Varias personas practican deporte en un gimnasio. Reuters

En el deporte no todo vale: desmontando mitos

La ciencia está presente en todos los ámbitos de la vida y la práctica de actividad física no iba a ser diferente. No todo lo que se dice es cierto

MARÍA JOSÉ MORENO

Lunes, 17 de diciembre 2018

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    ¿Puede el 'big data' ayudar a ganar partidos? Sí

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Queda muy lejos aquella imagen de los entrenadores con una pizarra explicando a sus jugadores en el vestuario cómo moverse por el campo, qué posición adoptar, a qué contrincante cubrir o cómo atacar al equipo contrario. La llegada de las nuevas tecnologías y el desarrollo de sensores que permiten monitorizar, prácticamente, cualquier movimiento o paso que se dé sobre el campo en tiempo real, combinado con la puesta en marcha de aplicaciones y modelos matemáticos que ayudan a analizar esa gran cantidad de información obtenida y conocida como 'big data', ha llevado a que los equipos deportivos cuenten con asesores que les permiten desarrollar estadísticas y planes basados en conocimientos científicos. Así, por ejemplo, Guardiola desarrolló el conocido 'tiki-taka' en su paso por el Barcelona, basándose en diagramas de Voronói, una forma de dividir un plano (en este caso el campo) de manera eficiente, repartiendo el espacio y respetando la distancia entre puntos (en este caso, entre jugadores).

Lo más curioso de todo esto es que los datos que se pueden obtener de la práctica deportiva no solo son útiles para ganar partidos, sino que se pueden emplear en otros sectores, como por ejemplo el de las empresas, para optimizar su actividad. Bien lo sabe José Antonio Martínez, investigador del grupo Beside Marketing de la Universidad Politécnica de Cartagena, quien asegura que «si queremos contrastar teorías sobre la eficacia de los empleados trabajando en grupo o individualmente, se pueden emplear datos del mundo del deporte, donde existe mucha información. Esos datos se toman de dos formas: de bases de libre acceso, sobre todo en el deporte americano, o creando bases de datos propias en función de las necesidades de la investigación que se esté haciendo». Básicamente, la idea que persiguen es que tras realizar el estudio se pueda explicar por qué se producen las cosas: por qué un jugador rinde de una determinada forma o un equipo de otra, cómo afectan los cambios de entrenador al conjunto, etc, y que eso se pueda utilizar para tomar decisiones.

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    ¿Funcionan los productos que mejoran el rendimiento deportivo? No

Ya sea porque finalmente ha calado el mensaje contra la vida sedentaria y sus peligros o porque las redes sociales han obligado a saltar a muchos del sofá para poder mostrar sus atléticos cuerpos (en lo que popularmente se conoce como 'postureo'), la realidad es que actualmente el número de personas que hace deporte ha aumentado. Lo que no ha cambiado es la prisa por conseguir resultados en tiempo récord. Parece que la constancia y el esfuerzo todavía hay que trabajarlos un poco. Y así es como han proliferado al mismo tiempo los gimnasios y la aparición de productos de naturaleza bioquímica que ayudan a mejorar el rendimiento deportivo. El problema es que muchos de esos productos, enmarcados en lo que se denomina 'nutrición deportiva', realmente no generan los efectos que prometen. Tal y como describe el profesor de Bioquímica de la Universidad de Murcia José Manuel López Nicolás, «la publicación del Reglamento 1924/2006 relativo a las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos ha puesto fin a la vergonzosa publicidad que exhiben algunas ayudas ergogénicas en las que se promete de todo: ayudar al deportista a la hora de realizar cualquier tipo de ejercicio, mejorar tanto la eficiencia deportiva como la capacidad de rendimiento y el proceso de recuperación del ejercicio, etc. Y hay veces que sí y otras que lo mejor que le puede ocurrir al organismo humano es que no haya efecto alguno». Siguiendo ese reglamento, en el artículo 'La bioquímica de los gimnasios', publicado en su blog 'Scientia', López Nicolás desmonta algunos de los productos más consumidos por los deportistas y cuyos efectos no se han demostrado científicamente:

L-Carnitina: Ni ayuda a una recuperación más rápida de la fatiga muscular después del ejercicio, ni a reparar el tejido muscular esquelético, ni aumenta la capacidad de resistencia, ni mantiene la concentración de colesterol LDL en la sangre, ni contribuye a la espermatogénesis normal, ni ayuda durante el embarazo...

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Hidrolizados de caseína: No ayudan ni en el crecimiento ni en el mantenimiento de la masa muscular, ni al aumento de la capacidad de resistencia, ni acelera la recuperación de la fatiga muscular después del ejercicio...

