La Santa Cruz llega a su ermita de Mahoya junto a miles de devotos

La romería de la patrona hasta su ermita en la pedanía de Mahoya -enmarcada dentro de las fiestas de la Santa Cruz y de Moros y Cristianos- contó nuevamente con la participación de miles de romeros, presentes en el recorrido tras la imagen de la Santa Cruz. Muchos de ellos participaron en la vertiente más pagana de la festividad, esto es, mezclados entre las peñas que -gracias a carros de elaboración artesanal- transportaban viandas y bebidas que no dudaban en repartir para hacer más llevadero el recorrido.

El recorrido de la peculiar romería no estuvo otro año más exento de las salvas de los casi medio millar de arcabuceros que acompañaron a los romeros. Ya en la pedanía de Mahoya, y después del rodaje de la bandera a cargo de los capitanes, se procedió a la bendición del agua para bañar a la reliquia de la Santa Cruz, para que pueda ser besada por los fieles a lo largo de la jornada. Posteriormente, se abrió la granada, de la que salieron decenas de palomas, conformando uno de los momentos más emotivos de la jornada.

Retomando fuerzas

En las cercanías de la ermita, los romeros prepararon sus comidas camperas para degustarlas en compañía de amigos y familiares, pasando unos ratos de asueto y recuperando las energías agotadas tras las largas jornadas festivas, incluyendo el desfile de kábilas y mesnadas del pasado jueves.

La Santa Cruz celebra este año el 75 aniversario de su llegada al municipio, procedente del Vaticano para sustituir a la antigua reliquia, desaparecida en la Guerra Civil. Nada más terminar la contienda, los abanilleros se empeñaron en recuperar de inmediato las fiestas y la tradicional romería a Mahoya de la Patrona, entre viandas y salvas de arcabucería.