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Merienda de la Mona de Pascua en Tentegorra, década de 1940. :: ÁLBUM FAMILIAR DE LA REGIÓN DE MURCIA (CEHIFORM)
El Día de la Mona y Tentegorra
FOTOHISTORIA DE CARTAGENA

El Día de la Mona y Tentegorra

Los cartageneros salen el Lunes de Pascua a la pinada del Taibilla y otras zonas naturales, en una fiesta cristiana de origen pagano

LUIS MIGUEL PÉREZ ADÁN

Lunes, 21 de abril 2014, 12:52

Según la Iglesia Católica, el día de Pascua ha de celebrarse el primer domingo después del plenilunio que sigue al 20 de marzo.

La Mona de Pascua, elaborada con una masa dulce y decorada con un huevo, es un postre típico de gran tradición en todo el Mediterráneo. La costumbre de poner huevos viene porque en casi todos los países de la antigüedad el huevo era símbolo del Creador. Los griegos y los romanos los ofrecían a sus dioses, cuando deseaban purificarse, y además eran servidos en los ágapes funerarios para purificar el alma de los difuntos.

En los primeros tiempos del Cristianismo, al establecerse el periodo cuaresmal, se prohibió comer no solo carne y leche, sino también huevos. A causa de esta abstinencia se hacía una extraordinaria provisión de huevos durante este periodo y para que se conservaran mejor se cocían. Los cristianos mantenían el concepto de dar al huevo el carácter simbólico de la divinidad para representar la resurrección de Jesucristo, y por este motivo los adornaban de diversos colores. El más usado era el rojo en recuerdo a la sangre derramada por Jesús en la Cruz. Cuando llegaba el Sábado Santo, los llevaban a bendecir y los regalaban a los parientes y amigos.

Esta costumbre pascual es de origen tan primitivo que representa la renovación de la naturaleza. El obsequiarse con huevos pintados rememora el principio de todas las cosas, idea o creencia que tenían en algunos países europeos en las épocas en que se comenzaba el año en tiempo de Pascua, lo cual motiva que se generalizara más esta costumbre en esta festividad, tanto sagrada como profana.

Es muy probable también que esta costumbre proceda de los antiguos hebreos, los cuales comenzaban el año civil el día de Pascua, conmemoración del aniversario de su liberación, un hecho muy importante en su historia. Cuando llegaba la Pascua amasaban panes o cocas sin levadura, para los cuales utilizaban la primera harina recolectada. Con estos panes se hacía presente a las personas queridas, y es casi seguro que estos presentes dieron origen a los que en la actualidad conocemos con el nombre de mona, equivalente a la latina munus, que significa presente.

En la antigüedad era costumbre que la mona llevase tantos huevos como años tenía el ahijado obsequiado y se hacía hasta que el ahijado llegase a la pubertad. Esta costumbre casi ha desaparecido y ahora la mona de Pascua es muy diferente a su origen. Pero aunque han desaparecido las cocas y los huevos, el presente con el que los padrinos obsequian a sus ahijados el día de Pascua conserva el mismo nombre.

Desconocemos desde cuándo se celebra esta tradición en Cartagena, sin duda desde hace mucho tiempo. Tenemos constancia escrita de su celebración en los arrabales de la ciudad en el siglo XVIII y, a través de la prensa, de la gran popularidad durante el siglo XIX.

Años treinta, acto social

Pero, quizás, cuando más auge adquiere esta costumbre en Cartagena sea en la primera mitad del siglo XX. En los años treinta se convertirá en un auténtico acto social, en donde todas las clases sociales participan en esta fiesta, trasladándose a las afueras de la ciudad, como un medio de relación entre chicos y chicas, pandillas y familias, más abierto y desinhibido que el habitual.

En los años de la posguerra se continuará con esta tradición, cuando los alimentos eran muy escasos en calidad y abundancia, la llegada de la mona constituía una ocasión para merendar suculentamente.

El Día de la Mona, familias y grupos de amigos se reúnen en el campo, monte o playa para comer y pasar, todos juntos, un rato al aire libre y degustar esta masa. Tentegorra, Cala Cortina, el Parque Torres, la Rambla del Cañar, el Monte Roldán o Atamaría son algunos de los lugares tradicionalmente preferidos por los cartageneros.

Pero de todos estos lugares quizás el más emblemático sea el llamado Parque de Tentegorra. Este comenzó a construirse en 1947 sobre la ladera rellenada con la tierra excavada para hacer los depósitos de agua de los Canales del Taibilla, y se inauguró en 1952. Jardines, pinadas, instalaciones deportivas (piscinas, pistas de tenis, campo de fútbol, etcétera) y su inmejorable situación en la arboleda más grande de la ciudad han servido desde entonces para el ocio y la práctica deportiva de miles de cartageneros.

Existen muchas formas de elaboración de este postre, como variantes en su denominación. Así, en Alicante la llaman Toña, en Valencia Panquemado o pan dormido; y mona en Cataluña, Murcia y Cartagena. Éste es tal vez el más universal de los nombres de esta torta dulce adornada con huevo. En Cartagena se elaboran la Mona de masa de rollo y de bollo.

La Pascua es, pues, otra de esas fiestas cristianas pero con orígenes y simbolismo pagano, una costumbre que el cristianismo no pudo borrar y que adoptó como propia, pero que en realidad se pierde en la oscuridad de los tiempos.

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