Carlos Alcaraz por fin disfruta en casa

Las dos caras del deporte, en solo 24 horas. Del lujo y el dinero rápido de Arabia Saudí al bonito regreso a casa y el espíritu solidario de un evento que ha costado sacar adelante más de la cuenta, pero que finalmente se celebró y fue un completo éxito. En Murcia. En Navidad. Y con Carlos Alcaraz dándose un baño de masas en su ciudad natal, antes de comenzar una temporada muy cargada, en la que el tenista de El Palmar aspira a destronar al inmortal Novak Djokovic.

Lo del miércoles en Riad, con victoria precisamente ante el serbio en dos horas de una exhibición que por momentos se pareció a un duelo de competición, fue una cosa bastante distinta a la de este jueves en el Palacio de los Deportes de Murcia. El ambiente festivo, con 7.500 espectadores vibrando con Alcaraz, lo inundó todo y lo puramente deportivo quedó relegado a un segundo plano. Carlitos jugaba a favor de obra y el partido lo tenía ganado antes de saltar a la coqueta pista azul montada sobre el parqué en el que habitualmente se aplauden goles y canastas. Se llenó un Palacio como perfectamente se podían haber llenado tres. Porque todo el mundo está como loco por ver de cerca a un deportista único. Nunca tuvo Murcia un fenómeno así y posiblemente nunca lo volverá a tener. Toca disfrutar de él.

Se hizo de rogar, como las estrellas del rock. La aparición del número 2 del mundo estaba prevista para las 20.30 horas, pero como suele suceder en este tipo de eventos el programa se fue demorando y Carlitos pisó la pista 31 minutos más tarde de lo previsto. Dio exactamente igual. Jugaba a favor de obra y al personal no le importó la espera. En absoluto. Banda sonora de 'Rocky' a todo trapo y miles de flahes acompañando a los aplausos y vítores al ídolo local.

El público había ido entrado en calor con la victoria del pachequero Kiko Siscar ante Jorge Iglesias en el encuentro de tenis en silla y el doble mixto de promesas de la Región (con Pablo Martínez y Ariana Geerlings venciendo a Rafa Segado y Alba Rey por 7-5) y definitivamente entró en ebullición con la salida a pista de Alcaraz. Su hermano pequeño, Jaime, lanzó la moneda en el sorteo. Y la gente se preparó para disfrutar de uno de esos espectáculos que no suelen verse por estos lares.

El primer saque de Alcaraz fue a 194 km/h, pero Bautista lo domó y ganó el punto. Estaba mucho más fresco el castellonense, a pesar de unas dolencias en la cadera que viene arrastrando desde hace semanas y que incluso le hicieron ser duda para participar en esta primera edición de la Copa Alcaraz. El murciano estaba recién llegado, tras un largo viaje de regreso en avión desde Riad que con el paso de los minutos se fue notando. Y bastante. Acusaba el cansancio un Carlitos que intenta acortar los puntos, mientras Bautista aguardaba en el fondo de la pista, que durante su dilatada carrera siempre fue su zona de confort.

A sus 35 años, el veterano jugador de Castellón pelea contra su desgastado físico, con la esperanza de darse todavía un par de temporadas más en la élite y quien sabe si sumar algún título más a los once que ya tiene en su palmarés. Siempre a la sombra de Rafa Nadal, Bautista ha sido un notable tenista, 'rara avis' en la Armada Española, puesto que sus mejores actuaciones siempre se vieron en pista rápida y en hierba. Sus semifinales en Wimbledon 2019 son, de hecho, su mejor resultado en un 'Major'.

Lejos del nivel que tuvo para ser 'top ten', Bautista sí fue anoche una buena piedra de toque para Alcaraz en su primer partido en Murcia como profesional. El castellonense fue constante y exigió a un Carlitos con menos chispa de la habitual. En el undécimo juego de un primer set muy equilibrado tuvo una bola de break que podía haberle dado alas, pero Alcaraz salvó los muebles. Y Bautista llevó luego ese parcial al desempate. En el 'tie-break' elevó sus prestaciones Alcaraz y sentenció por la vía rápida (7-1).

El segundo set fue distinto. Bautista estaba cansado, pero Alcaraz directamente estaba agotado. Fundido. Empezó a fallar bolas que antes no fallaba y a Bautista le bastó con estar sólido con su saque y aprovechar los errores de su rival para ir haciendo camino. Quiso rebelarse Alcaraz, con más corazón que cabeza. Pero cada conato de remontada era frenada por un Bautista dipuesto a llevar el encuentro hasta el desempate rápido que suele sustituir al tercer set en exhibiciones de este tipo. Y es lo que hizo. 6-1 para el castellonense en una segunda manga repleta de errores no forzados de Alcaraz.

En el súper 'tie break', sin embargo, se recuperó Alcaraz, quien dejó lo mejor para el final. Se activó de piernas, recobró el pulso con su saque y soltó un par de latigazos tremendos con la derecha. Bautista entendió que no tenía ya ninguna opción de llevarse el partido, pero no sacó la bandera blanca. Fue un dignísimo rival, levantó cuatro bolas de partido y se ganó el cariño de la afición murciana, quien no obstante imitó a Carlitos y también dejó lo mejor para el final. Despidió a lo grande al campeón de El Palmar, genial y carismático.

Al margen del resultado, completamente anecdótico en un partido así, el triple objetivo que se perseguía con este evento se cubrió con creces: la gente de Murcia por fin pudo ver un partido de su ídolo en casa, se recaudó un buen dinero para fines solidarios y las marcas Costa Cálida y Región de Murcia se vendieron bien al exterior gracias al enorme foco que siempre hay puesto sobre el tenista de El Palmar.

Los 7.500 espectadores que abarrotaron el Palacio vivieron una velada muy agradable de tenis y música en directo. Y casi todos se quedaron en su asiento para escuchar a su ídolo. «Me encuentro con muchos murcianos por el mundo, que me siguen y van a verme. Pero los que no pueden viajar hoy me han podido ver en Murcia. Por eso, para mí era muy importante jugar aquí», dijo Carlitos.

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