Carlos Alcaraz recupera el número uno

Alcaraz, en una exhibición de madurez y veteranía, pese a no tener ni 20 años, se convirtió en el cuarto español en la historia (en categoría masculina) en ganar en el desierto de California, tras José Higueras (1983), Alex Corretja (2000) y Rafael Nadal (2007, 2009 y 2013) y en el tenista más joven en conseguir el 'Double Sunshine', es decir, el doblete que conforman Indianw Wells y Miami y que solo siete hombres en la historia han abrochado.

El murciano solo necesitó de una hora y 10 minutos para eliminar del camino a un Medvedev que venía con 19 triunfos consecutivos y tres títulos en el bolsillo (Rótterdam, Doha y Dubái). Se merendó a uno de los mejores en pistas rápidas con una suficiencia pocas veces vistas en Coachella.

El inicio, con un parcial de 3-0 y de 12-3 en puntos hacía presagiar una buena tarde para el tenis español, pero no de la magnitud y la superioridad que se vio. Medvedev, sin signos de problemas físicos o de desgaste, fue un juguete roto en las manos de un Alcaraz muy serio, más de lo habitual, consciente de tener ante sí el conocido como quinto 'Grand Slam'.

Su derecha regaló algunos de los mejores momentos de la jornada, pero también su cabeza y su perseverancia para mover a un Medvedev al que le costó 18 minutos ganar su primer juego.

Ni su potente servicio, ni su inmaculado físico, ni su mentalidad de robot le valió a Medvedev para arañar algo en la superficie de un Alcaraz que avanzaba millas a velocidad de crucero y que se entretenía entre derecha ganadora, servicios picados y dejadas a traición.

A ello contribuyó también el ruso, que, tras perder el primer parcial, se desconectó por completo. Encadenó error no forzado tras error no forzado y regaló su saque en blanco en el primer juego, una invitación a que se produjera una 'goleada'.

Medvedev era un fantasma, una sombra, un jugador que nunca se había enfrentado a Alcaraz en plenitud, ya que su único choque fue en Wimbledon 2021, cuando aún el español estaba muy poco maduro. Sufrió los estragos de un jugador ávido de triunfos y arrollador; sufrió el hambre de un campeón.

Alcaraz, de dulce, llegó a ganar tres dejadas consecutivas, desesperó a Medvedev, que tiró la raqueta, y dejó al de Moscú en cinco juegos, su peor registro en una final desde 2019.

Con este triunfo, Alcaraz vuelve al número uno, posición que dejó el pasado 29 de enero tras 20 semanas en lo más alto. El de El Palmar derroca a Novak Djokovic, que para en 380 sus semanas como el mejor.

Pero el adelantamiento puede ser solo temporal, ya que Alcaraz defiende 1.000 puntos esta semana en Miami, donde el año pasado ganó el primer Masters 1.000 de su carrera. Ahí tampoco estará Djokovic, por su decisión de no vacunarse, por lo que el serbio puede recuperar el trono sin la necesidad de jugar.

De momento, Alcaraz asegura su segundo título del año, tras Buenos Aires, y el tercer Masters 1.000 de su carrera, los mismos que Carlos Moyá, Thomas Enqvist y Nikolay Davydenko. Está a solo uno de igualar a su entrenador, Juan Carlos Ferrero. Y no tiene ni 20 años.