Ellos no se entrometen en la vida de su hijo, nunca lo han hecho. Su sombra no ciega a Carlitos como sí ha ocurrido a otros tenistas para los que sus padres han sido una pesadilla. En casa de los Alcaraz se juega limpio.

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