L-Glutamina: No solamente no beneficia al músculo, sino tampoco a una amplia gama de habilidades cognitivas, intestinales, condiciones inmunológicas y energéticas como querían hacernos creer determinados eslóganes publicitarios.

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L-Tirosina: No contribuye a la función muscular normal.

Ribosa: No promueve una recuperación más rápida de la fatiga muscular después del ejercicio.

Coencima Q: No proporciona energía a través del metabolismo.

Fosfato de sodio: No aumenta ni el rendimiento deportivo ni la resistencia física.

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    ¿Es efectivo el 'kinesio-taping'? No

Quizá el término en inglés no se reconozca fácilmente, pero cualquiera que haya visto un partido de fútbol, de tenis, o de cualquier otra disciplina deportiva o la sección de Deportes de los informativos en los últimos años, se habrá topado en algún momento con unas pegatinas de colores que lucen orgullosos muchos deportistas, y eso es el 'kinesio-taping'. Se trata de unas bandas de esparadrapo elásticas que se pusieron de moda hace casi una década y que muchos famosos se han encargado de lucir orgullosos. Supuestamente, se trata de un vendaje neuromuscular que por el modo en que se coloca sobre la piel mejora la irrigación sanguínea y, entre sus beneficios, mejora la acción muscular y la recuperación de lesiones. La idea de esta técnica surgió en los años 70 por parte de un quiropráctico japonés quien, además de asegurar que las bandas funcionaban gracias a su elasticidad, decía que los diferentes colores también tenían efectos distintos unos de los otros, en base, según él, a la absorción de luz, que aumentaría la temperatura de la zona de manera particular dependiendo del tono elegido.

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La realidad es que hay varios estudios científicos desarrollados sobre el 'kinesio-taping', si bien se han llevado a cabo en un pequeño número de personas y en periodos de tiempo muy breves, lo que hace que los resultados no sean fiables. Los expertos coinciden en que esta técnica no cuenta con aval científico suficiente como para considerar que sus efectos sean reales y beneficiosos para quienes se someten a ella; de hecho, se considera una pseudoterapia y se habla de efecto placebo. Pues, si bien no se ha visto que por sí misma tenga un efecto real en la recuperación de lesiones y mejora muscular, sí parece que hay quienes utilizan las bandas y creen que sienten una sensación de mejora que se atribuyen a las mismas; pero solo se trata de una percepción individual que podría estar causada por sus ganas de encontrarse mejor.

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    ¿Sirve de algo el 'cupping'? No

No será difícil que cualquiera recuerde unos círculos morados que el nadador y deportista olímpico más condecorado de todos los tiempos, Michael Phelps, lució en su cuerpo durante su participación en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro (Brasil) en 2016. Pues bien, esas marcas se debían a que el deportista se estaba sometiendo a un tratamiento conocido como 'cupping', el cual consiste en la aplicación de vacío sobre determinadas partes del cuerpo. Existen varias formas de realizarlo; pero básicamente se trata de introducir un trozo de algodón (previamente mojado en alcohol) encendido en su interior, para realizar la combustión del oxígeno, y así generar el vacío una vez colocada la ventosa sobre la piel.

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Quienes la practican y defienden hablan de ella como 'una técnica milenaria'; pero en realidad se trata de una terapia alternativa que pasa a engrosar el listado de las pseudoterapias, es decir, un acto presentado como médico pero cuya efectividad no se ha demostrado científicamente, y cuya práctica, en la mayoría de los casos, puede resultar peligrosa.

El 'cupping', en concreto, promete que las ventosas activan la circulación Qi, un concepto exportado de la medicina china, que haría referencia a un flujo de energía vital. La realidad es que la práctica de esta terapia puede resultar peligrosa por diferentes motivos. Por mencionar algunos: los hematomas que provoca pueden ser dolorosos; se han dado casos de quemaduras en la piel como consecuencia del empleo de fuego para su puesta en práctica; puede ser contraproducente para mujeres embarazadas, personas con problemas cardiacos o renales y quienes sean hemofílicos, así como en el caso de tener heridas abiertas.

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En definitiva, se trata de una técnica sin eficiencia demostrada cuyos riesgos están por encima de los beneficios que promete.

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    ¿Es bueno estirar los músculos antes de entrenar? Sí

Todo aquel que haya practicado educación física durante su época escolar recordará cómo antes de cada sesión sus profesores le dirigían unos minutos de estiramientos, y es que es importante estirar porque se necesita aumentar el rango de movimientos de los músculos; es decir, hacerlos más flexibles para que adquieran un estado óptimo de cara a la actividad física posterior. No obstante, la forma en que se hacían no es quizá la más idónea: agarrando brazos y piernas, en distintas posiciones, y ejerciendo algo de presión. Diferentes estudios científicos, entre ellos uno dirigido por la profesora Pilar Sainz de Baranda en la Universidad de Murcia, han demostrado que los estiramientos idóneos para comenzar a hacer deporte son lo que se conocen como 'dinámicos'; es decir, consisten en realizar movimientos sencillos (de menor a mayor intensidad), en grupos de series, que hagan que los músculos se contraigan y se alarguen sin que se produzca un parón entre uno y otro.

