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MARÍA DEL CARMEN CARRIÓN PUJANTE
Lunes, 7 de febrero 2022
La voz de Asklepios, la palabra de Miguel Espinosa (Caravaca de la Cruz, 1926-Murcia, 1982), resuena, verdadera y necesaria, en este año 2022, en el que se cumplen, ya, cuarenta de su fallecimiento, o regreso a la Hélade. ¿Por qué leer a Miguel Espinosa? ¿ ... Qué buscamos sus lectores, más allá del gozo y la celebración del verbo hecho vida en sus obras, más allá del goce estético en la forma perfeccionada? Un baluarte firme tras el que resistir las acometidas de lo actual y su zozobra.
En tiempos de incertidumbre, su esperanza, su fe inquebrantable en la justicia del tiempo, por severa que pueda resultar. En tiempos de silencio alienado, una voz firme, que no conoce servidumbres, nunca amordazada por los intereses de lo conveniente o correcto. En años de aislamiento, de miedo al otro, su cercanía a las gentes, a lo humano, con un diálogo próximo y abierto, sin fin, siempre por retomar. En años de locura y manipulación, su serena libertad, nacida de la razón.
En los días del 'cibercoin', la levedad, en el caminar, de una muchacha. En días de hipnóticas pantallas, su humana mirada sobre cuanto existe y está en el mundo. En la era del decir vacío y caduco, multiplicado artificialmente, su verbo creador e imperecedero. En tiempos de mentira y caos, la búsqueda continua de la verdad. En la era del hastío, su amor a lo vivo, a la vida, con el dolor y la dicha que guarda en sus entrañas. La única urgencia... La urgencia de vivir y dar cuenta de lo vivido.
El carácter luctuoso de este cuarenta aniversario no debe teñir, al menos por completo, la efeméride con el velo gris de su ausencia. Desde la mirada de sus familiares y amigos, la añoranza, la melancolía por su ausencia resulta inevitable, dolorosa; incluso a quienes no llegamos a conocerle, nos roza ese punzón. Aun así, debemos sobreponernos, y ser dignos herederos, celebrando su vida y su legado, pues hemos recibido la universal herencia de sus obras, patrimonio más alto del autor. Porque esta herencia, dejada por Espinosa, para quienes la aceptamos, implica un profundo compromiso.
Así, la página web (www.miguelespinosagirones.es) también ha dado un paso al frente y se mostrará, a partir de este 1 de abril de 2022, no solo bajo una nueva apariencia, sino ricamente ampliada en cuanto a sus secciones y contenidos, conservando, además, los ya existentes. Una puerta, una ventana abierta en el muro de estepresente que nos ancla, desde la que contemplar la riqueza de la obra y personalidad de Miguel Espinosa, quien, como clásico, no necesita ser «reivindicado», pero sí dado a conocer. La calidad de su obra y el tiempo hacen justicia al autor, cuyo reconocimiento se acrecienta continua, e imparablemente.
Recuperaremos el mirar confiado del niño, su colegial escritura, cuando aún no conocía el peso de un destino marcado por la orfandad. El misterio, el silencio, rodea la relación que mantuvo Espinosa con su progenitor, Juan Espinosa Dato, a quien apenas hace referencia en sus obras o entrevistas publicadas. La nueva documentación reunida permite trazar algunas pinceladas para el retrato de un hombre, representante comercial, fallecido a la temprana edad de 55 años. Miguel tenía 17 años.
A pesar de las adversidades, o llevado por ellas en alguna ocasión tal vez, Espinosa, el Eremita, es paradójicamente un hombre sociable, dispuesto siempre para el diálogo con personas muy diversas y diferentes entre sí. De ahí, la interminable relación de amigos, y conocidos, de gentes con las que, de una u otra forma, se relacionó... «Porque nada hay superior al ser», así lo declaraba en 'Escuela de mandarines'.
Escritor, padre, amigo..., y trabajador constante. Lejos de la imagen de un Miguel Espinosa «ocioso y sin ocupación» (podía parecerlo, eso sí), conoceremos a un hombre que no dejó de luchar con la vida, emprendiendo mil y una labores, desconocidas por su singular naturaleza, al igual que por el rigor con el que fueron por él desempeñadas. Léanse, por ejemplo, en la sección denominada 'Trabajo', su correspondencia comercial, o alguno de los numerosísimos télex que salieron desde las antiguas instalaciones de Correos en Murcia. Su vasto número da cuenta del volumen de trabajo desarrollado por Espinosa. En este tipo de correspondencia, incluso, no deja de estar presente el escritor, en su precisión y sistematicidad, ya fuese a la hora de describir el funcionamiento de un refractor, una máquina de escaldado para las empresas conserveras o en la elaboración de los estatutos para una mutua ganadera.
Y, cómo no, Miguel Espinosa nos lleva, ineludiblemente, a Mercedes Rodríguez. Una de las tareas más emotivas ha sido la de volver sobre los pasos de tan singular mujer, determinante en la obra de Espinosa, porque también lo fue en su vida. En el apartado 'La Quinta Provincia', nos asomaremos, de puntillas, a la infancia de su musa, transcurrida en el Valle de Tabladillo. Este bellísimo enclave segoviano, elevado sobre el paso del tiempo y el anonimato en virtud de la palabra de Miguel Espinosa, ha sido hecho suyo también por el escritor. El niño, el adolescente Miguel tendrá allí, un nuevo lugar de nacimiento y expectación. Corretean ambos por la calle Cañuelo; se buscan en las aldeas cercanas. En sus recovecos, en el murmurar de las fuentes, en sus purísimos parajes se puede sentir el eco de los pasos de un Eremita... el que sí regresó a lo originario, junto a Azenaia, su Azenaia, siempre en espera de él. Ha quedado atrás, muy lejos, la Feliz Gobernación y su sórdido estruendo...
En 'Correspondencia', el lector hallará el propio decir de Mercedes Rodríguez. 'Cartas de Mercedes a Miguel' contiene una amplia selección de largas y bellas misivas dirigidas a Espinosa. Éstas, el complemento necesario, imprescindible, para la elaboración, en un futuro, de una correspondencia cruzada o total, entre el escritor y su musa, de interés incalculable y único.
Invito a quienes se adentren en los contenidos de la nueva página web del novelista murciano a que, en alguna ocasión, recorran las calles de Murcia, de la mano de la Ruta Literaria Miguel Espinosa, traducida ya al inglés, alemán, francés y japonés, y con la que podrán seguir los pasos de Miguel por muy diversos lugares de su biografía más cotidiana y literaria.
Quedan, aún, diversos escritos y obras inéditas ('Forma y revelación del mundo', 'Falsos años', 'Correspondencia general', 'Prometeo encadenado'...). Un esperanzador camino por recorrer... Ésa es la razón por la que me pregunto, recordando el Evangelio de San Lucas... ¿Por qué buscamos entre los muertos al que está vivo?
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