Los mejores momentos de la visita de Carlos Alcaraz en 'El Hormiguero'

Ir a divertirse a El Hormiguero está solo al alcance de esos famosos que destacan en algún ámbito. El último invitado del programa de Antena 3 ha salido de la Región de Murcia y lleva un tiempo cosechando triunfos y sembrando la promesa de tener todavía mucho que decir en el mundo del deporte. Unos días después de haberse hecho con el trofeo Conde Godó y poco antes del Mutua Madrid Open, Carlos Alcaraz pisó con fuerza El Hormiguero, confesó sus secretos profesionales y personales y se marchó prometiéndole a Pablo Motos volver al programa, al menos, una vez al año.

«¡La que has liado en un año!», destacaba Pablo, nada más entrar en el plató. Porque el tenista, de 18 años, se ha lanzado hasta el puesto 9 de la ATP en tiempo récord. Sin embargo, aunque reconoce que ya lo van conociendo e incluso lo paran por la calle, todavía no se considera famoso, sino que lo toma con naturalidad: «En todo caso me encanta, es un placer».

Lo cierto es que sus amigos también parecen encantados, pues se mofan de vez en cuando e incluso «ha habido casos en los que se aprovechan de mi nombre para ligar», confesaba entre risas. Con ellos también ha disfrutado de su adolescencia, porque asegura que no se ha perdido nada y cuando viaja hasta El Palmar, su pedanía natal, se olvida de todo y sale de fiesta. Cuando lo hace, es de los que bebe ginebra con limón. ¿Bebida de campeón?

Pablo Motos también quiso saber lo que esconde Alcaraz en la pista. Descubrió que su mantra es: «Charlie (como se llama a sí mismo), haz magia». «Antes de salir a la pista siempre pienso en ser valiente y agresivo, ir a por ello», explicó. Es muy probable que siga la actitud de Rafa Nadal, con quien lo relacionan por sus logros similares: «Es el número 1. Si me comparan con él, significa que estoy haciendo las cosas bien», afirmó orgulloso.

Y sin duda así lo demuestra su laureada trayectoria en el tenis. Parte de sus logros se lo debe a la dejada, su golpe estrella. Entre los triunfos está convertirse en el primer español en ganar el Máster de Miami, que también le dejó un premio de más de un millón de euros. Pablo Motos quiso saber cómo gestionaba el dinero con sus padres: «Si es algo caro, les pido permiso. ¡Aún estoy luchando por un coche bueno!», destacó.

El Conde de Godó ha sido el último premio que ha alzado, después de una jornada maratoniana, con semifinal por la mañana y final por la tarde, que no frenó ni la caída por las escaleras que tuvo nada más comenzar el día. En las dos horas descanso entre partidos, solo le dio tiempo a comer, montar en bici para soltar músculo y echar una siesta, porque Alcaraz se duerme en cualquier parte: «Si no hay sitio, pongo un par de toallas en el suelo y no tengo problema».

Con un padre tenista profesional, el deporte le viene de cuna, aunque entre ellos siempre se ha separado lo familiar de lo profesional. Su entrenador, Juan Carlos Ferrero, lo fichó con 15 años, cuando era «bastante cabezón y un poco descontrolado», y vio su potencial: «Huele la sangre en la pista como un tiburón», afirma. Desde entonces ha crecido mucho y se ha puesto en forma, llegando a protagonizar la portada más joven de la revista Men's Health. Sus logros se deben a su talento, sus cuatro horas al día de entrenamiento y, tal vez, también a sus supersticiones: «Siempre intento usar la misma ducha en un torno, dejar la bolsa en el mismo sitio y empezar y terminarlo con la misma ropa».

Haga lo que haga, parece que le funciona, pues el murciano está consiguiendo todo lo que se propone. Por si sus triunfos fueran pocos, hace un par de meses logró sacarse el carnet de conducir: «Mi verdadero objetivo de 2022», bromeaba el prometedor tenista. Su primera visita a El Hormiguero terminó con un divertido juego de Trancas y Barrancas que, como no podía ser de otra forma, ganó. Pablo Motos también ha caído rendido al murciano y ya está deseando que se convierta en invitado 'Platino'.

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