Este tipo de estiramientos permiten aumentar la temperatura muscular, la flexibilidad del músculo, realizar contracciones más rápidas y potentes, y, sobre todo, permiten absorber más energía tensional, lo que conlleva menos lesiones. Por lo tanto, es fundamental estirar antes de realizar cualquier actividad deportiva; pero de forma dinámica, para que los músculos ganen en flexibilidad y potencia y se den menos lesiones. No hay que olvidar que los movimientos realizados durante el estiramiento deben estar centrados en los mismo grupos de músculos que se van a ejercitar después.

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    ¿Practican más deporte los niños si los espacios y los reglamentos se adaptan a ellos? Sí

Se ha comprobado que en el proceso de aprendizaje no hay nada como palpar lo que se estudia, entrar de lleno en la práctica, para que realmente las enseñanzas calen en los aprendices, sin importar la edad de cada uno. En el ámbito deportivo, y en el caso de los más jóvenes, «se ha demostrado que cuando un niño se siente parte de un equipo y participa de las actividades, se encuentra más motivado, más alegre, más activo y consigue mejores resultados», según afirma Enrique Ortega, investigador del grupo de investigación Deporte, Gestión y Recreación de la Universidad de Murcia, quien está desarrollando un proyecto de investigación financiado por el Ministerio de Ciencia para hacer posible la adaptación de deportes para niños, entre otros aspectos.

En el caso de la práctica de deportes, un estudio científico desarrollado en la Universidad de Turín «ha probado que la práctica de 'minideportes' durante la infancia está directamente relacionada con el desarrollo del hábito de practicar deporte en la edad adulta».

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Los 'minideportes', aquellos cuyo reglamento está adaptado a las necesidades de quienes lo practican, tienen numerosas ventajas, como explica Ortega: «Es habitual que si se siguen las normas estipuladas para los deportes profesionales, muchos alumnos queden fuera de las actividades o que sean aquellos que destacan los únicos que participan de manera activa. En cambio, haciendo unas pequeñas adaptaciones se puede conseguir no solo una mayor participación activa, sino también el fomento de valores como el compañerismo, el trabajo en equipo o la solidaridad», entre otros.

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    ¿Es beneficioso para los deportistas contar con el apoyo de un psicólogo? Sí

Gozar de buena salud mental es algo recomendable para cualquier ser humano, evidentemente; pero en el caso de los deportistas profesionales, diferentes estudios científicos han demostrado que se hace indispensable si se desea tener resultados exitosos.

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Si ya se daba por hecho que contar con la ayuda de un entrenador o un fisioterapeuta es fundamental para ello, cada vez es más habitual que los psicólogos formen parte de las plantillas deportivas. Y es que una buena salud psicológica ayudará a mejorar la concentración, la atención, la motivación y la comunicación con el resto de miembros del equipo.

No hay que olvidar que en el caso del deporte profesional, se dan situaciones particulares: se suele practicar desde muy joven, se dispone de pocos años para triunfar, una lesión puede llegar en cualquier momento, la competencia es muy dura, los protocolos de dieta son muy estrictos, las horas de dedicación son elevadas… En definitiva, se trata de una profesión muy exigente a la que se enfrentan personas, a veces, de muy corta edad, por lo que su grado de madurez es bajo.

Es habitual, por tanto, que haya quien no pueda soportar ese grado de presión y termine por abandonar la carrera. Para evitar esa situación, la labor de la psicología es fundamental. De hecho, uno de los síndromes más habituales que se conoce en deportistas (aunque también afecta a profesionales de otros ámbitos sometidos a mucho estrés) es el conocido como 'burn out' o síndrome del quemado.

Enrique Garcés, investigador del grupo de Psicología del Deporte de la Universidad de Murcia, señala que «cuanto mayor es el nivel competitivo del deporte, más posibilidades de 'burn out', lo que, en ocasiones, conlleva una abandono prematuro de la carrera profesional que, además, afecta a otros ámbitos de la vida del deportista».

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Los deportes individuales poseen tasas más elevadas de 'burn out' entre quienes los practican que los deportes en grupo y según el profesor Garcés «muchas veces el trabajo psicológico no hay que hacerlo con los deportistas, sino con sus entrenadores, ya que son estos quienes deben guiarles también psicológicamente».

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