El agua, la sangre del planeta
Dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno, eso es el agua. Una sencilla combinación que representa el soporte imprescindible de la vida tal y como la conocemos. Por lo que se sabe hasta el momento, el agua es su origen y la albergó hace unos 3.000 millones de años en forma de células que se fueron haciendo cada vez más complejas hasta articular la biodiversidad que hoy puebla nuestro planeta.
MARÍA JOSÉ MORENO
Viernes, 17 de junio 2016, 07:52
Científicos de la Universidad Politécnica de Cartagena desarrollan varias investigaciones relacionadas con este vital recurso para optimizar su uso
Dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno, eso es el agua. Una sencilla combinación que representa el soporte imprescindible de la vida tal y como la conocemos. Por lo que se sabe hasta el momento, el agua es su origen y la albergó hace unos 3.000 millones de años en forma de células que se fueron haciendo cada vez más complejas hasta articular la biodiversidad que hoy puebla nuestro planeta.
En relación con la especie humana, no hay sector de actividad que no necesite de su concurso. Aún así, todavía queda mucho por saber en torno a sus secretos y su potencial, lo que hace que sean numerosas las investigaciones que la tienen como protagonista, desde muy variados enfoques.
En la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) el Doctor Javier Bayo coordina la segunda fase del proyecto 'Tempus' para el fortalecimiento de la estrategia de innovación y mejora de la transferencia de tecnología en materia de agua hacia Marruecos.
En este trabajo, que se inició a finales de 2012 y terminará en 2015, participan cinco universidades europeas: la de Murcia, la Politécnica de Cartagena, la de Alicante, la de Patras, en Grecia, y la italiana de Salento, junto a varios socios en Marruecos.
«En una primera fase se hizo una observación a través de visitas a las distintas universidades y ciudades colaboradoras en el proyecto para determinar cuáles son las deficiencias en innovación o qué necesidad tienen de mejorar sus tecnologías en materia de agua, tanto en depuración como para un riego más eficiente, temas de potabilización, etc. En definitiva, se cubrió un amplio espectro relacionado con las tecnologías de transferencia en materia de agua», indica Javier Bayo.
Durante la segunda fase, explica que «se realizó una serie de cuatro cursos, impartidos por profesionales de todas las universidades europeas del consorcio, en universidades de Marruecos, con el fin de especializar técnicos y alumnos que en el futuro serán los responsables de la puesta en marcha y explotación de distintas empresas o actividades relacionadas con el tratamiento del agua, depuración, potabilización y, en general, el uso de agua de una manera más eficiente para el riego así como el uso de agua depurada». Destaca que «uno de los asuntos tratados más novedosos para los asistentes fue el uso de agua de buena calidad para el empleo en industria agroalimentaria».
Aprovechamiento de recursos
Otra de sus líneas de trabajo la llevan a cabo en colaboración con Nutrafur, una empresa murciana dedicada al desarrollo, fabricación y comercialización de extractos naturales de plantas.
De la actividad de la fábrica se generan una serie de desechos vegetales con los que el grupo de la UPCT está trabajando para transformarlos y darles una segunda vida como bioabsorbentes de metales pesados.
Según Bayo, «se ha puesto en contacto un efluente contaminado para ver qué capacidad tienen esos residuos naturales de retener y eliminar de la corriente de agua los metales pesados». En el caso de que se obtuvieran resultados positivos «sería una forma de aprovechar lo que hasta ahora para la empresa es un residuo pero que puede generar un valor añadido como subproducto».
Todavía están en fase de investigación aunque «es algo que se está usando en otros países con muy buenos resultados, por lo que solo hay que trabajar en poner a punto algunos aspectos», declara. En el caso de conseguirlo, estarían utilizando un absorbente mucho más barato que el carbón activado, empleado actualmente, y además se estaría aprovechando un recurso que en este momento se desecha.
Y parece ser que van por el buen camino, ya que, señala el investigador, «ya se ha comprobado que estos productos son buenos bioabsorbentes, dado que se trata de estructuras con una serie de grupos funcionales, los cuales favorecen que, al actuar de filtro, los metales pesados contenidos en el agua queden adheridos a ellos de modo que se genera, por un lado, un residuo que, a su vez se podría tratar, y por otro, agua no contaminada reutilizable».
Todo ello sin necesidad de modificar el bioabsorbente sino usándolo tal y como resulta de la actividad principal de Nutrafur.
I+D+i
Otro de los grupos de la UPCT que investiga en torno al agua es el que, desde 2002, dirige Luis Castillo: I+D+i en Ingeniería Hidráulica, Marítima y Medioambiental (Hidr@m).
Una de sus líneas está dedicada al estudio del efecto del cambio climático en los caudales y su incidencia en las infraestructuras de regulación y evacuación. Indica el profesor Castillo que «una de las consecuencias del cambio climático es el incremento de los caudales de avenidas, ya que las precipitaciones son cada vez más concentradas, es decir, se presentan muy espaciadas pero cuando se producen lo hacen con mucha intensidad, y este hecho está teniendo un efecto directo en las infraestructuras que controlan y regulan el agua (presas y embalses)».
Añade que «actualmente esas estructuras están subdimensionadas, dado que se construyeron de acuerdo a las necesidades de otra época», por lo que el grupo está centrado en analizar este problema y determinar qué tipo de acciones hay que desarrollar para poder actuar y mantenerlas adaptadas a las nuevas necesidades.
En esta investigación, financiada por el Plan Nacional, participan también, además del Laboratorio de Hidráulica de la UPCT, los laboratorios de hidráulica del Centro de Estudios Hidrográficos del Ministerio de Fomento, y el de la Universidad Politécnica de Valencia.
En otra línea, el grupo de la UPCT trabaja en el diseño de sistemas de captación en cauces efímeros, algo que es de gran aplicación en zonas semiáridas como la Región de Murcia. «Se trata de incrementar la disponibilidad del recurso en una zona como ésta donde llueve de manera muy breve y torrencial. La idea es mejorar el diseño de estos sistemas para captar los caudales de avenida cuando se presentan con gran concentración de materiales sólidos, de modo que las ramblas no pasen causando daños sino que se pueda recoger o aprovechar ese recurso para el abastecimiento, regadío, etc.».
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