Este lunes comienza en Toronto el Masters 1000 de Canadá, el primero de los tres grandes retos que el murciano Carlos Alcaraz afrontará en la segunda parte del verano. Arranca la gira norteamericana en pista dura y todos los especialistas dan como gran favorito ... al número uno del mundo, tanto en Canadá, como la semana siguiente en Cincinnati (Estados Unidos) e incluso en el US Open, donde defenderá título. En esta ocasión, eso sí, Novak Djokovic será una enorme amenaza para el joven jugador de El Palmar.
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El caso es que todos señalan a Alcaraz y a su enorme facilidad para desenvolverse en una superficie que nunca ha sido la más propicia para los tenistas españoles y que -ni mucho menos- es la que vio crecer a Carlitos. Lo recordaba ayer su primer entrenador, Kiko Navarro, en una entrevista concedida a La Razón. «En nuestro club [el Club de Campo de El Palmar] no había ni una sola pista rápida. Cuando Carlos se formó como jugador no teníamos la opción de trabajar en una pista de cemento. No existía», destacaba Navarro, quien entrenó a Alcaraz hasta los 15 años. Luego estuvo dos temporadas más, hasta que Alcaraz cumplió los 17, colaborando con Juan Carlos Ferrero.
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Antonio Gil Ballesta
En el Club de Campo, donde Carlitos pasó toda su infancia junto a su padre y sus hermanos, «había pistas de tierra batida y fue en esa superficie donde lo criamos nosotros, pero bueno ya se veía que el chico se adaptaba rápidamente a todo. En aquella época yo hablaba mucho con el padre que por su tipo de juego, por su velocidad de bola, sobre todo cuando ya iba creciendo, con 14 o 15 años, pues teníamos claro que jugaría mejor en rápida. Y con 20 años está demostrando que es capaz de jugar mejor en pista rápida que en tierra», explica Navarro.
A los 10 años ya empezó a verse que Carlitos podía llegar muy lejos en el mundo del tenis. Y fue cuando Kiko Navarro consiguió el primer patrocinador para su pupilo: la empresa caravaqueña Postres Reina. De esta manera empezaron a sufragar los primeros viajes al extranjero para jugar torneos en los que Alcaraz tuviera rivales potentes. En Murcia nadie le hacía sombra. En España, casi nadie.
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Pero seguía habiendo un problema importante: el niño no podía trabajar con cierta regularidad en pistas de cemento. «Solo entrenábamos en pista rápida cuando teníamos un torneo en esa superficie y me buscaba la vida por Murcia, hasta que ya hicimos la pista de cemento en nuestro club. Pero vamos, su superficie base era la tierra batida», cuenta Kiko Navarro en la citada entrevista. De hecho, esa pista se construyó «un poquito-bastante» pensando en Carlos Alcaraz, después de que le «dieran mucho el follón» a la junta directiva del Club de Campo de El Palmar.
Ahora, en el proyecto de ampliación y modernización de las instalaciones, se van a hacer cuatro pistas de cemento más, gracias a que el club se ha beneficiado de que el mejor tenista del mundo haya salido de allí. Esta semana, antes de viajar hasta Canadá, Carlitos ha preparado su regreso a la pista dura en casa, donde todo empezó. «Si hicieran una pista de hielo Carlos también sería el mejor. Es tan bueno y tiene tal capacidad de adaptación que no me sorprende nada de lo que haga. Mira cómo se ha adaptado a la hierba de Wimbledon», resume su primer entrenador.
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Las estadísticas de Alcaraz, no obstante, revelan que de momento su porcentaje de victorias es más alto en tierra y en hierba que en cemento. El murciano ha ganado 64 partidos y ha perdido 14 en polvo de arcilla (82% de triunfos), para conquistar siete títulos; en hierba ha vencido en 16 ocasiones y solo ha perdido dos veces (89% de victorias), para sumar dos títulos; y en pista dura su balance es de 57-19 (75% de éxitos), para levantar tres trofeos.
«Carlos juega bien en todas las superficies. En tierra la gente se puede poner un poco más rocosa y que él vea menos portería porque la bola corra un poco menos y se puede atascar algo. Eso le puede pasar. Tiene más recursos que ninguno. Es lo que ha pasado con los buenos: Rafa, Djokovic... juegan bien en todos lados», concluye Kiko Navarro en La Razón.
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El italiano Lorenzo Musetti, que hace un año ganó al murciano en la final de Hamburgo, se suma a los elogios que recibe a diario Alcaraz. «En un año ha hecho progresos increíbles en términos tenísticos, pero también físicos y de conciencia de sus propios medios. Hoy es la referencia, el jugador a batir. Es el rey Midas del tenis: lo que toca se convierte en oro. Es a la vez un amigo y una fuente de inspiración, haberle ganado es un alarde, pero también una motivación para volver a hacerlo», dijo Musetti en Ubitennis.
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