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R. A.
Miércoles, 9 de abril 2014, 10:02
Uno de los crímenes que tiñó de luto la provincia de Alicante el pasado mes de febrero parece que está a punto de resolverse. La Policía de Milán detuvo ayer a un paquistaní como principal sospechoso del asesinato de la exconcejal de Lorca Alicia Zambrana (58 años), ocurrido en su apartamento de Muchavista, en El Campello, donde había asentado su residencia. El arrestado, identificado como Riaz Khuram, de 30 años, se encuentra en la prisión milanesa de San Vittore, a la espera de que se tramite la extradición para su entrega a las autoridades españolas, según informó ayer Efe desde Milán
La Policía milanesa detuvo al fugitivo en la localidad italiana de Limbiate, a una veintena de kilómetros al norte de la capital lombarda, gracias a la colaboración de la Guardia Civil española con las fuerzas policiales milanesas, que en la mañana de ayer cumplieron con la orden de arresto europea emitida por el juez instructor de Alicante el pasado 6 de marzo.
Un portavoz de la policía italiana explicó a Efe que el acusado de asesinar a Alicia no opuso resistencia y explicó que residía de forma temporal en un piso compartido por otros extranjeros en un barrio obrero de Limbiate. Precisamente, pocos días después de encontrar el cuerpo sin vida de la exedil, la Guardia Civil ya tenía puestas las miras en un paquistaní que trabajaba de peón de la construcción en Lorca. Era el principal sospechoso y aunque los primeros indicios de la investigación apuntaban a que se trataba de un robo, tampoco se descartaba un posible de caso de violencia de género.
El crimen, que conmocionó Lorca, ocurrió el pasado 14 de febrero y se conoció cuando la hermana de la exconcejal socialista acudió por la noche al apartamento de la playa de Muchavista en El Campello, en el número 3 de la calle Jacinto Benavente. Allí residía Alicia sola. Al no poder contactar todo el día con ella, empezó a preocuparse y acompañada de una persona de la comunidad de vecinos entró en la vivienda.
La fallecida se encontraba en un sofá maniatada, cubierta por una manta y con signos, al parecer evidentes, de haber muerto como consecuencia de numerosos golpes por todo el cuerpo. Aunque la primera hipótesis era el robo -al desaparecer de la vivienda algunos objetos-, empezó a cobrar fuerza que el autor fuera alguien conocido por la víctima, del entorno más inmediato, con quien había mantenido una amistad o incipiente relación sentimental. La entrada al apartamento no había sido forzada, lo que avivó la teoría de que podía haber sido alguien de su círculo más cercano. Al parecer, el asesino había entrado con el consentimiento de Alicia. Además, le cubrió el rostro con un pañuelo para no contemplar su rostro ya sin vida. El sospechoso, una vez avanzadas las investigaciones de la Guardia Civil de Alicante, era un paquistaní asentado en Lorca que trabajaba como peón en las reconstrucciones de edificios dañados por los terremotos que asolaron la ciudad.
Alicia Zambrana Torregrosa era muy conocida en Lorca, que solía visitar con regularidad. Nacida en Alicante, donde realizó sus primeros estudios, en los últimos años se había instalado en Muchavista, donde alquiló un apartamento cercano a la vivienda de una de sus hermanas y otros familiares. En Lorca tenía a sus tres hijos, -dos chicas y un chico- nacidos de su matrimonio con Ginés García Agüera, funcionario del área de Cultura del Ayuntamiento.
Familiares y amigos destacaban que era una mujer feliz y que estaba muy ilusionada ante la noticia que esperaba: la llamada de su hija mayor para comunicarle que ya era abuela. En poco tiempo iba a nacer su primera nieta. La exconcejal socialista tuvo a su cargo las carteras de Turismo, Comercio y Artesanía en la legislatura que va desde 1995 a 1999, aunque abandonó antes de que llegara a su conclusión. Persona cercana, tal y como destacaban sus amigos, se implicaba al máximo en los temas que le apasionaban y uno de ellos era la política. Su asesinato conmocionó a los vecinos. El Ayuntamiento de Lorca lanzó un comunicado en el que lamentó la muerte de la exedil y en el que el alcalde, Francisco Jódar, transmitió el pésame a los suyos. El PSOE lorquino también mostró su «profundo pesar» por la pérdida.
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