Un Alcaraz agigantado vuelve a pisar unas semifinales en Róterdam

El primer punto del partido aventuraba un duelo igualado. Pero nada más lejos de la realidad. Sobre la pista, la magia y la creatividad de Alcaraz, contra el esfuerzo y el tesón de un Pedro Martínez que venía de firmar grandes encuentros en superficie de interior recientemente. Sin ir más lejos la semana pasada en la Copa Davis, donde fue clave ganando sus dos puntos, tanto en individual como en dobles, para que España accediera a la siguiente ronda del máximo torneo de selecciones. Precisamente en Suiza, Martínez relevó a Carlos Alcaraz como número uno del combinado nacional que dirige David Ferrer.

Tres veces se habían enfrentado murciano y valenciano antes de la cita nocturna en el Rotterdam Ahoy. Nunca en el circuito ATP. Todas ellas se habían desarrollado en torneos Challengers. Siempre con victoria de Alcaraz. La más emocionante, la vivida en 2019 en el Real Murcia Club de Tenis. Allí, un Alcaraz que iba camino de los 16 años, derrotó a Pedro Martínez, por aquel entonces ya número 151 del ranking ATP. Se celebró por todo lo alto el triunfo del niño de El Palmar en las instalaciones de la capital del Segura. También lo hicieron de manera apasionada Kiko Navarro y Juan Carlos Ferrero en la grada, que en ese momento compartían la tutoría de Alcaraz.

Menos igualado fue esta vez el duelo español en comparación con aquel lejano de 2019. Se va calentando Alcaraz en Róterdam, sintiéndose cada vez más cómodo sobre la rugosa moqueta del Rotterdam Ahoy.

Pocas opciones le está concediendo a sus rivales desde que sufriera en el estreno con el neerlandés Van de Zandschulp. Cada vez más sólido desde el fondo de pista, cometiendo menos errores, para aplastar con una derecha portentosa. Lo sufrió Vavassori y este viernes le tocó al compatriota Martínez Portero.

El valenciano saltó a la pista con energía y con la moral propia de quien viene de ganar a un tenista de la talla de Holger Rune. Pero pronto se llevó el primer sopapo. Alcaraz, como hiciera con Vavassori en la noche del jueves, consiguió quebrar pronto para encauzar el primer set de forma cómoda. Después llegaría otra rotura, cimentada nuevamente gracias a un rendimiento impecable desde el fondo de pista. Buscó y buscó Martínez la manera de desbordar a su compañero de Copa Davis, pero la grieta no aparecía y el joven prodigio de El Palmar seguía disfrutando sobre la pista.

Se apuntó con comodidad Alcaraz la primera manga, mientras desde el público animaban al tenista de Alzira buscando una reacción que les concediera unos minutos más de partido. 36 exactamente necesitó el número tres del mundo para meterse en el bolsillo ese primer set, el mejor que ha disputado esta semana en tierras neerlandesas, quemando la derecha desde más allá de la línea de fondo (11 golpes ganadores con esa arma). Solo perdió dos puntos el pupilo de Juan Carlos Ferrero con primeros saques, un golpe con el que también va creciendo a medida que avanza rondas en Róterdam.

Mismo guion en el segundo set. A los tres minutos tras la reanudación, Carlitos Alcaraz ya había roto el servicio de un Pedro Martínez que no paraba de cometer errores, especialmente incómodo con su saque. Para ese momento, la cabeza del valenciano era un mar de dudas. La razón: un murciano implacable. No encontraba respuestas a los bombazos que volaban desde el otro lado de la red por parte de Alcaraz.

Si hay un aspecto del juego que se deba destacar en el último triunfo de Alcaraz es su crecimiento con el servicio. Solo cedió dos puntos con su saque el tenista de El Palmar en todo el partido (21/23). Unos números absolutamente descomunales que muestran la solvencia con la que está encarando Carlos Alcaraz esta fase final del torneo neerlandés, otro que quiere meterse en el bolsillo y sumar a su palmarés.

Poco más de una hora necesitó el tenista murciano para abrochar su triunfo ante un buen amigo, con el que se fundió en un abrazo en la red. Cuando juega así es difícil detenerlo. Tumba no solo tenísticamente a sus rivales, también lo hace a nivel mental. No deja ninguna pista en el camino para que el rival pueda dañarle o, simplemente, buscarle un espacio donde atacar. Pisa fuerte Alcaraz, agigantado a medida que va superando fases en Róterdam.