Ver 20 fotos

Entrada de Carlos Alcaraz, entre fuegos artificiales. Javier Carrión / AGM

Carlos Alcaraz, un profeta en su tierra

El tenista de El Palmar devolvió la pasión de sus paisanos con sus mejores sonrisas en una exhibición trufada de luces y música festiva: «Se va a hinchar a cariño»

Viernes, 29 de diciembre 2023, 00:47

El reloj no marcaba todavía las cinco y media de la tarde y, alrededor del Palacio de los Deportes, ya se arremolinaban decenas de aficionados ... al tenis. O, mejor dicho, al tenis y también la sonrisa del murciano de moda por excelencia y nuevo ojito derecho de la Región de Murcia por méritos propios. El sol de invierno había perdido casi toda su fuerza a esa hora, y las luces de los faros de los coches comenzaban a ganar presencia en las carreteras de circunvalación de la capital. Como un preludio del fulgor estelar que aún estaba por llegar. El último partido de Carlos Alcaraz en este exitoso 2023 -el año de (su primer) Wimbledon-, y además en Murcia, en su tierra, siendo profeta por primera vez como profesional y después de 'cargarse' a un mito como Djokovic en Arabia Saudí 24 horas antes. Menudo cóctel para empezar a recibir el año nuevo.

Publicidad

Entre platos de gambas y paletillas de cabrito propias de estas fiestas, el plato más esperado por muchas familias estos días era «ver el primer partido en directo de Carlitos, y además en Murcia», coincidían varios aficionados en la cola de uno de los puestos de bebidas, ya en el interior del recinto. Alcaraz es número dos del mundo, pero también ha sido protagonista en muchas cartas a los Reyes Magos (anticipados) y a Papá Noel. Los niños, de todas las edades -incluido un bebé de ocho meses que ya daba cabezadas antes de que empezara la chicha-, eran ayer el público predominante. Y los padres, claro, aprovecharon que el Pisuerga pasaba por Valladolid y Alcaraz por la tierra que le vio dar sus primeros raquetazos.

Algún gorro de Papá Noel y más toses perrunas que mascarillas recomendadas por Sanidad en estos eventos

Sin aglomeraciones

Las interesantes actividades programadas como aperitivo a la exhibición entre Alcaraz y su compañero -y amigo- Roberto Bautista permitieron que la llegada de aficionados a las inmediaciones del polideportivo fuera escalonada, sin grandes aglomeraciones. Aunque nadie pudo evitar el mogollón de coches en las inmediaciones del complejo ni las búsquedas desesperadas por un sitio donde dejar el coche cuando faltaba poco menos de una hora para que empezara a cortarse el bacalao. Ay, las prisas. Ni siquiera las miles de plazas disponibles en el centro comercial Atalayas, también en el subsuelo, impidieron que alguno dejara el coche directamente en la acera.

El vuelo privado que trasladó a Carlos Alcaraz desde Riad hasta Murcia, de unas siete horas, duró más o menos el mismo tiempo que tardó algún que otro vecino del centro de Murcia en preparar a la familia, salir de casa con los críos, coger el coche en su garaje y llegar a su asiento numerado en el Palacio de los Deportes. Pero, por lo general, la mayoría de los 7.500 aficionados que ayer abarrotaron las gradas del pabellón llevaban ya un buen rato en sus asientos cuando Carlos Alcaraz hizo su aparición en la pista junto a Bautista al ritmo de 'Eye of the tiger', el mítico tema de Survivor que Rocky Balboa elevó a la eternidad. Para la entrada de Bautista, los responsables de animar el cotarro -más allá de los tenistas, claro- eligieron 'Thunderstruck', de AC/DC, que tampoco es moco de pavo.

Publicidad

Los aplaudidos Belter Souls, y después Serial Killerz, fueron los encargados de poner la banda sonora original a la previa de una jornada en la que algún aficionado echaba de menos desde la grada mayores pinceladas musicales 'made in Murcia', y más concretamente de Second, que esta semana se despiden de los escenarios. Sí, también sonó la 'Salvación' de Arde Bogotá, y no faltó alguna de Sebastián Yatra, que como todos sabemos es muy amigo de Carlos Alcaraz. Por ahí se escaparon. La garra del 'speaker' Fran Sáez y las pelotas y camisetas que repartieron los chavales de la Federación de Tenis de la Región de Murcia también ayudaron a tapar cualquier atisbo de crítica.

El silencio en el saque de Alcaraz se rompió en el primer set con la propuesta de matrimonio de una aficionada desde las gradas

«Nosotros también hemos venido a ver a Roberto Bautista, ¿eh?», dejaban claro Lola y Pedro, un matrimonio de Beniaján que rápidamente sacan los móviles para enseñar fotos de sus hijos -hace unos años- junto al propio Bautista. «Mira, aquí están con el entrenador de Alcaraz». Porque Juan Carlos Ferrero ha pasado a ser «el entrenador de Alcaraz». ¿Y los hijos, que además juegan al tenis, dónde están? «Es que tocan en una agrupación musical y hoy tenían ensayo. Lo verán por la tele, seguro que no se lo pierden».

Publicidad

Entre algún que otro gorro de Papá Noel, bocadillos caseros y más toses perrunas que mascarillas recomendadas por Sanidad para este tipo de eventos multitudinarios ante el aumento disparado de infecciones respiratorias -qué lejos parece haber quedado la pandemia-, las colas más largas se registraron ayer frente a los puestos de comida y bebida del interior del pabellón. Cola que guardaron religiosamente Jaime -procedente de Huércal Overa, en Almería- y su suegro Adrián. «Futuro suegro», matiza este último, que además ha pagado las entradas. Como para confesar, si fuera el caso, que uno es más de Djokovic. «Yo no soy muy aficionado al tenis, pero soy de Alcaraz», subraya el (futuro) yerno. «Después de Riad, aquí se va a hinchar a cariño», resume Adrián el sentimiento generalizado. En el puesto volaban las botellas de agua (sin tapón) y sobre todo las palomitas, porque la Copa Alcaraz fue ayer lo más parecido a ir al cine a ver un nuevo y bonito cuento de Navidad, que no es otro que el que Carlitos ha empezado a rodar en los anales del tenis mundial. Y, encima, vivir la película desde dentro.

«¡Cásate conmigo!»

Una película muy real que no quiso perderse nadie. Tampoco el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, acompañado siempre de un subalterno propio para estas lides como el director general de Deportes, Fran Sánchez. En el palco de autoridades también estaba el alcalde de Murcia, José Ballesta, que saludaba a diestro y siniestro en su segundo evento con Alcaraz estas navidades, después del 'pelotazo' del árbol de la Redonda. Los políticos se mezclaron en la zona noble con deportistas ilustres de la Región, de hoy y de siempre, como los ciclistas Alejandro Valverde y Luis León, el piloto de motociclismo Fermín Aldeguer o el tenista Nicolás Almagro. Todos ellos fueron parte de la ola que recorrió el Palacio y participaron en los cánticos que hicieron sonreír a Carlos Alcaraz poco antes de empezar el partido. Pero la mayor sonrisa de la estrella estaba reservada para mediados del primer set, cuando el tenista de El Palmar se disponía a sacar y el silencio propio del momento fue quebrado por un grito desde la grada: «¡Carlos, cásate conmigo!». Hasta el propio Alcaraz se unió a la carcajada general y las risas le obligaron a parar un momento el partido, aunque no contestó a la propuesta de matrimonio. En la próxima edición de esta nueva Copa, quizá.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Infórmate con LA VERDAD: 1 año x 29,95€

Publicidad