El término 'quimera' tiene varios significados, dependiendo del contexto. En la mitología griega, era un monstruo temible, con partes de diferentes animales. Se describía como un híbrido con cabeza de león, cuerpo de cabra y cola de serpiente y, con frecuencia, terminaba en una cabeza ... de serpiente. Era considerada un símbolo de monstruosidad y caos. En biología, una quimera refiere a un organismo que tiene células de diferente cigosidad; es decir, que contiene dos o más poblaciones de células genéticamente distintas, que pueden originarse de la misma o de diferentes especies. Esto puede ocurrir naturalmente o ser el resultado de técnicas de ingeniería genética. En un sentido más figurado o literario, una quimera puede referirse a un sueño, una ilusión o una aspiración fantástica y poco realista. En este uso, la palabra destaca la naturaleza inalcanzable o la fantasía del concepto. En astronomía, el término quimera, a veces se usa para describir objetos celestes extraños o inusuales, aunque no es un término técnico comúnmente utilizado en este campo. Es decir, el significado específico depende del contexto en el que se utilice.

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La creación de quimeras en un laboratorio suele estar orientada a la investigación médica y biológica. Se han realizado experimentos en animales, para crear quimeras para estudiar el desarrollo embrionario y para aplicaciones potenciales en medicina regenerativa, como el cultivo en animales de órganos humanos para trasplantes. Estos experimentos están rodeados de debates éticos controvertidos, especialmente cuando involucran primates cercanos a los humanos en términos evolutivos.

El quimerismo no es solo un mito, ya que existe en la naturaleza. Algunas especies de esponjas pueden fusionarse con otras, aun cuando sean genéticamente diferentes, lo que es una forma de quimerismo. Realmente se fusionan tejidos. Algunas hormigas roban pupas de otras colonias y cuando se desarrollan, las adultas trabajan para la colonia adoptiva. Es una integración de individuos genéticamente diferentes. Incluso, en casos, las colonias pueden fusionarse en una mixta, aunque esto pueda ser un fenómeno social, más que biológico. Se ha documentado quimerismo genético en tiburones y en rayas. También se puede crear quimerismo mediante intervención humana; la inyección de células madre embrionarias en un blastocito de otro, permite estudiar la formación de tejidos. Puede darse en humanos, como consecuencia de la fertilización 'in vitro', aunque es raro. En plantas, el quimerismo se utiliza para crear variedades con características singulares, como en el caso de ciertas plantas ornamentales con patrones de coloración variada en las hojas. Se logra con técnicas como el injerto, donde se fusionan tejidos de diferentes plantas. Los científicos crean quimeras en el laboratorio para estudiar las células madre y su potencial para convertirse en diferentes tipos de tejidos. Esto incluye experimentos donde células de una especie se introducen en un embrión de otra, observando cómo se integran y se desarrollan. Estas técnicas permiten a los investigadores comprender mejor los procesos biológicos fundamentales y pueden llevar a avances en medicina regenerativa, terapia genética y la comprensión de enfermedades genéticas y del desarrollo.

La revista 'Cell' acaba de publicar un trabajo de investigación que da cuenta del nacimiento vivo de un primate quimérico: un mono generado a partir de células de dos embriones de la misma especie, genéticamente distintos. Es la primera vez que se logra en primates. El autor líder es ZhenLiu, de la Academia China de Ciencias. Tiene implicaciones en ingeniería genética y conservación de las especies. Utilizaron macacos cangrejeros, propios del sudeste asiático. A embriones de 4-5 días, le inyectaron células madre extraídas de embriones de 7 días, marcadas con una proteína fluorescente. Se implantaron los embriones en macacos hembra y se produjeron 12 embarazos que terminaron en 6 nacimientos vivos. La proteína fluorescente sirvió para detectar el quimerismo, mediante su brillo verde en uno de los monos que resultó vivo y en otro producto de un aborto espontáneo. Mediante secuenciación genética se encontraron células derivadas de células madre en el cerebro, corazón, riñones, hígado y sistema digestivo de los macacos. Analizados hasta 26 tipos de tejidos en el mono vivo, se encontró un promedio de un 67% de células derivadas de las células madre. Cantidad menor en el feto del aborto. Se concluye que las células madre, pluripotentes, tienen capacidad de diferenciarse 'in vivo' en los distintos tejidos del cuerpo del mono.

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Avances considerables en el conocimiento, aunque la creación de quimeras, especialmente en animales y humanos, plantea importantes cuestiones éticas que deben ser cuidadosamente consideradas.

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