En un mundo donde la conveniencia y la economía han dominado las decisiones de producción y consumo, el plástico se ha convertido en un símbolo de la era moderna. A pesar de sus numerosas aplicaciones, la creciente preocupación sobre sus impactos ambientales y en la ... salud humana hace imperativo reevaluar nuestra dependencia de este material.
Publicidad
Anualmente, como en 2021, se producen unos 390 millones de toneladas de plástico, de las cuales sólo un porcentaje menor se recicla efectivamente. Los plásticos más comunes incluyen el PET, usado en botellas y envases, y el PVC, utilizado en construcción y decoración. Esta producción masiva no solo agota recursos no renovables, como el petróleo, sino que también contribuye a una acumulación de residuos, nada sostenible.
Los plásticos constituyen aproximadamente el 85% de la basura marina, afectando a más de 800 especies marinas. En tierra, los vertederos rebosan de ellos y tardan hasta mil años en degradarse, liberando microplásticos que contaminan suelos y aguas. Ciclo perpetuo de contaminación que amenaza seriamente los ecosistemas y la biodiversidad del planeta. Los plásticos liberan sustancias químicas potencialmente tóxicas, como bisfenoles y ftalatos, vinculados a problemas de salud como trastornos hormonales y cáncer. La bioacumulación de estos compuestos en la cadena alimentaria es un riesgo directo para la salud humana, ya que el consumo de peces y otros animales puede llevar a una ingesta significativa de contaminantes.
Mitigar los efectos negativos de los plásticos es esencial, así como adoptar estrategias de reducción y reciclaje más efectivas. Alternativas sostenibles, como materiales biodegradables y renovables, deben ser prioritarias en nuevos productos. A nivel gubernamental y empresarial, se requieren políticas más estrictas que limiten la producción de plásticos y promuevan prácticas más sostenibles. Es esencial asegurar la salud del planeta y de sus habitantes. Mediante políticas efectivas, fomento de alternativas sostenibles y educación de la población, podemos mitigar este problema ambiental y avanzar hacia un futuro más sostenible. La acción es urgente y necesaria, y requiere del compromiso de todos los sectores de la sociedad.
Publicidad
Los fabricantes de bebidas 'suaves', como Coca-Cola y Pepsi, representan una sexta parte de los residuos plásticos de marca a nivel mundial. Más de la mitad del total se debe a 56 empresas, según un estudio global que se ha publicado en Science Advances, que abarca más de 1.500 auditorías en 84 países y forma parte de una colaboración mundial en materia de ciencia ciudadana, que implica auditorías de 200.000 participantes. En torno a la otra mitad no se puede identificar, lo que provoca que hay que investigar a través de la marca de los productos plásticos para su identificación. La investigación determinó que por cada aumento de un 1% de la producción de plástico, cabría esperar un aumento proporcional del 1% en la contaminación plástica. ¡Dramático!
Unas cuantas empresas multinacionales constituyen casi una cuarta parte de esos bienes de consumo que son de marca, que rotan rápidamente y se encuentran en el medio ambiente. Los principales productores de residuos plásticos son Coca-Cola (11% de los residuos identificados), PepsiCo (5%), Nestlé (3%), Danone (3%) y productos de las tabacaleras Altria y Philip Morris International (2%).
Publicidad
Reducir
La reducción de la producción de plástico es la medida clave para reducir los residuos ambientales, en lugar de los programas de reciclaje. Actualmente, solo se reciclan alrededor del 10% de todos los residuos plásticos del mundo. En realidad, no sólo hay que reducir la producción primaria, sino que hay que pagar el verdadero costo de los plásticos. Tenemos que cambiar nuestra relación con el plástico. No sólo hacer más limpiezas, que son importantes y apreciamos el gran trabajo de los voluntarios y grupos comunitarios, sino reducir la cantidad de producción de plástico primario. Centrarnos en la prevención, no en la gestión de los síntomas. El tratado de la ONU pretende centrarnos en la prevención. En lugar de fijarnos en los costos ambientales de dejar avanzar la contaminación plástica, debe sopesarse el costo ambiental y económico de tratar de eliminarlo. La contaminación plástica es peligrosa para el medio ambiente, pues interfiere los procesos ambientales normales. Pero las tecnologías de limpieza sólo incrementan esta interrupción. Una vez que el plástico está en el medio ambiente, es difícil de quitar sin hacer más daño.
Una alarma muy seria: sin frenar la demanda, aumentar la vida útil de los productos y mejorar la gestión y reciclabilidad de los residuos, la contaminación plástica casi se triplicará en 2060.
Infórmate con LA VERDAD: 1 año x 29,95€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.